Minería, Superior Tribunal y cambios en el gabinete: la agenda que dejará el escenario poselectoral en Chubut
La fecha del 14 de noviembre es un punto de inflexión: el resultado puede incidir en una serie de asuntos muy importantes que están en carpeta impulsados por el Ejecutivo, que a su vez debe tomar definiciones internas sobre la continuidad de su equipo.
Hay un escenario poselectoral nacional que preocupa, vinculado a la situación económica, en un contexto al que por supuesto nuestra provincia no es ajena. Pero más allá de las repercusiones generales en materia social que puedan dejar las elecciones a nivel país, en Chubut hay una agenda política pendiente: se trata de temas urgentes, que sí o sí van a exigir una definición antes de que termine diciembre.
El 15 de noviembre va a comenzar un período crucial de 45 días antes del receso de verano, en el que la Legislatura volverá a convertirse en el centro de las miradas, como reflejo de la política provincial. Está claro que el resultado de las urnas va a reflejar un nuevo mapa, con ganadores y perdedores, y va a dejar marcada la cancha para 2023.
Ya explicamos que, de acuerdo al resultado de las PASO, prácticamente los 27 diputados quedaron en el bando perdedor. Si estos números se mantienen, habrá que ver cuál es el efecto que esto puede producir en legisladores que saben que a su espacio político le quedan nada más que dos años. Hay quienes creen que es el ambiente ideal para avanzar en definiciones que, si no se toman, después le dejarían la mesa servida a un futuro gobierno que podría ser de otro color político.
Con este panorama a la vista, es interesante poner sobre la mesa cuáles son los temas pendientes, en una lista que no se agota por nivel de importancia, sino más bien de urgencia: es cierto que el mundo no se acaba en diciembre, pero de aquí a fin de año parece abrirse una brecha de “ahora o nunca” para varias cuestiones.
El primero de esos asuntos, es el de la diversificación productiva de la meseta, en realidad más conocido como el proyecto 128 de zonificación minera. Como se sabe, el tema fue propuesto por el gobierno de Mariano Arcioni después de mucho tiempo en que se había convertido en una cuestión tabú que, más allá de lo discursivo, ninguna gestión se había animado a poner sobre la mesa.
Con los pros y los contras que se puedan encontrar en la manera de llevar adelante el planteo y en el contenido del articulado, lo cierto es que por una vez se logró instalar en el ambiente político la famosa discusión sobre la matriz productiva de la provincia. Pero después de cuatro meses en comisión, el tema quedó “stand by” con un dictamen a favor de la aprobación que espera desde el mes de marzo, sin ser tratado en el recinto debido a la falta de votos para lograr una mayoría.
La sensación es que se está esperando a que pase el 14 de noviembre, porque hay espacios políticos que no se animan a dar la discusión en medio de la campaña, a pesar de que el gobernador los calificó de “hipócritas”. Ahora bien, este tema sigue latente, y es probable que se vuelva a la carga con todo hacia fin de año. La pregunta es, si la indefinición continúa, ¿qué hará el oficialismo con el dictamen? ¿Cuál será el planteo del gobierno nacional a su tropa chubutense si el resultado electoral no acompaña y continúa la alarmante falta de inversiones privadas en el país?
Las dilaciones de la política son funcionales a evitar un debate pendiente que podría definir el futuro productivo de Chubut. Hubo intervenciones de Nación en favor del desarrollo del proyecto Navidad, pero está claro que se trata de una discusión que se deberá dar "puertas adentro" de Chubut. El firme "no a la mina" de Esquel -no incluida en este proyecto de zonificación- se contrapone con la postura en la golpeada meseta central.
Después de las elecciones solo quedarán algunas sesiones pendientes en la Legislatura, en donde el proyecto tiene un dictamen favorable. "Tenemos que dar una discusión con respeto del proyecto de ley que ya tiene dictamen. La minería no debe ser un tabú. En eso estamos de acuerdo con el presidente del partido radical, Alfredo Cornejo", disparó en las últimas semanas el propio Arcioni.
SUPERIOR TRIBUNAL
Otro asunto de Estado que está esperando definiciones para después de las elecciones, es la cobertura de vacantes en el Superior Tribunal de Justicia. Como ya informamos desde este espacio, los pliegos enviados por el Ejecutivo proponiendo los nombres de Ricardo Napolitani, Daniel Báez y Silvia Bustos ya están en la comisión de Asuntos Constitucionales, y corre un plazo legal para convocar a una sesión especial antes de que se cumplan los 30 días, algo que ocurrirá el 20 de noviembre.
Después de tomarse más de un año luego de la vacante dejada por Miguel Donnet, el gobernador propuso tres postulantes para los cuatro lugares disponibles, dejando al PJ la posibilidad de proponer el nombre restante. Hasta ahora, en el justicialismo nadie abre la boca y se insiste con la ley de paridad de género, mientras hay actores que negocian nombres con el oficialismo para después del 14 de noviembre, como el de la fiscal comodorense Camila Banfi.
Por el momento, la cuestión parece trabada en la mayoría especial de 18 votos que exige la Constitución, número que a esta altura parece imposible de alcanzar. Pero se sabe que la política es el arte de lo posible. La pregunta que se va a develar de aquí a fin de año es si hay margen para cerrar un “paquete completo” sumando un cuarto nombre desde el peronismo, o si esta Legislatura se va a perder la oportunidad y dejará que sea el próximo gobierno el que ubique a sus propios nombres en la corte provincial.
