De Comodoro a la tierra de sus abuelos: "llegué a Sevilla y me dije, 'es acá, acá me quedo'"
Con el flamenco en la sangre, Florencia ahorró y finalmente pudo viajar a la tierra de sus abuelos, no con poca resistencia por parte de sus padres que imaginaban que podía a suceder lo que realmente pasó: aunque compró boleto de ida y vuelta, nunca regresó. Su formación en baile y canto le sirvió como puerta de entrada a un instituto, donde enseguida consiguió trabajo como profesora. "Se extraña el día a día, lo espontáneo de los encuentros con amigos", reconoce pensando en sus tiempos en Comodoro, al tiempo que valora la tranquilidad que diariamente, y en cualquier horario, se vive en el lugar que eligió hace 5 años.
María Florencia Sánchez Solís tiene 33 años y hace 5 que vive en Sevilla, el lugar que eligió mientras recorría España. Su formación como coach vocal, profesora de canto y bailarina de flamenco le abrió las puertas para conseguir si primer trabajo, apenas había decidido que no iba a usar el boleto de avión de regreso a Argentina. Conocé su historia en este episodio de "Comodorenses por el Mundo", el podcast de ADNSUR.
Cuando se fue de Comodoro a Buenos Aires a los 17 años a aprender a bailar flamenco, Florencia difícilmente podía imaginar que una década después estaría enseñándolo en el mismo lugar donde nació esa danza.
Ahorró bastante tiempo y hace 5 años se tomó un año sabático para viajar y conocer varios países. Aunque sacó tickets de avión de ida y vuelta, llamó desde España a sus padres para decir que no iba a volver.
"Siempre fue como un sueño, como un pendiente visitar la tierra de mis abuelos", cuanta, aunque aclara que son de pueblos cercanos, pero ninguno es de Sevilla.
Es que mientras recorría España y conocía algunos parientes, confiesa que "inconscientemente me imaginaba viviendo en cada lugar que visitaba", aunque fue al llegar a Sevilla donde dijo: "acá es, acá me quedo".
Apenas hubo decidido que ese era su lugar, se lo contó a sus padres, que desde Argentina imaginaban también que el viaje podía terminar de esa manera.
"Había conocido a la mano derecha de Farruco (el emblemático 'bailaor' de flamenco), que estaba abriendo un instituto y me convocó para ser profesora", recuerda. Desde ese momento, comenzó a dar clases allí y todavía continúa.
Pero como pensó que debía hacer algo más, buscó otro trabajo, que encontró en una inmobiliaria, aunque ella nunca había trabajado en ese rubro. "El que quiere encontrar trabajo, aquí lo encuentra", señaló.
Florencia menciona las diferencias que hay entre la cotidianidad laboral y social de Argentina y de España, y aunque allá la vida social es muy activa -after office, bares, salidas con compañeros y amigos- "no conocen la casa del otro, todos los encuentros se hacen afuera", menciona.
Por eso señala que extraña "el día a día con las amigas, los encuentros espontáneos", que vivía en Comodoro, al mismo tiempo que valora "la tranquilidad", que se respira allá, "de saber que no hay problema, al ir a cualquier lado, no hay horarios complicados, no hay que estar pendiente de la mochila o el móvil... eso es una cosa que en Argentina se perdió... falta la seguridad que uno tiene en este lugar". Escuchá su historia.
"Comodorenses por el Mundo" es un podcast de ADNSUR, conducido por Rocío Barquín, que apunta a conocer cuál es la historia detrás de los comodorenses que decidieron continuar sus vidas lejos de esta ciudad.
Quien no escuchó la frase "Dios los cría y ellos se juntan"... Comodoro, la ciudad del viento, tiene su propia versión "Dios los cría y el viento los amontona". Pero no siempre. Hay comodorenses que eligen que el viento sea la fuerza impulsora que los desparrame por el mundo. Historias de decisiones, desafíos, propuestas, romances y aventuras.
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