El insuficiente abastecimiento de neumáticos, por problemas que arrastran desde el año pasado a partir de limitaciones a la importación de productos o de insumos para fabricarlos, se ve agravado en las últimas semanas por un conflicto gremial que abarca a las 3 plantas que producen cubiertas en el país. El resultado: precios que trepan por sobre la inflación y una carrera en la que se dificulta cada vez más conseguir determinadas marcas y medidas.

En la década del 40, cuando la Gobernación Militar de Comodoro Rivadavia iniciaba algunas obras emblemáticas en el denominado barrio Cívico, el gobernador militar de entonces convocó a camioneros de la ciudad para pactar una serie de trabajos: como parte del pago, se les daría acceso para la obtención de caucho, para poder reparar sus neumáticos.

La construcción del edificio pensado como "Hotel de Turismo" se hizo sobre tierras ganadas al mar. (Foto, año 1949, extraída del libro "Comodoro Rivadavia. 120 años de historias fotográficas").

El trabajo no era menor, ya que se debían transportar grandes volúmenes de tierra, proveniente del desmonte del ‘Chenque Chico’, que se ubicaba en la avenida Rivadavia y donde hoy se erige el Comando de Brigada Mecanizada IX, hacia la zona costera, donde se ganaron tierras al mar para luego construir edificios donde hoy funcionan, por ejemplo, la Escuela 749, el Colegio Perito Moreno o “el ex” (o “el nunca”, como solía decir el colega Daniel Alonso) Hotel de Turismo, entre las edificaciones que datan de aquellos años.

La anécdota viene al caso para reflejar un síntoma de la mitad del siglo pasado: por la crisis de la Segunda Guerra Mundial, aunque ya estaba terminando en ese momento, la falta de caucho en todo el mundo generaba un problema a la hora de comprar cubiertas para todo tipo de vehículos. Repararlas era la alternativa más viable, no exenta de dificultades. 

Javier Madanes Quintanilla. Foto: Telam.

Sin llegar a aquellos extremos, la evocación no resulta extraña ante las dificultades actuales para quien necesite comprar una cubierta (en algunos comercios no venden de a una, sino de a pares) para su vehículo. El problema se viene planteando desde el año pasado, tal como reflejó ADNSUR en informes anteriores, pero a las causas ligadas a las restricciones de importación se suma ahora un conflicto gremial de alcance nacional, que llevó al empresario Javier Madanes Quintanilla, dueño de la fábrica FATE, a expresar su premonición en los últimos días: 

“Va a ser más fácil encontrar restos del Arca de Noé que neumáticos”, dijo el propietario de FATE.

El conflicto gremial a nivel nacional

La alusión del referente empresario, que también es propietario de la planta productora de aluminio ALUAR, radicada en Chubut, estuvo referida a las fuertes restricciones que se profundizaron en el mercado de los neumáticos, a partir del conflicto gremial que comenzó hace algunos meses, tras no alcanzarse un acuerdo en la discusión paritaria con el sindicato del sector.

Según expuso el empresario en entrevistas con diarios capitalinos, el conflicto se inició pese a que la oferta salarial apuntaba a quedar 10 puntos por sobre la inflación acumulada el año pasado, pero ésta fue rechazada y hoy las 3 plantas productoras del país, es decir FATE, Pirelli y Bridgestone, están produciendo al 40% de su capacidad. 

El conflicto gremial de las 3 fábricas de neumático se inició en mayo de este año. Foto: Infonews.

Desde el sindicato se cuestionó que hay un retraso salarial y se reclama particularmente el reconocimiento en el valor de la jornada de trabajo durante los fines de semana, de allí que resolvieron sostener el conflicto. Por eso se realizó un paro el último jueves y viernes, además de los quites de colaboración con los que se viene trabajando en los últimos 3 meses.

Si las plantas tienen capacidad para producir 500.000 neumáticos mensuales, hoy se producen sólo 200.000. Esta abrupta disminución del stock tiene consecuencias sobre los precios de venta al público.

De acuerdo con los dichos de Madanes en radio Mitre y luego reflejadas por diario Clarín, “el precio de fábrica de los rodados más pequeños es del orden de los $ 17.000 o $ 18.000, mientras que al público llegan a montos de entre $ 50.000 y $ 60.000”.

Por otra parte, fuentes cercanas a la propia compañía dijeron ante la consulta de esta agencia que el faltante de productos hoy está más fuertemente determinado por el conflicto gremial que por las restricciones a la importación, al tiempo que lamentó que “la justicia no ha intervenido y el conflicto está casi eternizado. Es una tormenta perfecta, aunque hoy las importaciones de insumos no son el principal problema, sino que el gobierno tampoco está ayudando para resolver el conflicto”.

Del mismo modo, desde la compañía se indicó que “el problema está en todo el país, no sólo en Chubut o Comodoro Rivadavia particularmente. Si se suma la falta de productividad histórica que tiene este gremio, con altos niveles de ausentismo, el problema se hace mucho más complicado”.  

Los impactos en Comodoro

Referentes de comercios locales coincidieron en describir las consecuencias que provoca el conflicto a nivel nacional, como un elemento adicional sobre la crisis que ya fue descripta en otras oportunidades por inconvenientes de importación. 