Por lo pronto, la semana que comienza puede empezar a develar algunos interrogantes, ya que en la sesión del martes se va a definir la fecha de convocatoria para la sesión especial con el interrogatorio a los tres aspirantes. En la última reunión de Labor Parlamentaria se había barajado la fecha del 9 de noviembre, propuesta que habrá que ver si consigue los votos necesarios o si la Cámara prefiere esperar para después de las elecciones, en una fecha posterior al 23 de noviembre que ya tendría los plazos vencidos que marca la ley.
PRESUPUESTO
Está previsto que recién en la semana del 23 de noviembre el gobierno envíe el proyecto de Presupuesto 2022, una ley clave que va a determinar la inversión en obra pública para cada localidad, pero especialmente, la pauta salarial prevista para los empleados estatales, que hasta el momento siguen reclamando una negociación paritaria que no se ha dado desde hace dos años y medio.
Un año atrás, en octubre de 2020 -año que estuvo marcado por la terrible merma de ingresos producto de la pandemia-, la cuestión salarial era el tema central que eclipsaba la agenda política. De lo único que se hablaba era de avanzar en la renegociación con los acreedores de los bonos en dólares, de las fechas del pago escalonado, y de las asistencias indispensables de Nación a través de préstamos del Fondo Fiduciario para poder afrontar el pago de sueldos mes a mes.
Doce meses después, producto de los avances en la renegociación de la deuda y una importante mejora en los ingresos por la suba de regalías y de la coparticipación federal, el gobierno está al día con los depósitos de haberes, logró cancelar los sueldos atrasados y ya tiene la plata para pagar el medio aguinaldo a mediados de diciembre. Si esto se confirma, habrá finalizado el año pagando el equivalente a más de 16 masas salariales.
Es cierto que el gobierno aún adeuda la plata de las cláusulas gatillo pendientes a personal de salud y policía, pero el dato objetivo marca que, a lo largo de este año, además de los 13 sueldos obligatorios, el Ministerio de Economía afrontó en el mes de enero el pago de los sueldos atrasados de noviembre y diciembre, más el medio aguinaldo de fin de año, y luego el equivalente al tercer y cuarto rango del mes de octubre.
El gobierno arrancó el año debiendo más de tres masas salariales, y termina 2021 con los sueldos al día, lo que no debería ser motivo de festejos porque es obligación cumplir con lo establecido, pero no deja de ser un hecho significativo en una provincia que estaba con sus números absolutamente en rojo.
Si bien se mantienen los focos de conflicto con varios sectores de la administración pública que reclaman una actualización urgente, la cuestión del pago de sueldos ya no tiene en vilo a la sociedad como hace un año. Ahora le queda al gobierno el desafío de acordar una pauta salarial para el año próximo, con una economía que sufre una devaluación alarmante y una inflación atroz que se come el bolsillo del asalariado, que seguramente obligará a mejorar el 30 % escalonado que fue dado por decreto.
Todo lo dicho sirve para evaluar el actual contexto en el que se va a discutir el Presupuesto en diciembre. Hay que recordar que el gobierno logró sacar esta ley hace un año con una ajustadísima mayoría y es probable que esta vez vuelva a ocurrir lo mismo, teniendo que recurrir a los votos de bloques “aliados” para llegar a la mayoría simple.
Es probable que buena parte de la discusión sobre este proyecto gire en torno a cuál debe ser el peso del pago de salarios en el presupuesto total, ya que la mirada del Ejecutivo es que no puede llevarse el 80 % del gasto global y dejar apenas un 20 % para servicios y la inversión en obras de infraestructura.
GABINETE
Y finalmente el otro tema a tener en cuenta luego del resultado electoral, es en qué áreas tiene pensado meter mano el gobernador Mariano Arcioni dentro de su equipo de gobierno. Lo que está claro es que esto dependerá de la lectura que haga el mandatario del mensaje de las urnas, y del número final que obtengan los candidatos de Chubut Primero.
Por lo pronto, hay áreas donde el ojo está puesto especialmente y que están “en capilla”: se trata de Educación, Familia, Seguridad y Turismo. Quizás no sea las púnicas, pero es probable que Mariano Arcioni vaya a apuntar a estos sectores a la hora de “oxigenar” su gabinete a fin de año.
El Ministerio de Educación es el área que más le ha costado a esta gestión, con varios cambios y perfiles disímiles que no han logrado dar en la tecla, y si bien no se va a admitir hacia afuera, si reconoce que es el Talón de Aquiles. La falta de un ciclo normal de dictado de clases hace tres años, los conflictos permanentes con los docentes, y la elección de una nueva conducción gremial en Atech, seguramente obligarán al gobernador a tomar una decisión en ese sentido.
Por otra parte, se está evaluando con mucho detalle dos áreas como Familia y Turismo: la primera, ha tenido un perfil muy bajo en su titular, Gustavo Hermida, y se buscaría una figura con más vuelo político. La segunda, es un área históricamente reclamada por el sastrismo y el sector de Puerto Madryn, y es probable que la buena relación con el vicegobernador se termine de sellar con un acuerdo de ese tipo.
Y finalmente el Ministerio de Seguridad es hoy en día toda una incógnita: seguramente dependerá del resultado electoral de su actual titular, el candidato a senador Federico Massoni. El 15 de noviembre, con los números en la mano, el gobernador Mariano Arcioni deberá tomar una definición, respecto a una de las figuras que ha sido clave hasta aquí en los cuatro años que lleva al frente del Ejecutivo.
Lo dicho anteriormente marca que el domingo 14 será un punto de inflexión, y muchas de las decisiones que se tomarán a futuro dependerán de lo que allí suceda. De aquí a fin de año se pondrá a prueba una vez más la capacidad de reacción de la dirigencia política chubutense.