Empezó la carrera en Chubut hacia 2023: los lanzamientos de Luque y Biss a la gobernación sacudieron el escenario político
Fue una semana de confirmaciones que movieron el tablero político de la provincia. El intendente comodorense y su par capitalino se lanzaron a la disputa por Fontana 50, y ya no están en soledad Ricardo Sastre y Nacho Torres dentro de los frentes del justicialismo y de Juntos por el Cambio. A partir de aquí, empieza otro partido.
Termina una semana intensa, que dejó certezas, tanto hacia afuera como también para adentro de cada espacio político. El anuncio de los lanzamientos de Juan Pablo Luque y Damián Biss como candidatos a la gobernación sacudieron el ambiente. Impactaron no porque hayan sido una sorpresa -de hecho en esta columna siempre descontamos sus candidaturas-, sino porque se trata de dos confirmaciones que cortaron de plano con todo tipo de especulaciones y que en ambos casos van por el mismo objetivo: ordenar a la tropa de sus partidos, el justicialismo y el radicalismo.
Tienen dos perfiles similares -casi la misma edad, Luque 44 y Biss 43 años, ambos intendentes formados en la vieja escuela dentro de dos partidos históricos- que eligieron dos estrategias diferentes de lanzamiento: Luque lo hizo el viernes a través de las redes sociales y Biss “filtró” el dato de un acto político de lanzamiento para el 22 de diciembre en Trelew.
Lo que estas movidas van a originar es que ambos dejarán de estar en el plano exclusivo de intendentes de su ciudad, y pasará a ser vistos con otros ojos. Sus roles de candidatos los llevarán a recorrer todo el interior provincial, a armar alianzas con otros pares intendentes -que serán su base de apoyo- y empezar a tejer todo el entramado de listas municipales y provinciales.
La ratificación de las aspiraciones de Luque y Biss ya avizoran un escenario de fuertes disputas. En el caso de Luque, su principal rival en el horizonte dentro de su espacio es el vicegobernador Ricardo Sastre. Hasta aquí, las intenciones del mellizo madrynense se han mostrado en declaraciones periodísticas y en algunas reuniones difundidas por gacetilla. Pero aún no mostró un diseño de imagen de candidato ya lanzado, con slogans, así como tampoco actos políticos contundentes.
El del justicialismo sigue siendo un panorama poco claro, en el que se discute el armado del Frente de Todos con Arcioni adentro o sin el gobernador, y donde entra en juego también la negociación por las reglas electorales, como la fecha de convocatoria, las primarias y hasta la Ley de Lemas.
Todavía es pronto para saber si habrá interna Luque-Sastre por un par de dudas: una es si efectivamente Sastre va a jugar su candidatura hasta el final; en segundo lugar, si el mellizo estaría dispuesto a enfrentar mano a mano a Luque o jugar por afuera en algún otro tipo de estructura.
En cambio, en el caso de Damián Biss, su anuncio confirma que el senador Ignacio Torres ya no está en soledad, y que habrá una interna en Juntos por el Cambio para definir el candidato del espacio. Luego de los fracasos electorales de Gustavo Menna y Sergio Ongarato, Biss es la nueva figura que se quedó con la conducción del Comité Provincia de la UCR con apoyo unánime de todos los sectores, y no hay nadie en ese espacio político que tenga mayor proyección a futuro, algo en lo que coincide toda su dirigencia.
ORDENAR LA TROPA
Se sabe que la impronta del justicialismo está marcada por la verticalidad. Es un partido que funciona mejor cuando hay liderazgos definidos y que la atomización lo perjudica de enorme manera: sus internas suelen ser feroces y después las facturas se pasan en la general.
Por lo bajo, había gran expectativa por la candidatura de Luque, se habían realizado varios encuentros en los que se había comprometido el apoyo de intendentes y gremios, pero la pregunta era ¿para cuándo el lanzamiento? Había una necesidad de que el intendente comodorense oficialice de una vez y se ponga el traje.
