A 6 semanas de la hora de la verdad, nadie duda que esta elección provincial tendrá una clara polarización, un mano a mano por la gobernación entre Juan Pablo Luque (Arriba Chubut) e Ignacio Torres (Juntos por el Cambio). Hay cinco fórmulas para llegar al Poder Ejecutivo, pero toda la atención se la roban los dos principales frentes electorales, que reviven un escenario de fuerzas que, en el repaso histórico, no se daba hace 20 años.

Esta elección será distinta a las últimas por varias razones, que es interesante explicar desde el análisis político. Al mirar hacia atrás, una de las cuestiones indiscutibles que salta a la vista es que el radicalismo viene siendo la tercera fuerza provincial en los últimos cuatro turnos. Todo indica que eso no va a ocurrir en esta oportunidad.

La lista del rawsense Raúl Barneche salió tercera en 2007 (además del triunfo del PJ, fue superada por el Provech en el segundo puesto); mismo tercer lugar que ocupó el radatyllense Pedro Peralta en 2011 (ante las dos listas peronistas de Buzzi y Eliceche) y que también alcanzó el capitalino Carlos Lorenzo en 2015 (superado por Chusoto y FPV).

Cuatro candidatos de la UCR: Barneche, Peralta, Lorenzo y Menna.
Cuatro candidatos de la UCR: Barneche, Peralta, Lorenzo y Menna.

También se ubicó en tercer lugar en 2019 el candidato a gobernador Gustavo Menna, quien terminó detrás de los dos frentes de Arcioni y Linares. En los cuatro casos mencionados, el radicalismo osciló entre los 30 mil votos (en sus peores épocas en 2007 y 2011) y los 45 mil sufragios hace cuatro años, pero siempre muy lejos de los ganadores.

Esta vez, la UCR integra junto al PRO un frente electoral que viene de un histórico triunfo hace dos años en las elecciones legislativas nacionales (la lista de senadores logró 110 mil votos alcanzando el 38 %) y el resultado más inmediato este año fue un triunfo en la segunda ciudad más importante, como Trelew, donde recuperó el municipio luego de la última victoria en 1999, hace 24 años.

El panorama el próximo 30 de julio mostrará además la ausencia de partidos provinciales fuertes (ambos inventados por Mario Das Neves, como el Provech en 2007 y el Chusoto en 2015) y hay un dato clave: el justicialismo parece haber superado su división interna surgida en 2009 con el nacimiento del Nuevo Espacio de la mano de Néstor Kirchner.

Néstor Kirchner en Puerto Madryn en julio de 2009, junto a Eliceche y Yauhar: se rompió el PJ de Chubut.
Néstor Kirchner en Puerto Madryn en julio de 2009, junto a Eliceche y Yauhar: se rompió el PJ de Chubut.

Desde aquella elección reñida hasta el final entre Martín Buzzi y Carlos Eliceche en 2011 (la más pareja de la historia) que el dasnevismo y el kirchnerismo vienen polarizando tres elecciones consecutivas: estas dos fuerzas políticas son dos caras de la misma moneda que atrajeron al 80 % del electorado durante una década, y que ahora van a estar dentro de la misma propuesta que encabeza Juan Pablo Luque.

Última vez

La última vez que se dio este escenario de fuerzas, con todo el peronismo unido de un lado y el radicalismo del otro (no existía el PRO en aquel entonces) fue hace 20 años, el 9 de noviembre de 2003. Se enfrentaron aquella vez el gobernador radical José Luis Lizurume (iba por la reelección) y el aspirante justicialista, Mario Das Neves.

Fue tal la polarización, que entre ambos reunieron el 87 % de los votos positivos. Se presentaron 8 fórmulas, y la boleta del PJ obtuvo el 45,5%, contra el 41,7 % de la UCR. Un resabio del “que se vayan todos” que se dio post diciembre de 2001: la tercera fuerza aquella vez fue el voto en blanco, con el 20,3 %, el porcentaje más alto en la historia de la provincia, triplicando los valores habituales.

José Luis Lizurume y Mario Das Neves fueron los dos protagonistas de la polarización de 2003.
José Luis Lizurume y Mario Das Neves fueron los dos protagonistas de la polarización de 2003.

