La inflación no para: las prepagas, los celulares, los combustibles y las tarifas, entre las subas que vienen
La nafta subió entre enero y mayo más que en todo 2021, mientras que la telefonía móvil e internet sumará incrementos incluso por encima de lo autorizado por ENACOM. Las tarifas de electricidad y gas se volverán a impactarse por el recorte de subsidios. Otros 3 meses con precios calientes.
Con el impacto del 6 por ciento del Indice de Precios al Consumidor de abril todavía candente, mayo ya anticipa nuevos incrementos en servicios esenciales, en una rueda que nadie sabe cómo detener. Las facturas de celular subirán por encima del 12 por ciento en dos tramos y los combustibles no se quedarán quietos mientras el mundo siga en guerra. Además, las tarifas de electricidad y gas seguirán escalando, a partir de la suba de precios autorizados para el mercado mayorista.
Hay un dato que refleja fuertemente el recalentamiento de precios. Los combustibles, que tuvieron una actualización a comienzos de la última semana, ya acumulan este año una suba mayor a la que se registró durante todo 2021.
Vale recordar que desde mayo del año pasado, los surtidores habían quedado ‘congelados’ por decisión del gobierno, situación que se mantuvo hasta enero de 2022.
De ese modo, al cotejar los precios que regían en Comodoro Rivadavia en mayo de 2021, frente a diciembre de 2020, las naftas habían subido entre un 27 por ciento (la Súper) y un 35 por ciento (el gasoil). Sin embargo, si se comparan los valores de surtidor desde el lunes 9 de mayo, los precios ya se reacomodaron entre un 33 por ciento (Súper) y un 46 por ciento (gasoil grado 3), además de un 36 por ciento para la nafta Infinia y un 40 por ciento para el gasoil grado 2, al compararse contra diciembre del año pasado.
No hay señales de que esa escalada vaya a detenerse, con el petróleo muy por encima de los 100 dólares por barril y los precios que seguirán en tensión por los vaivenes internacionales, además de los factores propios del mercado interno.
Las prepagas comunicaron nuevo incremento
Quienes deben pagar una cobertura de medicina prepaga porque trabajan en forma autónoma, o para mejorar la cobertura de su obra social, recibieron este mes comunicaciones que anticipan incrementos de 8 por ciento en mayo, 10 por ciento en junio y un 4 por ciento en julio.
“Como es de público conocimiento, el actual contexto económico del país como así también los efectos que irradia la emergencia sanitaria, han generado incrementos en los precios de los servicios e insumos de toda la cadena asistencial –dice una de las comunicaciones recibidas por parte de una de estas empresas-, en especial y sin perjuicio de otros, el referido a los incrementos salariales del personal de sanidad”.
Los incrementos se suman a los ya aplicados en la primera parte del año, con un 22,5 por ciento distribuido entre enero y mayo, por lo que al empezar agosto habrán acumulado más de un 51 por ciento.
El aumento llega al doble si se toma como punto de partida enero del año pasado: en ese momento, un afiliado que pagaba por su prestación individual 13.000 pesos por mes, llegó en mayo de este año a un monto de 25.000 pesos, mientras que con los aumentos autorizados llegará en agosto a superar los 30.000 pesos mensuales.
La comunicación advierte que este incremento no es el último, ya que aduce que el Ministerio de Salud “ha procedido a receptar parcialmente los referidos incrementos de costos merituados desde el último incremento autorizado”, lo que anticipa nuevos incrementos desde agosto.
Internet, telefonía y televisión
Sostener servicios de televisión, internet y comunicación móvil se vuelve cada vez más costoso, aun con las “promociones” que suelen ofrecer estas empresas cada vez que un cliente llama para decir que no está en condiciones de seguir abonando la factura.
