De acuerdo a la información chequeada por ADNSUR, en los próximos días se hará oficial un nuevo recambio en el gabinete chubutense: el actual ministro de Ambiente, Eduardo Arzani, dejará su lugar para asumir en la nueva Agencia de Comercio Exterior, y su cargo será ocupado por el comodorense Roberto Jure, actual director general de la Comarca Senguer-San Jorge en esa cartera.

Con esta modificación, serán en total cinco los ministros removidos luego del contundente resultado electoral del 14 de noviembre, que sumados a la ocupación de una secretaría estratégica que estaba vacante hace meses, implican que la mitad del equipo de la primera línea provincial estará renovando sus caras, en lo que busca ser una interpretación del mensaje de la gente en las urnas.

Los nuevos funcionarios que asumieron a fines de 2021: Ayala, Sandilo, Gaffet, Simone y Das Neves.
Los nuevos funcionarios que asumieron a fines de 2021: Ayala, Sandilo, Gaffet, Simone y Das Neves.

Pasando en limpio, los cambios de ministros suman 5: en Seguridad, Leonardo Das Neves por Federico Massoni; en Familia, Mirta Simone por Gustavo Hermida; en Turismo, Leonardo Gaffet por Néstor García; en Gobierno, Cristian Ayala por José Grazzini; en Ambiente, Roberto Jure por Eduardo Arzani. Y se puede agregar en sexto lugar, la cobertura de la Secretaría General de Gobierno que estaba vacante desde la salida de Javier Touriñán hace un año, con la figura de Alejandro Sandilo.

En tanto se mantienen por el momento en su cargo 6 ministros: Oscar Antonena en Economía; Gustavo Aguilera en Infraestructura; Florencia Perata en Educación; Fabián Puratich en Salud; Martín Cerdá en Hidrocarburos; y Leandro Cavaco en Agricultura, Ganadería, Industria y Comercio.

Los seis ministros que continúan por el momento: Cavaco, Puratich, Antonena, Perata, Cerdá y Aguilera.
Los seis ministros que continúan por el momento: Cavaco, Puratich, Antonena, Perata, Cerdá y Aguilera.

El recambio de nombres se fue dando a lo largo de dos meses, desde fines de noviembre, con la primera salida ya cantada que era la de Federico Massoni en Seguridad. Siguieron con diferentes áreas de menor relevancia y continuaron con la salida de otro hombre clave de los primeros dos años, como fue José Grazzini, que ocupaba el rol más político en el ministerio de Gobierno.

En esta columna habíamos explicado en más de una oportunidad que Massoni y Grazzini formaron parte de una interna durísima que atravesó el gabinete durante la pandemia, representando dos extremos de una tensión permanente. Con sus salidas, Arcioni buscó la paz hacia el interior, cansado de tanto “tira y afloje”. No hubo ganadores ni perdedores, solamente relaciones desgastadas y necesidad de oxigenación.

Con la salida de dos pesos pesados como Massoni y Puratich, se fueron los ejes de una larga interna.
Con la salida de dos pesos pesados como Massoni y Puratich, se fueron los ejes de una larga interna.

Pero también hubo un mensaje hacia adentro, ratificando a otros dos actores en lugares claves que siguen contando con la total confianza del mandatario, como son el ministro de Economía, Oscar Antonena, y el ministro de Salud, Fabián Puratich. La otra cartera estratégica que aún está en análisis es Educación: en el gobierno saben que el mensaje de las urnas fue muy duro respecto a la falta de clases, pero creen que no es el momento de meter mano en esa área cuando se está negociando en paritarias previo al inicio del ciclo lectivo. Después, se verá.

Como siempre decimos, el ritmo que vive esta provincia es tan vertiginoso, que los recambios se fueron haciendo en un fin de año absolutamente caótico y convulsionado. Los acontecimientos vividos en torno a la ley de zonificación y su posterior derogación, no permitieron dimensionar el proceso de rearmado del equipo para encarar la segunda etapa del mandato.

Hoy, pasadas algunas semanas y en medio de un receso veraniego que permite cierta distancia, es el momento de analizar las razones de los cambios en el equipo provincial, y de detenerse en los nuevos nombres elegidos por el gobernador: en la cabeza de Arcioni, todo parece apuntar en la búsqueda de un equipo más “identificado” con la gestión, que tenga la camiseta puesta y sienta el orgullo de formar parte.