Ahora se espera que el anuncio de que Luque está en carrera “ordene” a la tropa. Era importante confirmar de una vez la decisión política, porque esto lo convierte en una referencia, un faro, un punto de mira insoslayable. El que quiera jugar por el PJ en cada pueblo, deberá hablar con Luque, que tendrá la palabra final seguramente en el armado.
Claro que, si bien esto lo pone a Luque en el centro de la escena, también le genera varias cuestiones a resolver. Una será la estrategia en su localidad, donde tendrá que dedicar menos tiempo a la función pública y a la vez, resolver la cuestión de la sucesión: quién será su candidato o candidata a sucederlo en la intendencia.
En las últimas semanas, el intendente ha expresado públicamente sus elogios hacia Maximiliano Sampaoli, quien hoy parece número puesto para ser el aspirante a sucederlo en el municipio en 2023.
Además, Luque tiene por delante un enorme desafío, que será resolver las variadísimas apetencias de cada uno de los sectores para conformar las listas de candidatos, especialmente la de diputados provinciales. La lista de 16 nombres titulares para la Legislatura es un vuelo sobrevendido y dependerá de la habilidad negociadora del intendente comodorense ver quiénes se suben al avión y quiénes se quedan afuera: otra que Scaloni con la lista final para el Mundial.
Habrá seguramente daños colaterales, un hecho que Luque deberá aceptar como parte del juego, pero siempre tratando de ir “surfeando” la ola hasta la fecha de cierre, manteniendo todas las expectativas para que no se caigan soldados que pueden pasar al terreno de los heridos y jugar en contra.
Un ejemplo de los desafíos que enfrentará, será la elección en Trelew, si es que finalmente se adelanta para marzo o abril. ¿Qué hará Luque con la multiplicidad de candidatos de extracción justicialista? ¿Apostará por uno o apoyará a todos, que es como no apoyar a nadie en particular? Nos referimos por ejemplo al candidato que lleve el intendente Adrián Maderna, ya sea Leila Lloyd Jones o Héctor Castillo, como también a la figura de Gustavo Mac Karthy o del kirchnerista Emanuel Coliñir.
LA REUNIÓN
La decisión de Luque de lanzarse este viernes, se da antes de una esperada reunión que ya hemos anticipado y que se tiene que dar de un momento a otro. Se trata de un encuentro que planifican las principales figuras del Frente de Todos con el líder del Frente Renovador, el ministro de Economía Sergio Massa.
Hay expectativa por que ese encuentro se haga la semana próxima en Buenos Aires, ya regresado al país Massa luego de su participación en el G-20. Se estima que a esa reunión asistiría además el ministro del Interior, el cristinista Eduardo “Wado” De Pedro, y por Chubut, serían de la partida el gobernador Mariano Arcioni, Juan Pablo Luque y Ricardo Sastre.
Al menos eso es lo que se está tratando de coordinar y habrá que ver si se concreta. Desde Chubut, lo ven como urgente, para acordar un cierre que permita que la Legislatura pueda tratar los temas pendientes, como la eliminación de las PASO. El objetivo sería comprometer a Arcioni en el armado con el compromiso ante Massa y De Pedro de los lugares de su espacio político en las listas finales.
Si se lograra este acuerdo, el pedido a Arcioni será que adelante la fecha de convocatoria y desdoble respecto a las nacionales, como quieren Luque y Sastre. Y se verá si hay coincidencias por la Ley de lemas, que necesita 22 votos. Algunos participantes de la reunión lo van a plantear.
Si efectivamente se produce esa cumbre, entonces es de esperar que ahí sí el panorama se vea más claro: cuándo se vota y con qué reglas, quiénes están adentro y quiénes afuera. Con esta información seguramente pretende contar Luque para comenzar con el armado de su estrategia para 2023.
