En sólo 9 meses de este año, Chubut ya recaudó más fondos en regalías petroleras que en todo 2020
Entre enero y septiembre, la recaudación fue de 275,3 millones de dólares, lo que superó en un 8 por ciento todo lo recaudado en 12 meses del año pasado. ¿Alcanza para resolver la economía provincial, o es sólo otro ciclo pasajero de precios altos, con el riesgo de elevar gastos que luego no tienen sustento?
Aun cuando la provincia perdió el liderazgo de producción petrolera a partir de la explosión que ha tenido la actividad concentrada en Neuquén a partir de los recursos no convencionales de Vaca Muerta, Chubut mantuvo en gran parte de este año un buen nivel de ingresos por regalías petroleras .
Con el crudo manteniéndose en alza durante el último trimestre, con precios por encima de 80 dólares por barril, el año cerrará con un buen caudal de regalías, pero con varias incógnitas para despejar el año próximo.
Sin embargo, todo indica que el nuevo ciclo de precios altos tampoco servirá para sentar bases de desarrollo sostenible, ya que buena parte de los ingresos están atados a garantizar el pago de garantía de deudas hasta el año 2030.
Y más allá de la situación particular de las cuentas públicas de Chubut, hay en el escenario petrolero del país una serie de interrogantes que ponen paños fríos a cualquier expectativa respecto de la duración del ciclo actual, que de por sí también está atado a la alta volatilidad ya conocida del mercado petrolero mundial.
A la espera de señales claras en la industria
Las dudas que aparecen de cara al año próximo son las que atraviesan a toda la industria, en gran parte por los factores macro económicos del país, que definen los flujos de inversión y financiamiento que pueden canalizarse (o no) hacia una determinada actividad o región.
Y en otra buena medida, las dudas se potencian por el contexto político, porque las propias internas del gobierno nacional generan incertidumbre en torno a si se tratará o no el proyecto de ley que apunta a incentivar la actividad.
Días atrás, el presidente de YPF expresó la decisión de la compañía de incrementar la inversión para 2022 y llevarla a 3.500 millones de dólares. Esa cifra requiere describir el contexto para entender mejor su significado.
Por un lado, significa un incremento frente a los 2.700 millones anunciados para este año (2.200 para actividad neta vinculada a petróleo y gas, ya que otra parte se compone del sector de refino y marketing), por lo que refleja un salto importante también frente a los 1.100 millones de dólares del traumático año 2020.
Si se compara contra años precedentes, el anuncio se acerca a los niveles de 2019, cuando la petrolera anunció desembolsos por 3.500 millones de dólares, fundamentalmente orientados a la explotación de Vaca Muerta.
No obstante ese buen indicador, que puede traccionar al resto de las compañías, el elemento que más dudas produce sobre las inversiones del año próximo, no sólo en cuanto a los planes de la compañía de capital estatal sino también para el resto de las operadoras, es que desde el propio oficialismo se filtran críticas hacia el proyecto de ley que apunta a promover inversiones. Ese ruido político suena más fuerte, incluso, que las bondades de la iniciativa, defendida por el propio Pablo González y el secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez.
“Haya ley de inversiones o no, lo más concreto que está frenando hoy la actividad es la dificultad de contar con las divisas –advierte un conocedor de la industria local-. Por más que se hable de los incentivos de la futura ley, lo que miran los inversores a la hora de venir al país o de prestar plata para los proyectos es cómo van a recuperar los dólares. Y hoy eso es una complicación muy clara”.
El precio de los combustibles
La otra señal que por ahora provoca dudas en sectores de la industria petrolera es qué pasará con los precios de los combustibles, que están congelados desde mayo de este año por decisión del gobierno en acuerdo con YPF.
El retraso frente a la suba de insumos para la elaboración y el precio del petróleo comenzó a cuestionarse por los expendedores de combustibles, pero también las propias compañías petroleras están expectantes porque la venta de naftas y gas oil es lo que posibilita el flujo de caja que hoy está perdiendo, desde la óptica de los productores, frente a la inflación.
Como al mismo tiempo tampoco es esperable un descongelamiento abrupto, por el efecto que a su vez estas tarifas provocan sobre la inflación, el tope a los precios es otra señal que a entender de varios analistas provoca dudas en quienes deben definir inversiones en el país, sea con fondos propios o (peor aún) con la necesidad de acudir a financiamiento externo.
