¿Cómo elegir el champagne para brindar en estas fiestas?
Se acercan las fiestas y más que nunca, es tiempo de brindar. Pero, ¿qué pasa cuando una botella de champagne tiene feo gusto o no tiene burbujas?
¿Te gusta que el espumante sea intenso, frutado y refrescante? Alejate de las cosechas viejas. Lo ideal es recalar en los espumantes nuevos, si son del año en curso mucho mejor. La tendencia indica que cada vez más bodegas declaran la cosecha en la etiqueta. También, si te gustan frescos, evitá aquellos que estén elaborados por el método tradicional o Champenoise.
2 Champenoise
Suelen ser más caros porque demandan mucho trabajo manual, y generalmente llegan al consumidor cuando el sabor frutal de la juventud ha cedido terreno al pan horneado y las castañas de los blancos evolucionados. Si lo que buscás es un espumante que sea suave y que tenga burbujas tan finas como para formar un mousse, inclinate por ellos.
Pocos vinos son tan delicados como el buen espumante y pierden su vitalidad por muchos motivos. Entre sus principales enemigos está la luz, y muy especialmente la luz del sol. Cuando se los expone a la luz, adquieren un sabor metálico. En la góndola, siempre es preferible que elijas el que está apartado de las ventanas o lámparas incadenscentes, porque esos tienen menos chances de estar en mal estado. Y si tiene la etiqueta decolorada, ni se te ocurra agarrarlo.
4. ¿Dulces o secos?
Los espumantes se clasifican según su cantidad de azúcar, de mayor a menor, en Dulces, Demis Sec, Sec, Extra Brut, Brut y Nature. Si te gustan las burbujas dulces, elegí los tres primeros sí, el Sec entra entre los dulces- y los otros si te gustan los secos. Cuanto más secos, más caros son.
5. ¿Qué cepa elegir?
Los grandes espumantes son siempre a base de Pinot Noir y Chardonnay. La fórmula está probada con siglos de existencia. Claro que las combinaciones de Chardonnay con Semillón y hasta Chanin Blanc también dan buenos vinos.
Fuente: http://www.mdzol.com/