NOMBRE POR NOMBRE

Si realizamos el repaso de los cambios de manera cronológica, hay que dividirlos en dos etapas: la primera con las áreas de Seguridad, Familia y Turismo; y la segunda merece un capítulo aparte, que es la cartera de Gobierno, cambio al que luego se le sumó la Secretaría General de la Gobernación, y ahora se agregará Ambiente.

La salida de Massoni en Seguridad era imposible de detener, porque la relación política con Arcioni estaba acabada a partir de una campaña electoral absolutamente errática. Como ya hemos detallado, la personalidad del ex ministro de Seguridad siendo cabeza de la categoría senadores, arrastró a toda la lista a una derrota basada en una lectura equivocada del panorama y con una estrategia individualista, además de otras razones de fondo.

Arcioni nunca le perdonó que se haya cortado sólo y que sus errores estratégicos lo hayan perjudicado, sin pensar en el conjunto. El desastre del resultado fue la excusa para explicar la salida, y hasta el desenlace fue una muestra de una relación rota: fiel a su estilo personalista, Massoni nunca respetó la autoridad del gobernador, no le permitió manejar los plazos, y anticipó hasta el día en que se iba, apurando un anuncio que el mandatario quería hacer en conjunto en diciembre.

Este proceso en medio de negociaciones dilatadas con el Consejo de Bienestar Policial, provocó un vacío de poder, llevando a la policía a un estado de reclamo inédito que terminó con funcionarios casi secuestrados hasta obtener, del mismo Massoni, un compromiso de aumento salarial que no contaba con el aval del Ministerio de Economía.

Para salir de manera urgente de esta encerrona, la elección del reemplazo por parte de Arcioni recayó en un hombre del equipo, buscando que el recambio sea lo menos traumático posible: Leonardo Das Neves tiene buena relación con Massoni y la gente que ya estaba en el ministerio.

Arcioni junto al nuevo ministro de Seguridad y la nueva Plana Mayor de la policía.
Arcioni junto al nuevo ministro de Seguridad y la nueva Plana Mayor de la policía.

Quizás la decisión más importante del mandatario en este punto, haya pasado por el Jefe de Policía. Fue Arcioni quien, incluso antes de definir al nuevo titular de Seguridad, decidió que el reemplazante de Miguel Gómez sea Víctor Hugo Acosta, a quien conoce desde hace muchos años, cuando fueron compañeros del Liceo General San Martín en Comodoro Rivadavia. Aprendiendo de la experiencia vivida con Massoni, el gobernador dejó en claro que quería un jefe policial que le respondiera a él antes que a nadie, y que no fuera un mandadero del ministro de turno.

Dos semanas después, avanzó con otros dos cambios que ya tenía definidos hace rato. En Familia, la idea era levantar el bajísimo perfil que le imprimió al área el ex intendente de Río Mayo, Gustavo Hermida, quien había llegado un año y medio antes para tapar el escándalo que había quedado con la salida de Cecilia Torres Otarola.

La elección de Mirta Simone, una mujer conocedora de la materia donde ya venía trabajando como subsecretaria de Desarrollo Humano, y con una importante formación académica y laboral, cubrió tres aspectos: instaló a otra mujer en el primer lugar de un gabinete donde no abunda la presencia femenina; levantó el perfil y la expectativa en el área social; y afianzó la relación con el gremio de ATE, debido al estrecho vínculo con su líder, Guillermo Quiroga.

Arcioni junto a los nuevos ministros de Turismo y Familia.
Arcioni junto a los nuevos ministros de Turismo y Familia.

En el caso de Turismo, la decisión de remover a Néstor García la tenía el gobernador hace rato, en un sector afectado duramente por la pandemia que necesitaba otra energía y otro perfil. Tuvo dudas respecto a devolver esa área a Puerto Madryn que la viene reclamado históricamente, y si bien se barajó a un hombre de confianza del vicegobernador Ricardo Sastre, finalmente Arcioni optó por Leonardo Gaffet, alguien que se acababa de sumar al equipo del intendente capitalino Damián Biss.

De hecho, el arribo de Gaffet –hombre con una larga trayectoria en el sector y amigo de su antecesor García- fue consensuado con el jefe comunal, con quien el gobernador mantuvo una excelente relación hasta el día después de la aprobación de la ley de zonificación. Luego, las actitudes de Biss en contra de la ley impulsada por el gobierno, rompieron el vínculo político y hoy la conexión entre la Provincia y el municipio de Rawson está totalmente cortada.

UN CAMBIO DIFICIL

Sin dudas, el cambio que más le costó realizar a Arcioni fue el de José María Grazzini. A lo largo de dos años en el ministerio de Gobierno, se había generado un alto nivel de confianza entre ambos, a pesar de que “Pepe” provenía del palo del justicialismo y había sido en el pasado un diputado opositor a su gestión.

