¿Cómo armar mi propia bodega?
Para poder armar esa primera cava personal sin derrochar dinero, hay que seguir algunas reglas y tener en cuenta los consejos de los especialistas. "Todos comenzamos con una poca cantidad de botellas. Lo importante es conservarlas el tiempo justo y en el lugar adecuado para poder disfrutarlas en el momento de abrirlas y no llevarnos la desagradable sorpresa de que el vino... ¡se haya convertido en vinagre!", grafica la joven sommelière Daniela Dávila, del Palacio Duhau Park Hyatt.
Identidad propia
"La bodega debe reflejar los gustos del coleccionista, por supuesto. Pero también hay que tener en cuenta ocasiones imprevistas y situaciones especiales. Hay personas que, por ejemplo, no beben blancos o espumantes, y quieren sólo tintos. Pero una cava estándar debe ser variada. Lo ideal es tener vinos blancos, rosados, tintos, espumantes y vinos de postre", recomienda Andrés Rosberg, presidente de la Asociación Argentina de Sommeliers.
Cantidad de botellas
"Se puede comenzar con una poca cantidad de ejemplares, pero una cava hogareña debería contar, como mínimo, con 15 o 18 botellas para responder a cada ocasión. Si se puede, lo ideal para arrancar son 24 botellas", recomienda Joaquín Alberdi, dueño de la vinoteca homónima, en Palermo.
"Se puede hacer un promedio de 40-45 pesos por botella, ya que se pueden tener vinos de 25, 40, 80 y más de 100 pesos para alguna etiqueta de alta gama, aunque el techo es infinito. Claro que también hay vinos más baratos, pero en esos casos no tiene sentido guardarlos en una bodega; más bien sería una acumulación de botellas sin mucho sentido."
El lugar indicado
Las reglas básicas son sencillas: espacios sin vibraciones, oscuros, frescos, con ventilación natural y donde no haya cambios bruscos de temperatura. Para muchos, destinar un ambiente de la casa sólo para guardar los vinos y equiparlo con un regulador de temperatura, para conservarlos aproximadamente en 12 grados, resulta imposible. Por eso, "algún placard en desuso o debajo de la cama, siempre y cuando no haya calefacción por piso radiante, son algunos buenos rincones", recomienda Alberdi.
Los especialistas coinciden en que las cavas climatizadas eléctricas, si son de buena manufactura, son ideales, ya que tienen todas las características de esas cavas o bodegas naturales. "El único defecto es que tienen una capacidad limitada y, como el interés por el vino suele ser un camino de ida, es frecuente que terminen quedando chicas antes de lo imaginado", afirma Rosberg.
Posición correcta
En cuanto a la posición, sobre todo si son vinos de guarda, deben disponerse en forma horizontal para que el corcho esté en contacto con el vino. "Si se seca, se contrae y puede favorecer la filtración de oxígeno", explica Alberdi. La excepción son los vinos espumosos, que deben guardarse en posición vertical, ya que, de otra forma, la presión es mayor y puede mover tanto el tapón como el bozal.
Clases de vino
Todos coinciden en que dependerá del gusto del dueño de casa. "Pero el tipo de dieta que haya en ese hogar tendrá mucha influencia -dice Dávila-. Si hablamos de un argentino promedio, que come entre ocho y nueve veces carne por semana, el porcentaje de tintos será del 85% aproximadamente." Pero también dependerá de la época del año. "La primavera es época de blancos frescos y jóvenes, y también de rosados -aconseja Alberdi-. Para mí, el equilibrio ideal es 70% de tintos, 20% de blancos y el resto de rosados".
La temperatura de guarda va de 10 a 15º C, con una humedad de entre el 65 y el 75%. Para el consumo, Alberdi recomienda: "Para el vino blanco, lo mejor es pasarlo a la heladera un rato antes para que alcance una temperatura de 8 o 10 grados. Y si se trata de un vino tinto guardado a una temperatura alta, también es necesario un poco de frío para respetar los 16 grados aproximadamente".
Fuente: La Nación
Fotos: lapercanta, nwines