Sin embargo, la inercia inflacionaria alcanza también a estos servicios, que en más de un caso se vuelven esenciales para la realización del trabajo o estudios, tornándose en más de un caso en una demanda inelástica. Es decir, se puede prescindir de un “pack premium” de canales de películas, pero la vida sin internet o sin celular ya es bastante difícil de concebir para muchos sectores que requieren de estos elementos como herramientas básicas de trabajo.
El aumento que autorizó el gobierno para este sector, a través del ENACOM, es del 18 por ciento, distribuido en dos tramos de 9,5 pro ciento, entre mayo y julio, según la resolución 725/22. Sin embargo, las compañías de telefonía móvil ya anticiparon a sus clientes que el incremento podría llegar hasta un 12,6 por ciento en mayo, es decir por encima de lo autorizado.
Así, una factura de consumo medio que en enero del año pasado pagaba algo más de 1.300 pesos, se elevó en mayo de este año a 2.900 pesos, mientras que en julio estará superando, a consumos constantes, la barrera de los 3.400 pesos mensuales.
En enero, las tarifas de celulares ya habían tenido una adecuación del 9,8 por ciento, mientras que en 2021 habían seguido el ritmo de la inflación, entre 45 y 49 por ciento. La nueva autorización incluye también a los servicios de telefonía fija, internet y televisión satelital o por cable.
Las tarifas de electricidad y gas
La reciente autorización del Ente de Control de Comodoro Rivadavia para actualizar tarifas de la SCPL, a partir de un incremento en el precio de la energía mayorista y en el valor del agua en bloque, derivará en subas promedio de 20 a 25 por ciento en el monto final de las facturas, según se expuso desde la prestataria durante la presentación realizada la semana pasada.
Para usuarios con consumos menores a 150 kw/hora, en superficies de 50 metros cuadrados, la suba sería del 20,5 por ciento en la factura final, con un incremento de 1.169 pesos, mientras que para consumos de hasta 250 kw/h y 100 metros cuadrados, la suba sería de 21 por ciento y 1.657 pesos de aumento final, según algunos de los casos prácticos que se expusieron.
Para un usuario electro intensivo, de 650 kw/h y 100 metros cuadrados, el aumento sería de 2.248 pesos, equivalente a un 20 por ciento sobre la tarifa final. Para un jubilado con consumo de 250 kw/h y 100 metros cuadrados, el impacto sería de 1.144 pesos, equivalente al 16,7 por ciento de aumento.
En el sector comercial, con 400 kw/ y 50 metros cuadrados, la suba sería de 2.095 pesos, es decir 23,7 por ciento en la factura final. Para un comercio que consume 1.000 kw/ y 100 metros cuadrados, el incremento será de 4.130 pesos, equivalente al 24 por ciento.
Los precios energéticos tendrán más presión en los próximos meses. En marzo hubo una nueva suba de tarifas en el mercado mayorista (el traslado que se aprobó la semana pasada correspondía a febrero), mientras que los recortes a los subsidios que se discutieron en la última semana en la Ciudad de Buenos Aires impactarán nuevamente sobre los precios que se pagan en todo el país, dependiendo de la proporción en que se aplique ese recorte y la segmentación de consumos que busca aplicarse.
En cuanto al gas, la audiencia pública desarrollada fue para autorizar aumentos del precio de ese fluido en el punto de ingreso al sistema, mientras que el gobierno dejó entrever su postura de que el incremento no impacte en más de un 20 por ciento para usuarios sin tarifa social. Este elemento vuelve a presionar sobre los precios de la electricidad, ya que gran parte del parque generador se alimenta con gas.
La discusión por el recorte de subsidios a la energía, tanto en el gas como en la electricidad, es otro factor que incidirá sobre las tarifas de estos servicios en los próximos meses, ya que se ésta es una de las metas comprometidas en el acuerdo con el FMI.
Las leyes de la física dicen que todo lo que sube debe bajar, principio que no es aplicable a la economía argentina. En este caso, nos conformaríamos, al menos, con que todo deje de subir.