Sin embargo, el rol de “negociador” que llevó adelante el madrynenense-cordobés especialmente con los gremios en una época de vacas flacas y escasez de recursos, en medio de pago escalonado y deudas millonarias, le hizo ganarse el respeto de sus pares, salvo de Massoni, con quien mantuvo una rivalidad ideológica a veces sorda y otras veces más ruidosa.

En dos años de trabajo, Grazzini y Arcioni formaron un equipo que no fue fácil dividir.
En dos años de trabajo, Grazzini y Arcioni formaron un equipo que no fue fácil dividir.

Arcioni siempre le reconoció a Grazzini ese valor agregado, pero comenzó a observar que el área de Gobierno descuidaba otras funciones que eran de su competencia, y que se acumulaban muchos expedientes que quitaban agilidad a la administración. Tampoco le gustó que tuviera un perfil tan bajo en muchos temas de actualidad sentado en un sillón de tanta exposición, y la verdad es que hubiera deseado que saliera más seguido públicamente a marcar posicionamiento en nombre de la gestión.

El desgaste entre Arcioni y Grazzini comenzó a notarse en algunos temas como el armado del presupuesto y la creación de nuevos cargos para 2022, más algunas actitudes que no gustaron durante el último conflicto con la policía, del que Grazzini se fue de la reunión amagando con una renuncia que no fue tal, dejando en soledad a su par Oscar Antonena.

El gobernador ya había comenzado a elevar el perfil de Cristian Ayala al ponerlo como jefe de la campaña electoral en el valle. Conforme con su rol en Trabajo, le pidió que se haga cargo del ministerio de Gobierno con la función de negociar con los gremios, pero sin descuidar el resto de las áreas, como veía que ocurría con Grazzini.

Mientras tanto, Arcioni buscó que la salida de “Pepe” no fuera traumática, e intentó negociar varios enroques, ofreciéndole a lo largo de diciembre que asumiera en otros lugares y siguiera en el equipo, pero con un perfil más bajo. La actitud de Grazzini fue inflexible, y planteó que era Gobierno o nada, con el argumento de que su continuidad iba a ser leída como un doble comando.

Arcioni toma juramento a Ayala a fines de diciembre.
Arcioni toma juramento a Ayala a fines de diciembre.

Después de muchas idas y vueltas, la inevitable salida se oficializó a fin de año, y ahora Ayala pasó a ser la cara más política del equipo. Se trata de un abogado de 49 años nacido en Trelew, hijo de un dirigente sindical de la AOT con una historia familiar que durante el golpe del 76 los llevó a tener que trasladarse a Formosa, para luego volver en los 80 a Chubut.

Como abogado, cuenta con una extensa trayectoria asesorando a distintos gremios como Atsa, Bancarios, Atech, Straed, Sadop, Upcn, Somu, Supa y Sitravich, entre otros. En la función pública, tuvo un paso como asesor del Instituto de Seguridad Social y Seguros en 2012, época en la que él mismo recuerda "tuve un infarto, me colocaron dos stent y debí cerrar mi estudio".

HOMBRE DE CONFIANZA

El mismo día que anunció el cambio en el ministerio de Gobierno, Arcioni designó a Alejandro Sandilo -quien fue su mano derecha como secretario privado durante cuatro años- como nuevo Secretario General de la Gobernación. Esta decisión amerita un análisis con varios detalles. Lo primero a marcar, es que luego de probar en esa área importante -que fue restablecida al asumir su segundo mandato- con varios nombres que no le dieron resultado, Arcioni optó por un hombre de su máxima confianza.

Junto con Educación, en los últimos dos años fue el cargo que más le costó cubrir al gobernador. Generó expectativa al reformular el armado del gabinete y poner allí a su amigo Carlos Relly, quien sin embargo no demostró en seis meses aptitud para ese rol. Luego optó por un altísimo perfil político con la designación de Andrés Meiszner, experiencia que derivó en una crisis de protagonismo que duró poco más de un mes.

Posteriormente, volvió a apostar por una figura de larga experiencia política, como la de Javier Touriñán. Sin embargo, la falta de sintonía con el circulo de más estrecha confianza se notó en apenas cuatro meses, y el ex diputado, quien estaba en Petrominera previamente, se fue dando un portazo.

Relly, Meiszner y Touriñán: tres experiencias fallidas en la Secretaría General de Gobierno.
Relly, Meiszner y Touriñán: tres experiencias fallidas en la Secretaría General de Gobierno.