Hasta aquí, nadie saca de la cabeza a Luque que la fórmula ideal es con Ricardo Sastre como vice, tal como hemos explicado, confirmando el tándem Comodoro-Madryn. Luque apostará a mostrar su fortaleza y todo el apoyo a su figura para forzar al mellizo a bajarse para acompañarlo. Será el Plan A que, si no se concreta, generaría una interna entre las dos localidades más fuertes de la provincia y una división que favorecería a Juntos por el Cambio.
LA INTERNA DE JUNTOS
Claro que en Juntos por el Cambio tampoco hay un escenario de unidad, tal como confirma el lanzamiento de Biss, que preanuncia una disputa mano a mano con Nacho Torres por la candidatura final a la gobernación en 2023. Esto que pasa en Chubut no está aislado de lo que ocurre en el resto del país.
El pedido del presidente de la UCR, Gerardo Morales, en la última visita a Trelew, refrendado en la conferencia de prensa brindada por Facundo Manes, es que el radicalismo debe llevar candidatos propios en todas las categorías. El planteo no es romper con el PRO, pero tampoco jugar un rol secundario. “La UCR tiene que liderar la alianza” es el objetivo de la dirigencia en todo el país y la estrategia a la que se suma Biss.
Por lo tanto, esto confirma una tendencia nacional, que se observa en Juntos por el Cambio en otros puntos: candidatos de la UCR que buscan demostrar que no quedan supeditados al protagonismo del PRO dentro de sus distritos, sino dar la pelea mano a mano. Quizás el mejor ejemplo a nivel presidencial sea Facundo Manes, con un discurso durísimo hacia la gestión del ex Presidente Mauricio Macri.
De todos modos, hay que decir que las dos figuras que vendrían al lanzamiento de Biss, el gobernador jujeño y presidente de la UCR, Gerardo Morales, y el senador Martín Lousteau, mantienen una excelente relación política con una de las figuras del PRO, como es el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Se trata de radicales con impronta propia que buscan sociedades en Juntos por el Cambio, pero alejados del “ala dura”, también llamados los “halcones” del PRO, como son Mauricio Macri y Patricia Bullrich. Que ambos puedan estar sacándose la foto con Biss en su acto de lanzamiento es un dato político insoslayable y un mensaje al rival de la interna, Nacho Torres.
ESTRATEGIA
La elección de Trelew como sede del lanzamiento de Biss también merece una lectura aparte. Es la ciudad donde la UCR hizo una apuesta muy jugada por el ex ministro arcionista Federico Massoni para la intendencia, y significa para Biss salir de su zona de confort, que es Rawson, pero todavía buscando hacerse fuerte en el valle antes de caminar el resto de la provincia.
Sabe que en Trelew se dará una batalla electoral fuertísima, que puede ser previa a todo el resto y marcar la cancha a lo que venga después. Y tiene en cuenta que es el histórico bastión radical de otros tiempos, la ciudad de ex gobernadores como Atilio Viglione y Carlos Maestro.
Biss apuntó al sistema clásico de la política, que es el acto con la militancia, lo que muestra una línea de acción “tradicionalista”. La elección de la fecha apuntó a que fuera luego del mundial, pero antes de que comenzaran las fiestas de fin de año y el período de vacaciones. Luego de analizarlo con su familia y su grupo político más cercano, Biss no tiene dudas de que es su momento, a pesar de su juventud y de que aún tiene la chance de apostar por una reelección en su ciudad, Rawson.
De hecho, el principal riesgo que corre Biss con este lanzamiento, es que pone en juego el territorio ganado. Apostar a lo más seguro sería ir por una reelección en Rawson. Con esta movida, arriesga el municipio para pelear la provincia, lo que para muchos puede ser un error.
Otros opinan que, en el peor de los casos, si la patriada provincial llegara a fracasar, aún quedaría la chance del turno municipal si es que Chubut desdobla y la capital vota con las nacionales. Más allá de estas hipótesis, hoy lo hablado, es que el candidato radical para Rawson es el ex concejal Dulio Monti.
