En los dos años anteriores, desde que se puso en marcha la renegociación de contratos (agosto de 2013) Comodoro percibió alrededor de 900 millones de pesos adicionales, sumando los dos conceptos previstos en la ley provincial de Hidrocarburos: el primero refiere a la reparación histórica (a través del canon de prórroga, pagado por única vez al momento de la firma), que distribuido en 3 cuotas semestrales totalizó alrededor de 52 millones de dólares (30 por el contrato de YPF; 18 de Tecpetrol; y 4 de Enap Sipetrol. No se cuentan aquí los 60 millones de dólares que deberían haber ingresado por el contrato de PAE, prorrogado en 2007).
A este primer concepto, se añaden los ingresos adicionales por mes, previstos también en los nuevos contratos, de entre 3 y 4 puntos de incremento según los casos. Por ese ítem, a la urbe petrolera habían ingresado el año pasado más de 360 millones de pesos. Para 2016, el municipio hizo una proyección en octubre último, para estimar el presupuesto de este año: se preveía un ingreso similar a la cifra arriba mencionada, pero la misma debería revisarse a la luz de las nuevas variables económicas, a saber: el cálculo se hizo sobre un dólar de 9,70 pesos, por lo que hoy el ingreso se eleva un 40% en pesos. Pero a su vez disminuye porque el precio del barril interno es menor que el del año pasado.
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A esos 360 millones de pesos adicionales, se deben sumar los ingresos habituales de regalías, que el año pasado totalizaron unos 245 millones de pesos. Es decir, más de 600 millones de pesos anuales entre ambos conceptos. Para este año, los valores deberán readecuarse a la luz de las variables antes mencionadas, pero considerando el año anterior, podría estimarse en 60 millones de dólares. Ello sin contar que, por la baja del precio internacional y sus efectos, la ciudad dejó de percibir otros 350 millones de pesos entre 2015 y 2016, ya que esa es la cifra que correspondería si el precio del crudo Escalante se hubiera mantenido en los 67 dólares que registraba en 2014.
Vale recordar que en la ley de Hidrocarburos, se beneficiaron además los municipios de Sarmiento; Rada Tilly, Río Mayo y Río Senguer, entre otros que componen la cuenca del golfo San Jorge.
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Así lo recordó el ministro Víctor Cisterna: “con la renegociación, se hizo la distribución especial para la zona petrolera que le ha dado un flujo de fondos bastante importante y no así al resto de la provincia”.
LA CAJA QUE PODRÍA DISCUTIRSE
Si Comodoro concentra alrededor del 85% de los ingresos adicionales, podría pensarse que la torta final del año pasado fue de más de 423 millones de pesos, unos 42 millones de dólares al tipo de cambio que rigió hasta fines de 2015.
Esa es la “caja” que, según los términos del ministro Cisterna, podría ponerse en discusión a la luz de una nueva ley de coparticipación interna en la provincia. Vale recordar además que la ley vigente contempla que Provincia se queda con el 84% de los ingresos habituales de regalías, mientras que el 16% restante se reparte entre los municipios. De ese total, el 40% corresponde a Comodoro y luego se reparte en función de la población de cada ciudad.
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Una de las primeras preguntas que surge es si se discutirá sólo el 40% de Comodoro, o también el 84% de la provincia. Y si se apunta a redistribuir lo que la ley provincial de Hidrocarburos fijó como un reconocimiento histórico a la zona sur (que sufre los impactos ambientales y sociales de la actividad hidrocarburífera), será fundamental debatir (sin “regionalismos”, ni de este lado ni del otro) cómo será en adelante la distribución equitativa de recursos y de obras.
Durante más de 100 años de extracción petrolera, Comodoro miró de costado cómo se hacía ese reparto. Hoy cuenta con una mayor cuota y no debería sentir culpas por ello, lo que tampoco significa renunciar a la responsabilidad de evaluar con claridad a qué se destinan esos fondos incrementales, para superar los retrasos de infraestructura que la ciudad sufre en el día a día, en muchos casos de forma similar a los inicios mismos del petróleo: falta de agua, de caminos seguros, de médicos y otros ejemplos que más que describir aquí, cada vecino puede enumerar según el impacto de su propia realidad.