COMODORO RIVADAVIA - Una pareja de efectivos policiales de la seccional Quinta debieron actuar con suma celeridad para irrumpir en un domicilio del barrio Isidro Quiroga donde habían ingresado tres delincuentes que eran perseguidos tras un asalto en la vía pública. 

Es que tras el ingreso de los tres malhechores al domicilio, cerraron la puerta y desde el interior se escuchaban llantos de niños, y acorde a las facultades que le confiere la Ley ante situaciones límites, como por ejemplo sujetos armados, procuraron por todos sus medios tirar abajo la puerta o ingresar por alguna ventana mientras esperaban la llegada de refuerzos que solicitaron ante lo que suponían una emergencia de envergadura. 

Dos de los tres delincuentes lograron huir saltando un paredón del fondo de la casa, pero un tercero fue aprehendido cuando terminaba de saltar el muro. Este último resultó ser hijo de los propietarios del domicilio.

Se llevan martillo neumático valuado en 60.000 pesos

Según informaron las fuentes policiales, los hechos acontecieron entre las 12:30 y las 13 de ayer cuando fueron alertados de un robo agravado por el uso de un arma de fuego por parte de tres individuos jóvenes en perjuicio de un trabajador de la empresa “Golfo San Jorge” que se encontraba trabajando sobre avenida Lisandro de la Torre y calle Mariano Rodríguez.

Allí tras intimidarlo le robaron la herramienta de trabajo que resultó ser un martillo neumático valuado en una suma cercana a los 60.000 pesos. 

Los tres delincuentes escaparon a pie y fueron perseguidos por otros trabajadores y el propio damnificado que alertaron a un móvil policial en el que se desplazaban la oficial inspector Lorena Maldonado y el cabo Enrique Tanneur que se dedicaron a seguir persiguiendo a los delincuentes. Éstos, al verse casi alcanzados optaron por ingresar a un domicilio particular situado sobre la calle Rementería 2.478 y enseguida cerraron la puerta con una gran traba desde adentro. 

Ambos policías llegaron hasta la puerta de la casa y ordenaban que la abran, pero desde el interior escucharon el llanto de niños, y ante la eventualidad de que los delincuentes optaran por tomarlos como rehenes solicitaron refuerzos en forma inmediata y luego intentaron ingresar tirando la puerta abajo, lo que se hacía por demás difícil. 

Cuando ya estaban por lograr su cometido, desde el interior les abren la puerta y aparecen las figuras de dos mujeres cargando con dos niños en sus brazos. “¡Se nos metieron tres delincuentes que escaparon por el fondo!” gritaban las mujeres, aunque para eso ya habían pasado varios minutos.

Entre quienes habían llegado como refuerzo se encontraban efectivos de la seccional Sexta, entre ellos el cabo César Antinao, quien desde la otra calle lateral paralela a la Rementería, había logrado reducir y detener a uno de los 3 sujetos que saltaron el paredón.

A todo esto, en una de las habitaciones de la casa detectaron el martillo neumático robado al trabajador callejero, el que lograron secuestrar.

Finalmente y una vez en la dependencia policial situada en intersección de las avenidas Lisandro de la Torre y Patricios, identificaron al único detenido como Javier Roberto López, de 24 años, quien resultó ser hijo de los dueños de la casa donde buscaron refugio junto a los dos cómplices que lograron escapar.

Quedó detenido imputado en una causa por “Robo agravado por el uso de arma de fuego, en lugar poblado y en banda”, y en las próximas horas será sometido a la audiencia de control de detención en la oficina judicial del barrio Roca.

Fuente: Crónica

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