Muchas lecturas suelen hacerse sobre el peso electoral de cada ciudad a la hora de definir un resultado, y hay que decir que, en aquella oportunidad, pocas veces una localidad fue tan determinante como Comodoro Rivadavia: de ninguna manera Das Neves hubiera sido gobernador sin el triunfo aplastante que tuvo en la ciudad petrolera.

El análisis de los datos muestra una elección parejísima en distritos como Trelew, Puerto Madryn y Esquel, y una paliza de Lizurume en todo el interior. La cuenta arroja que el gobernador radical sacó una ventaja de 5 mil votos en todo Chubut excepto en Comodoro, donde perdió con Das Neves por 13 mil votos, lo que arrojó un resultado final de triunfo del peronismo por 8100 sufragios.

Das Neves siempre tuvo claro que nunca hubiera podido alcanzar el poder sin el respaldo de la zona sur y por eso le devolvió el “favor” a la ciudad eligiendo como su “delfín” a un comodorense como Martín Buzzi, pero esa es otra historia.

Lo concreto es que, en aquel turno, luego de 12 años de gobierno radical, el justicialismo recuperó el poder y no lo largó más: fue la última vez que ambos espacios “ideológicos” (más allá de los cambios de nombres) se enfrentaron en dos boletas mano a mano, algo que se va a repetir el próximo 30 de julio.

Nuevo Partido

Luego de aquella elección, sobrevinieron dos fenómenos que rompieron esa polarización histórica (que se había repetido desde 1983): la aparición de partidos provinciales con fuerte protagonismo pero fugaz y momentáneo; y la división interna del justicialismo que se prolongó durante una década.

Desde la elección de 1973 con un segundo lugar por parte de su fundador, Roque González, el PACH siempre había sido la fuerza provincial que terciaba ante los partidos de pertenencia nacional. Incluso en 2003 salió tercera con el 8,5 % y ubicó dos diputados en la Legislatura.

Pero perdió ese protagonismo en 2007, cuando el gobernador Mario Das Neves -que gozaba de amplísimo respaldo popular- junto a su jefe de gabinete, Norberto Yauhar, elucubraron una estrategia novedosa: directamente inventaron un sello chubutense, denominado Provech (Proyección Vecinal de Chubut), junto a un grupo de intendentes que provenían del radicalismo.

Intendentes que conformaron el Provech en la boleta de Das Neves y le ganaron a la UCR: Seitune, Castro y Fernández.
Intendentes que conformaron el Provech en la boleta de Das Neves y le ganaron a la UCR: Seitune, Castro y Fernández.

Allí estaban el actual ministro de Seguridad, entonces intendente de Cholila, Miguel Castro; los actuales candidatos en Tecka (Jorge Seitune) y en Lago Puelo (Iván Fernández) y nada menos que el actual vicegobernador y candidato a ser reelecto en Arriba Chubut, el madrynense Ricardo Sastre. Integraron una boleta que fue “pegada” a la de Das Neves-Vargas para la gobernación, que finalmente logró un histórico 76 % de los votos positivos.

Una paliza irrepetible que ubicó al Provech como segundo espacio más votado (por el arrastre de la boleta de Das Neves) y que desbalanceó el equilibrio de fuerzas con la oposición en la Legislatura, ya que un solo espacio -el dasnevismo- alcanzó la mayoría especial propia con 21 de 27 diputados en el período 2007-2011.

Tres de los cinco miembros de aquel bloque de diputados del Provech: Ricardo Astete, Néstor García y Ricardo Sastre.
Tres de los cinco miembros de aquel bloque de diputados del Provech: Ricardo Astete, Néstor García y Ricardo Sastre.

Se trató de un partido acólito del poder, una estrategia para vencer el equilibrio constitucional. Esto rompió la polarización con la UCR, ya que el Provech obtuvo 41.000 votos y fue la segunda boleta más votada, mientras que el radicalismo obtuvo un lejano tercer lugar con apenas 29.600 votos (13,4 %). Lo que vino luego fue la división del peronismo en dos bandos, algo que tuvo un contexto especial: las aspiraciones presidenciales de Das Neves y su ruptura de la sociedad con el kirchnerismo.