El gobierno también se encuentra en una propia encrucijada: luego del acuerdo de precios para poner tope a 1.400 productos de consumo familiar y el posible techo a los precios de los medicamentos, sería difícil justificar, al menos en los próximos dos meses, por qué se habilita la suba en los surtidores.
La inestable renta petrolera en Chubut
Los números que reflejan hoy los ingresos de Chubut en regalías petroleras muestran un alivio temporal, ya que las regalías han vuelto al nivel promedio de los años previos a la pandemia, con un promedio de 30,6 millones de dólares por mes, cuando el año pasado ese valor había caído hasta los 21,2 millones de dólares mensuales.
Hasta septiembre la recaudación por regalías ascendió a 275,3 millones de dólares, por lo que en 9 meses a la provincia ya ingresaron más fondos que en todo 2020, cuando cerró el año en 254,6 millones de dólares, de acuerdo con los datos oficiales de la Secretaría de Energía de la Nación.
Con los precios actuales del petróleo, por encima de 80 dólares por barril en el mercado internacional, el año estaría cerrando con una proyección total de algo más de 360 millones de dólares.
Vale recordar que el ingreso podría ser algo mayor, pero como en el país se están aplicando valores de petróleo por debajo de la cotización internacional, para sostener los precios de los combustibles, las regalías tienen un techo que no podrán superar: las liquidaciones en Chubut oscilan alrededor de 10 dólares por cada barril, por debajo de lo que muestra el valor externo.
Aun así, el crudo de esta provincia es el que mejor precio está obteniendo, por una revalorización de sus características, ya que en Neuquén, según contaron fuentes del sector, esa diferencia es incluso mayor, llegando a percibir hasta 14 dólares menos que el precio internacional.
Esto explica por qué todavía Chubut puede lograr buenos ingresos, a pesar de que su producción sigue reflejando valores en baja: entre enero y septiembre de este año, se extrajeron 116.000 barriles menos que en igual período del año pasado. Y al compararse contra 2019, la caída supera los 295.000 barriles, con un retroceso del 6,5 por ciento frente al año 2019.
Estos números, que surgen de los registros oficiales de la Secretaría de Energía de la Nación, comienzan a responder la pregunta planteada al inicio de este informe. Hoy la provincia vende a un precio algo más elevado un producto que está obteniendo en menor cantidad, que para recuperar los niveles normales necesita un incremento de sus programas de inversión de al menos 300 millones de dólares, tomando como referencia los últimos dos años.
Con el contexto antes descripto, no es sencillo esperar esa proyección para el año próximo.
El agravante es que el mayor ingreso se produce por una circunstancia extraordinaria del mercado internacional, que hoy presenta precios tan especialmente altos, con la misma facilidad con que hace apenas un año reflejaba valores casi ridículos por lo bajo, con aquella anécdota del precio negativo pagado en una pequeña ciudad de Estados Unidos donde se había acabado el espacio para el almacenamiento.
En ninguno de los dos planos, Chubut tiene mucha incidencia. En el internacional, ni remotamente, salvo por la ventaja que hoy premia con mejor precio al crudo Escalante, por su bajo contenido de azufre, luego de años de fuerte penalización exactamente por las mismas características, con una viscosidad que lo transforma en crudo ‘pesado’.
En el ámbito nacional, donde se espera la discusión de la ley de promoción de inversiones petroleras, apenas si podría hacer escuchar su voz como una de las principales productoras de petróleo, pero ese debate está hoy más atravesado por diferencias políticas que por discusiones técnicas en torno al mejor sistema para recuperar la actividad.
Así las cosas, el año termina con un buen promedio de ingresos por regalías, sin que ello alcance para resolver muchos de los graves problemas que seguirán atravesando la provincia. Ni siquiera las escuelas se terminaron de reparar, ni hay certezas sobre al menos dos edificios escolares nuevos que necesita esta ciudad para dar cabida a 800 chicos que aún no tienen espacio para iniciar el primer ciclo el año próximo.
Otro período más de precio alto, un "veranito" más y van... con el interrogante de cuántos como éste quedarán, en un mundo que ha iniciado el tiempo de descuento hacia la "descarbonización" a la que aspira a llegar en menos de 20 años, dejando de lado el uso de combustibles fósiles.