El proyecto ejecutivo de la mini presa en el lago Fontana está casi terminado, por lo que en breve se convocará a la audiencia pública para evaluación del impacto ambiental. La obra cuenta con financiación de Nación por 1.000 millones de pesos, según le confirmaron recientemente autoridades nacionales a sus pares del Instituto Provincial del Agua de Chubut. La sorpresiva respuesta desde el gobierno nacional: también están dispuestos a reactivar un viejo proyecto, que fue motivo de polémicas más de una década atrás, pero que implica la construcción de una represa de grandes dimensiones en la zona media del río Senguer, conocido como dique Los Monos.

Es conveniente diferenciar ambos proyectos, para evitar que un exceso de prevención termine por frenar lo que es más urgente y necesario para la región. Por un lado, el azud derivador en el lago Fontana, para regular el caudal de agua del río Senguer y reducir las enormes pérdidas que hoy se producen, en primavera y verano, por evapo transpiración.

Por otro lado, el viejo proyecto del dique Los Monos. Una obra tan controversial como faraónica, que si en el año 2007 (más de 14 años atrás) ya se proyectaba en un costo de 1.000 millones de pesos, un ejercicio de imaginación podría dar una idea de lo que resultaría a valores de hoy. 

Sobre el proyecto del Fontana no hay controversias, al menos no de la magnitud que sí se podrían reflotar con el proyecto Los Monos. Ambos son independientes y aunque desde Nación se dijo que están dispuestos a financiar también este último, el primero resulta prioritario y fundamental para el abastecimiento de agua de toda la región.

La baja del lago Musters es preocupante en cada verano.

Descripción del proyecto en lago Fontana

Las obras a realizar en el lago Fontana incluyen una presa de bajas dimensiones, caracterizada más como un “terraplén” que como una presa, según la descripción del proyecto ejecutivo, a la que tuvo acceso ADNSUR, ya que sólo tendría unos 10 metros de altura. 

El proyecto se compone de compuertas móviles y losa de hormigón, con una escala de peces, lo que “permitirá que se mantenga el ascenso o descenso de la fauna ictícola a través de la misma en cualquier época del año”.

El proyecto ejecutivo contempla construir un puente carretero, que permitirá la vinculación de ambas márgenes del río Senguer, para el tránsito vehicular y peatonal. “El mismo será un puente viga, con  vigas pretensadas de hormigón tipo ‘I’ y un tablero hormigonado in situ, poseerá  tres tramos simplemente apoyados con una luz entre ejes de 17 metros, totalizando  una longitud de puente de 51 metros (sin incluir las losas de acceso)”. 

La Presa Móvil “actuará de estribos y apoyos intermedios para el puente a través de los muros  laterales y pilas principales respectivamente. El ancho de calzada vehicular será de  7,5 metros  y poseerá dos veredas peatonales a cada lado, con un ancho de 1,53 metro”. 

Completa el cierre un terraplén de materiales sueltos a construir sobre el estribo de margen izquierda, en donde hoy existe el cauce del río, con una altura máxima de  9 metros, constituida por materiales homogéneos de los que se encuentran en la zona  de estudios.  

Regular el río para reducir la pérdida de agua por evaporación

Ilustración de la presa, vista desde arriba, sobre el río Senguer (en azul).

“El proyecto ejecutivo incluye el pliego licitatorio, por lo que una vez que se realice la audiencia pública, que creo que va a ser exitosa, se firma el convenio y se podrá licitar”, explicó el ingeniero Nicolás Cittadini, presidente del Instituto Provincial del Agua, en diálogo con esta agencia. “El costo, con redeterminaciones, es de unos 1.000 millones de pesos, que van a ser totalmente financiados por Nación”.

El funcionario provincial trajo estas confirmaciones a su regreso de una reunión en capital con sus pares de organismos hídricos nacionales, con quienes ultimaron detalles para terminar la parte preliminar al inicio de obras.

Cittadini recordó que la función principal de la estructura a construir, con compuertas para permitir la salida de mayores o menores volúmenes es de agua, “es la de regular el control de crecidas, para acopiar aguas en época de invierno, cuando hay deshielo, levantando un poco la cota de los lagos Fontana y La Plata. Y después, cuando los productores tienen mayor demanda de riego, poder erogar y dar mayor caudal, manteniéndolo constante hasta su llegada al lago Musters”. 

De este modo, se evitarán las pérdidas de grandes volúmenes por evaporación que se dan en los meses de mayores temperaturas, que han derivado en recientes bajas, hasta los mínimos históricos, del lago Musters, como también en la sequía de una gran proporción del lago Musters.

En abril de este año, una de las tomas del sistema acueducto llegó a quedar por encima del nivel de agua del lago, a partir de la merma de su nivel, que comenzó a recomponerse con el ciclo natural de lluvias y nevadas en la zona cordillerana. Sin embargo, cada año el límite que se cruza con los niveles mínimos pone en mayor riesgo el normal abastecimiento de agua  a las tres ciudades que dependen del acueducto, de allí que la obra de regulación –que demandará no menos de dos años- resulta impostergable en cuanto a su inicio. 