Previo a su lanzamiento, Biss asistirá el próximo 24 de noviembre a una reunión de la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio. Se cree que allí se terminará de cerrar el acuerdo de cómo será la definición de candidaturas en las provincias donde no haya PASO. Y consistirá en internas abiertas, donde puedan votar los afiliados de los partidos integrantes y los independientes.
INTERNAS ABIERTAS
Probablemente el de internas abiertas no obligatorias sea el escenario de Chubut para el que se prepara Biss, ya que la Legislatura tiene todo listo para eliminar las PASO antes de fin de año. Lo que cambia respecto al sistema actual, ya lo hemos explicado, es que comenzará a tener más peso el “aparato” de cada partido y su capacidad de movilización.
Una cosa era Nacho Torres como único candidato en soledad luego de un triunfo en las últimas legislativas hace un año, donde se impuso con amplitud a dos listas radicales en una primaria obligatoria y simultánea en todo el país. Y otra cosa es Torres teniendo que afrontar una pulseada contra el presidente de la UCR con un sistema de internas más cerrado. Empieza otro partido.
Con su lanzamiento, Biss -al igual que Luque- también espera ordenar la tropa del radicalismo, que en algunos casos fueron seducidos por Torres y en otros dudan ante las versiones que hablaban de posibles acuerdos con Mariano Arcioni y hasta con el mismo Luque. De este modo, les dice “soy el candidato oficial del partido”, apostando al corazón radical y también al orgullo.
¿Irá Biss por una compañera de fórmula de Comodoro Rivadavia? Hay quienes le recomiendan a la diputada Andrea Aguilera como vicegobernadora, por su experiencia en el Poder Legislativo, porque es de la zona sur, y además, porque es del sector de Gustavo Menna, lo que rompería el “pacto” entre el abogado y ex diputado con Nacho Torres. Pero aún es muy pronto para definiciones.
PERFILES
Juan Pablo Luque, abogado nacido en Comodoro Rivadavia, de 44 años, casado, tiene una hija. Su trayectoria incluye la formación y experiencia en la conducción de un club, el paso importante como dirigente del club Gimnasia y Esgrima, para luego llegar a un cargo de importancia como viceintendente de Carlos Linares en 2015.
Se recibió de figura política al ser electo como intendente de su ciudad en 2019, en una boleta compartida con la fórmula presidencial Alberto Fernández-Cristina Fernández. De ese modo, mantuvo para el PJ al municipio del padrón más importante como bastión electoral en Chubut.
Damián Biss, de 43 años, nacido en Buenos Aires pero criado en Rawson desde los 5 años. es el cuarto de 11 hermanos, y está en pareja hace 22 años, tiene tres hijos. Estudió 3 años de Derecho pero le tocó hacer de todo: remisero, albañil, carnicero, vendedor de flores y de ropa. Su ingreso a la política fue de la mano del ex intendente capitalino Pedro Planas en 2007, y luego fue candidato a concejal en 2011 y candidato a diputado en 2015.
Su cargo como armador de la campaña provincial de Carlos Lorenzo en 2015, y luego su rol como secretario legislativo en 2017, lo posicionaron para encabezar un proyecto municipal por fuera del armado de Juntos por el Cambio, sumando incluso a sectores del peronismo y el vecinalismo.
Ambos son intendentes de dos de las principales ciudades de Chubut, y coincidieron en la misma semana para anunciar que jugarán por la gobernación en 2023. Están afiliados a los dos partidos históricos del país, pero seguramente integrarán frentes electorales más amplios. Sus perfiles de renovación dirigencial ya los habíamos marcado hace dos años, en medio de la pandemia. Allí, en medio de la crisis que paralizaba a Chubut, mencionamos en aquel entonces a ambos como dos de las figuras con mayor proyección que marcaban la cancha al resto de la dirigencia.
No fue una semana más, porque cambió todo el escenario. Para decirlo en el tono que está de moda -que es el lenguaje mundialista- se están definiendo las llaves de los finalistas que jugarán la fase de cruces mano a mano para la gobernación de Chubut en 2023. Ahora sí, se oyen apuestas.