El próximo domingo 1° de diciembre entrará en vigencia un nuevo incremento en los precios de los combustibles en Argentina. Las principales petroleras del país, lideradas por YPF, ajustarán las tarifas en surtidores con un promedio que ronda el 3%, aunque no se descarta que la suba sea levemente menor.

El ajuste está determinado por tres factores principales: devaluación mensual del tipo de cambio oficial, que establece un piso del 2%; incremento en el precio del barril de petróleo, específicamente el Brent, que experimentó un leve aumento en los mercados internacionales; actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), que subirá un 1%.

Este aumento será el segundo consecutivo tras la leve baja de precios aplicada por YPF en octubre, debido a la estabilidad momentánea del mercado de crudo.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Energía, las ventas de combustibles registraron en octubre un repunte en comparación con septiembre, aunque persiste una caída interanual en el despacho de nafta y gasoil.

YPF, que concentra cerca del 60% de las ventas en el país, confirmó que sus precios se encuentran en la denominada “zona de paridad de importación”, lo que implica que los futuros ajustes estarán vinculados al dólar oficial y al precio internacional del crudo. Las otras empresas del sector, como Shell, Axion y Puma, seguirán la política de la petrolera estatal, replicando las variaciones en sus precios.

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