División por 10 años

Luego de las legislativas de 2009, Mario Das Neves rompió abiertamente con el gobierno nacional del kirchnerismo, creyendo -erróneamente- que estaba terminada la hegemonía política de ese espacio ante la derrota de Néstor Kirchner en la provincia de Buenos Aires contra Francisco De Narváez.

La consecuencia -además de un durísimo corte en obras y aportes a la provincia- fue una visita de Kirchner a Puerto Madryn que dio nacimiento a lo que se llamó el Nuevo Espacio, que en realidad fue el Frente para la Victoria en Chubut, como entidad separada del PJ local que seguía respondiendo a la figura del gobernador.

Así, todos los que estaban unidos en el mismo lugar de éxito rotundo, sufrieron una implosión interna y se dividieron en dos células. Esto dio lugar a la elección más pareja de la historia provincial, y la de mayor anticipación, en un intento de despegue total ante un kirchnerismo en crecimiento luego del fallecimiento de su líder en octubre de 2010.

Eliceche y Buzzi durante el interminable y escandaloso escrutinio de 2011: primera experiencia de una interna del PJ llevada a la general.
Eliceche y Buzzi durante el interminable y escandaloso escrutinio de 2011: primera experiencia de una interna del PJ llevada a la general.

El 20 de marzo de 2011 -¡9 meses antes del traspaso!- Chubut abrió el calendario nacional y captó toda la atención de los medios del país, en un proceso bochornoso, con denuncias de fraude incluidas. El dasnevismo, encarnado en el candidato Martín Buzzi, contra el kirchnerismo, representado por Carlos Eliceche, protagonizaron un recuento voto a voto que llevó a una inédita elección complementaria en cinco mesas, que terminó con una diferencia de apenas 385 votos de la lista de Buzzi (40,4%), frente a la de Eliceche (40,2 %).

Otro dato, por si hacía falta para mostrar más una provincia dominada por facciones peronistas y un radicalismo absolutamente relegado: la lista de Pedro Peralta obtuvo apenas un 12,7 % (el porcentaje más bajo de la UCR en la historia).

Y un agregado muy importante que volvería a darse en la elección siguiente: la gente votó una composición de la Legislatura opuesta al Ejecutivo. La lista de diputados del FPV obtuvo el 38,6 % y la del dasnevismo el 38,2 %.

Mismo escenario

El mismo escenario de fuerzas volvió a plantearse en Chubut en 2015, conl kirchnerismo -ahora encarnado por Buzzi pasado al bando nacional- frente al dasnevismo, pero con un dato nuevo: el debut del partido Chubut Somos Todos, creado por Mario Das Neves para tener independencia frente a los vaivenes del justicialismo.

En realidad, se trataba de las mismas dos facciones del peronismo, pero ahora con una escisión en un partido provincial. Otra vez ambas fuerzas acapararon más del 80 % de los votos aunque en este caso en medio de una elección nacional con boletas extra largas y escrutinios demorados.

A pesar de tener boleta sin candidato a Presidente, Das Neves obtuvo el 41,8 % contra el 40,6 % que obtuvo Buzzi, una diferencia de 3.500 votos. Muy atrás quedó la lista de Carlos Lorenzo (14,7 %) con el debut de Cambiemos en una boleta pegada a Mauricio Macri. En este caso, luego de un regreso a la normalidad con índices del 6 y 7 %, volvió a subir el voto en blanco al 14,8 %.

Hubo mucho corte de boleta en la categoría diputados provinciales, donde volvió a quedar una Legislatura opositora. La lista del FPV ganó con el 41,6 % (un punto más que Buzzi), la del Chusoto salió segunda con el 38,2 % (3,5 puntos menos que Das Neves) y la de Cambiemos obtuvo el 17 % (2,5 % más que Lorenzo).

Das Neves ganó la gobernación por tercera vez en 2015: fue el primer triunfo en la historia de un partido provincial, en el debut del Chusoto.
Das Neves ganó la gobernación por tercera vez en 2015: fue el primer triunfo en la historia de un partido provincial, en el debut del Chusoto.

