¿Para qué sirve la cápsula?
Los bodegueros guardan el vino para su crianza en los botelleros sin capsular. Colocan la etiqueta y la cápsula en el momento que se distribuye.
Pero también hay un componente higiénico. Actualmente las cápsulas están hechas de hoja de estaño o de plástico; el plomo y las aleaciones que contienen plomo ya no están permitidas por las reglamentaciones de la UE.
La cápsula protege el cuello de la botella y el corcho frente al polvo, la sequedad y el deterioro. Además, ofrece cierta garantía de que la botella de vino nunca ha sido abierta.
Las cápsulas de plástico se colocan utilizando un dispositivo de contracción de cápsulas. En su parte superior incorporan una plaquita circular, a veces hecha de un material distinto, que presenta unas pequeñas perforaciones. Estas perforaciones se realizan ya que cuando las cápsulas se encajan con presión sobre el cuello de la botella, el aire debe poder escapar.
En el caso de las cápsulas de estaño, los agujeros no son imprescindibles, pues las hojas de estaño se enrollan sobre el cuello de la botella sin encajarlas a presión.