Entre los objetivos del proyecto se destaca también el control de crecidas que afectan a la localidad de Alto Río Senguer: “Este objetivo fue siempre uno de los principales a fin de la protección y el control de  las crecidas que habitualmente se provocan en el Valle Superior de la cuenca, y en  particular a la localidad de Alto Río Senguer, dado que la misma se ve  permanentemente afectada; de tal modo que evitar las afectaciones será un efecto  hidráulico inmediato a producir por la obra proyectada”.

Por qué resurgió la discusión por Los Monos

Fue el propio Cittadini quien informó, a partir de su reunión con funcionarios nacionales, la disponibilidad de estos a reflotar otros proyectos hídricos en la provincia, entre los que se incluye el dique Los Monos:

“Estaría sería una obra complementaria, a construirse en la parte media del Senguer –indicó-. En Nación nos plantearon la intención de financiar esta obra, aguas abajo, para mantener un equilibrio y mejorar el abastecimiento de agua a través del falso Senguer, para poder llenar nuevamente el Colhue Huapi”.

Según el funcionario provincial, Nación ha fijado como requisito que Chubut y Santa Cruz firmen una carta de intención conjunta, algo que ya ha comenzado a dialogar con sus partes santacruceños, quienes además exigen otras obras prioritarias para la vecina provincia. 

“Una vez que tengamos el acompañamiento de ellos, se podrá activar rápidamente el proyecto de dique Los Monos”, confió el titular del IPA.

El proyecto ejecutivo del Fontana también habla de la complementariedad con la presa más grande:
“La materialización de la Presa de Regulación contribuye además a la optimización  de un esquema de regulación conjunto con el embalse proyectado en el paraje Los  Monos lo que permitirá un mejor funcionamiento de ambas obras cuando estén en  funcionamiento, maximizando así las capacidades de ambos proyectos y  optimizando la gestión integrada de los recurso hídricos para la cuenca inferior en  particular y para el resto en general ya que se podrán asignar otros usos para los  escasos aportes en particular del Genoa”.

Nicolás Cittadini, presidente del Instituto Provincial del Agua.

Un proyecto “faraónico” y cuestionado ambientalmente 

El proyecto Los Monos contempla la construcción de un dique contenedor de agua, con una presa de 50 metros de altura, a construirse en la zona conocida como “codo del Senguer”, para garantizar el aprovisionamiento de agua a la zona sur de Chubut y también para el norte de Santa Cruz, con generación de energía eléctrica. Mientras el sistema actual provee a alrededor de 300.000 personas, dicha iniciativa apuntaría a una población de 500.000 personas, considerando sobre todo el crecimiento del norte santacruceño.

Sin embargo, el proyecto cosechó fuertes cuestionamientos desde su inicio, ya que vecinos y organizaciones ambientalistas advirtieron sobre los impactos negativos que podría acarrear. 

“Al retener el río, crear un nuevo espejo de agua, parte en Santa Cruz, parte en Chubut, se modificará en forma absoluta y definitiva la geografía y la biodiversidad río arriba de la represa –expresa uno de los informes que se plantearon en oposición a la iniciativa, en el año 2007-. Regulando el caudal del río presa abajo según la demanda energética, se originará la sedimentación de la mayor parte de los sólidos en suspensión (limo) en la represa. Al regular los períodos de inundación y sequía que han formado el valle naturalmente fértil de Sarmiento y los humedales a su alrededor, el río Senguer se convertirá en un angosto y pedregoso canal de agua transparente y oligotrófico (desnutrido). Esto constituye una alteración enorme de la geografía física y biológica”.

“Habrá una modificación en la calidad del agua del embalse por los procesos de cambio en las condiciones de nutrientes, lo que puede ser un problema serio”, consideró la bióloga y patóloga ambiental Mónica Salvioli, de la Universidad Nacional de La Plata, citada por un grupo de legisladores nacionales en el año 2007.

El proyecto Los Monos se impulsó con fuerza durante la gestión de Julio de Vido como ministro de Planificación.

Salvioli habló de las “alteraciones en la fauna ictícola” que podría provocar la obra. La migración de los peces se produce actualmente aguas arriba y será, según concluye el estudio, interferida por la presa. Por otro lado, el embalse de 41 kilómetros de longitud podría complicar la migración de la fauna terrestre que hasta ahora cruza el río en condiciones de estiaje.

En los últimos días, la preocupación volvió a instalarse a nivel regional. Desde el Concejo Deliberante de Rada Tilly, la concejal Mariel Peralta expresó su preocupación y reclamó una reunión del comité de cuenca y la convocatoria al presidente del IPA para exponer sobre el tema:

“La pérdida de biodiversidad es una de las principales consecuencias –detalló-, al pasar agua sin la carga biológica necesaria para mantener la vida en el río. Además, inundar zonas cercanas, con tierras de alta salinidad, provocaría un impacto muy fuerte en la misma fuente de agua que abastece a nuestras ciudades”.

La edil es hija del ex intendente radatilense Pedro Peralta, quien en aquellos años fue una de las principales voces en oposición, desde el sector político, frente al proyecto, que a su vez era impulsado fuertemente por Ricardo Britapaja, ex intendente sarmientino, recientemente fallecido a consecuencia del covid. 

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