Y en 2019, dos años después del fallecimiento de Das Neves, igualmente su fuerza política volvió a protagonizar una polarización contra la lista del justicialismo/kirchnerismo. Su ex vicegobernador Mariano Arcioni ganó (también en elecciones anticipadas que se votaron en junio) con el 41,3 %, contra la lista peronista de Carlos Linares (el Frente Patriotico sacó 33,9 %).

La boleta de Juntos por el Cambio que llevaba a Gustavo Menna encabezando la fórmula a gobernador, quedó tercera con el 15,4 %, lo que significó una pérdida de 50.000 votos en dos años respecto a las legislativas de 2017, donde había obtenido el segundo lugar con 95 mil votos. Una muestra de cómo cambia el voto de los chubutenses entre las elecciones legislativas y las ejecutivas.

Regreso a una disputa histórica

Este repaso sirve para mostrar los escenarios que fue teniendo Chubut a lo largo de los últimos 20 años, y entender que este 2023 desaparecen factores determinantes, ya que la conformación del frente Arriba Chubut con 8 partidos incluye a todos los sellos del peronismo que antes iban enfrentados; de la mano de esto, dentro de ese espacio está absorbido el último partido provincial fuerte, ganador de las dos elecciones inmediatas, como es el Chusoto.

Es decir que cambia el eje de la polarización, que ahora no será entre dos facciones nacidas del peronismo, como eran Buzzi-Eliceche, Das Neves-Buzzi y Arcioni-Linares, sino entre una alianza que nuclea al gran mundo del justicialismo -con todo el “pan peronismo” adentro-, enfrentada a otra integrada por el radicalismo, pero con un marcado liderazgo del PRO.

Los sondeos previos, a 45 días, indican que hay una polarización marcada y una elección muy ajustada, que algunos encuestadores califican de empate técnico. La historia enseña que, ante semejante paridad, hay un margen de corte de boleta que no volvería extraño que se repitiera una Legislatura de un color político diferente al Ejecutivo.

Ya le tocó a Carlos Maestro gobernar entre 1991 y 1995 con una Legislatura de mayoría peronista, y lo dicho, le pasó a Buzzi (2011-2015) y al período que empezó Das Neves y terminó Arcioni entre 2015 y 2019.

El bloque opositor a Das Neves en 2015: Gabriela Dufour habla con Blas Meza Evans; a su lado, Florencia Papaiani.
El bloque opositor a Das Neves en 2015: Gabriela Dufour habla con Blas Meza Evans; a su lado, Florencia Papaiani.

Queda claro que esta elección que se avecina tiene condimentos que la diferencian de todas las anteriores y en todo caso la emparentan con aquel viejo enfrentamiento de hace 20 años. Lógicamente que hay diferencias: no hay un gobernador que vaya por la reelección, y por primera vez en la historia de Chubut, no habrá un afiliado a la UCR como candidato a gobernador.

Ese último dato es fuerte, y marca el cambio de época: desde los primeros comicios en 1958, se votó 14 veces (incluyendo la de 1962 que fue anulada) a gobernador en Chubut, y si bien en los comienzos el peronismo estuvo proscripto, el hecho incuestionable es que -hasta aquí- la UCR fue el único partido que siempre tuvo un afiliado encabezando al menos una de las fórmulas.

Gobernadores radicales: Galina, González, Viglione, Maestro y Lizurume.
Gobernadores radicales: Galina, González, Viglione, Maestro y Lizurume.

Esta vez, entre las cinco propuestas, ningún candidato a gobernador es de la UCR, partido que ocupó el sillón de Fontana 50 en seis mandatos, con figuras como Jorge Galina, Roque González -destituido y reemplazado por Manuel Pio Raso-, Atilio Viglione, Carlos Maestro -dos veces- y José Luis Lizurume.

Un último comentario: venimos expresando a través de nuestras columnas que el escenario político de Chubut muestra ausencia de liderazgos, con una gran atomización y divisiones internas. La incógnita es si el resultado del 30 de julio terminará con estos patrones y volverá a instaurar a nuevas figuras como los líderes de las próximas décadas. En definitiva, serán los chubutenses los que decidirán a quién entregan ese poder, y si es de manera contundente o repartida.

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