En menos de un año habían pasado tres secretarios generales, sin resultados positivos. Por ello, se optó por dejar el área “stand by”, y durante todo ese lapso, fue la subsecretaria de Información Pública, Vanesa Abril, quien estuvo a cargo de manera interina.

La elección de Sandilo para encarar los últimos dos años de mandato en ese puesto obedece, por un lado, a que es uno de los pocos dentro del gabinete por quien Arcioni pone las manos en el fuego, ya que desde las épocas como vicegobernador en la Legislatura se fue generando un vínculo a prueba de balas. A lo largo de todo este tiempo en el que el gobernador vivió todo tipo de internas propias y ajenas, el calvo funcionario soportó estoico varias operetas -algunas de compañeros de gabinete-, y siempre mostró lealtad.

Y por el otro, se debe a que tiene un bajísimo perfil político, que no va a buscar opacar o competir con el gobernador, pero a la vez tiene una gran experiencia administrativa que obtuvo en este tiempo, como para darle agilidad a todos los trámites y expedientes que dependen de esa área.

Arcioni y Sandilo tejieron un estrecho vínculo de confianza desde 2015, en épocas de la Legislatura.
Arcioni y Sandilo tejieron un estrecho vínculo de confianza desde 2015, en épocas de la Legislatura.

Sandilo ya metió mano en la estructura y realizó cambios, armando un nuevo organigrama interno: de él dependen tres subsecretarias, como Información Pública, Relaciones Institucionales, y Coordinación y Enlace. Y varias direcciones importantes, como la Casa del Chubut, Administración de Personal, el Boletín Oficial, los Reconocimientos Médicos; así como las direcciones de Aeronáutica, Automores y Viviendas Oficiales, Protocolo y Ceremonial.

Es decir que, de esa secretaría, que pasa desapercibida para el gran público, depende una gran cantidad de las áreas que hacen funcionar al Estado. En resumen, Sandilo es una apuesta al bajo perfil, la confianza ciega, y la agilidad de la gestión, en un organismo que hasta el momento no ha logrado funcionar como marcan los papeles.

EL CAMBIO MAS RECIENTE

El análisis del nuevo gabinete termina con el anticipo de ADNSUR de una modificación que aún no se produjo, pero que es inminente. La salida de Eduardo Arzani del Ministerio de Ambiente, que venía ocupando hace más de tres años. Fue el único titular de esa área nombrado por Arcioni en todo su mandato, por lo que es uno de sus funcionarios más antiguos, uno de los pocos sobrevivientes de su primera época.

Arzani había llegado a Ambiente en septiembre de 2018, cuando reemplazó al ministro que había ocupado el lugar desde la llegada de Mario Das Neves en 2015, que fue Ignacio Agulleiro

Eduardo Arzani, uno de los ministros más antiguos que quedaba en el gabinete.
Eduardo Arzani, uno de los ministros más antiguos que quedaba en el gabinete.

La salida de Arzani lo llevará a un ámbito que conoce, como es el cargo de Comercio Exterior, que ya ocupó como ministro en 2009, cuando luego de integrar el equipo municipal del entonces intendente comodorense, Martín Buzzi, Das Neves lo designó allí para reemplazar a Augusto Cervo.

Posteriormente, siguió vinculado a la gestión provincial durante años, ya que luego Buzzi –en este caso como gobernador- lo designó como ministro de Producción y a continuación como director de la Casa del Chubut, cargo del que no se fue en buenos términos. Incluso en 2017 se desempeñó en el área de Producción de Trelew a las órdenes de Adrián Maderna.

Es decir que el regreso a Arzani “al primer amor” en un área que ya conoce, buscará poner en marcha la Agencia de Comercio Exterior e Inversiones que fue creada en la última reforma de la Ley de Ministerios y que aún no había sido implementada.

El pedido del gobernador es que trabaje en la oferta de los productos chubutenses al mundo, a partir de la creación del Sello Chubut, y la puesta en marcha de la plataforma Oferta Exportable, con el desarrollo de un directorio virtual de acceso público y gratuito que permite encontrar datos de empresas exportadoras con potencial exportador.

El dato de última hora indica que su reemplazo en Ambiente será Roberto Jure, cambió que se hará a comienzos de febrero, buscando una transición ordenada y apuntando a una figura con un perfil técnico, que pertenece a la planta del estado hace muchos años. La apuesta se da en un área muy sensible, vinculada entre otras cosas, a los controles en la explotación de los recursos naturales.

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