“El panorama está ahora mucho más complicado –indicaron desde uno de los locales comerciales-, porque al haber poca producción de las marcas nacionales, mandan menos mercadería de la que se pide. Y las marcas importadas siguen con las restricciones por la falta de dólares”.

Esto origina fuertes subas de precios, que de por sí ya eran notorias en los últimos dos años. Un par de cubiertas de rodado 15, de la marca Pirelli para un vehículo liviano, que en septiembre del año pasado costaban $19.000 por unidad, al momento de cierre de este informe se ubicaban en $48.000 cada goma, es decir un 152% de incremento. 

“Nosotros seguimos con el mismo problema del año pasado, aunque en la parte importada algo está entrando, a cuenta gotas. La situación no ha cambiado mucho, así que tratamos de cuidar el producto, porque falta todo lo que es importado. Y para los fabricantes locales también se da el mismo problema, porque no cuentan con los insumos necesarios, como el caucho”, contó José Ortiz, referente de Neumáticos del Sur, que trabaja con marcas importadas como Dunlop y Hankook, además de algunas nacionales. 

En igual sentido, el comerciante explicó que es difícil mencionar un único porcentaje de incremento en el último año, ya que los productos varían según las características, medidas y componentes. Sin embargo, estimó que “los precios han subido, seguramente, más de un 100% en el último año”. 

Carlos Ramírez, gerente ‘Antonio&David’ S.A, que se dedica a la venta de neumáticos multimarcas, comentó también ante la consulta de ADNSUR su impresión sobre el panorama actual. 

“El abastecimiento está bastante complicado, porque las terminales tienen cupo de entrega y a veces tampoco logran cumplirlo, a partir del fuerte reclamo sindical que hay en este momento. En lugar de 3 turnos de 8 horas, están trabajando 2 turnos y tampoco lo hacen al total de su capacidad”, describió.

A lo anterior sumó la restricción de importaciones, por lo que indicó que la segunda mitad del año presenta un panorama peor del que se podía prever en la primera mitad de 2022.

“Por la ley de oferta y demanda, esta falta lleva a que los precios hayan subido fuertemente. Una cubierta de camioneta supera los 120 ó $130.000, dependiendo de marca y rodado. Para camiones, arriba de $250.000. Es un disparate para el costo mundial del neumático, pero esto pasa por la escasez de oferta”.

El problema de escasez se traslada también hacia los vehículos livianos, en los que se consiguen pocas medidas. “Si se compran 100, te mandan un 12 ó 20% de lo pedido, por lo que los inconvenientes son muchos”. 

En ese panorama, los precios suben por encima de la inflación, a un ritmo del 10 ó 12% mensual, superando al índice más alto del INDEC, que en julio estuvo en el 7%.  

“Los precios suben por arriba de la inflación. Primero, porque al no haber disponibilidad, los precios aumentan por la demanda. Y en segundo lugar, también por una cuestión de estructura de costos dentro de las empresas. Si antes tu negocio funcionaba con la venta de 10 neumáticos, si hoy se venden solamente 2, el precio obviamente sube porque de lo contrario no se puede mantener la estructura. A eso se suma la suba de impuestos, los aumentos salariales, etc y todo eso impacta en el precio del neumático. Este mes llegó al 15% en algunos casos, lo cual es más atípico aún”.

Como consecuencia, las ventas han tenido una lógica caída del orden del 50% en el último año, con una caída sostenida en los últimos 12 meses que incluso podría superar ese porcentaje, dependiendo del rubro. En camiones, por ejemplo, el faltante es más notorio que en livianos. 

¿Se pueden usar cubiertas recapadas?

Hasta la década del 80, no era infrecuente el uso de cubiertas recuperadas, a partir de procesos conocidos como ‘recapado’ o vulcanizado, incluso en vehículos livianos. Tal vez la técnica era más viable por el hecho de que en aquel tiempo los neumáticos utilizaban cámara interior de aire, algo que quedó en desuso a partir de las tecnologías incorporadas en los años posteriores, donde sólo se utiliza la cubierta. 

“El recapado siempre estuvo, pero en Comodoro el tipo de suelo que tenemos lleva a que sólo un 20% de los neumáticos pueda ser reconstruido. El resto hay que tirarlo. Puede ser un parche a la situación, a veces no queda otra opción porque no se consigue”, dijo Rodríguez, en referencia al uso de esta técnica en flota pesada. 

Los suelos de la zona provocan un desgaste mayor en los neumáticos nuevos, advierten desde Antonio&David S.A.

“En livianos está prohibido, aunque algunos igual lo hacen, por ejemplo en camionetas, pero es muy poco. Hay una tendencia mundial a reconstruir neumáticos, por un tema ecológico, pero lamentablemente nuestra zona no es apta por el tipo de suelo, porque es imposible reconstruirlos después del uso. En el norte del país te puede durar un promedio de 180.000 kilómetros, mientras en nuestra zona te puede durar un tercio de ese total, es muy grande lo que se desgasta el neumático nuevo”.

Además, advirtió, tampoco se cuenta con todas las bandas para la realización del recapado, por lo que no podría cubrirse toda la demanda.  

Así las cosas, habrá que esperar a que cambie un poco la mano. Después de todo, como dice el viejo dicho, siempre que llovio, paró. O bueno, “casi”, siempre, salvo aquella vez en que un tal Noé supo tomar las precauciones del caso. 

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