La relación de Batakis con Chubut: un ida y vuelta muy fluido con una postura dura y exigente
Durante dos años y medio, como Secretaria para las Provincias, monitoreó permanentemente los números locales y fue muy tajante a la hora de autorizar ayuda financiera. Tiene una excelente relación personal con el ministro Oscar Antonena.
La futura ministra de Economía de la Nación, Silvina Batakis, conoce como pocos la situación económica de la provincia del Chubut. Dependiendo del punto de vista, eso puede ser en parte positivo y en parte negativo. Lo bueno es que conoce que las necesidades son reales, y lo malo, es que ya ha tenido una mirada severa con los desmanejos del pasado en materia de desfasaje entre ingresos y egresos.
Batakis tiene un perfil absolutamente distinto al de su predecesor, Martín Guzmán, quien casi no tenía contacto con los gobernadores o los ministros provinciales, y que delegaba este trato con su Secretario de Hacienda, Raúl Rigo, quien también acaba de renunciar. En el caso de la nueva ministra, no hay dudas de que habrá teléfono abierto y mucho mayor diálogo. Desde lo político, ya es un avance.
Su rol como Secretaria para las Provincias dentro del Ministerio del Interior que conduce Eduardo “Wado” De Pedro desde diciembre de 2019, la llevó en su tarea a monitorear de manera permanente los números de Chubut, especialmente durante el terrible 2020, año de la pandemia y de la caída de ingresos que provocó un atraso de tres meses en el pago de haberes a los empleados públicos.
Cada vez que Chubut fue a pedir una mano a Nación, la primera en recibir a los enviados, fue Batakis. Allí surgió un ida y vuelta muy fluido con el ministro de Economía de la provincia, Oscar Antonena, a quien le fue pidiendo siempre toda la información, hasta los más mínimos detalles: si Chubut quería dinero, debía abrir sus libros, “desnudar” sus cuentas.
En esa función, Batakis fue exigiendo en aquellos días un plan económico de austeridad: el caso más concreto fue el encuentro con la comitiva chubutense de septiembre de 2020, encabezada por el entonces secretario general de la gobernación, Javier Touriñán, junto a su hermano Diego, el mismo Antonena,y el ex ministro de Gobierno, José Grazzini.
Todos coinciden en que la postura mostrada por Batakis nunca fue condescendiente, sino más bien dura e inflexible. Jamás hubo un ATN (aunque no está bajo su órbita) para Chubut, sino asistencia a través del Fondo Fiduciario Federal en distintos tramos de 5 mil millones de pesos, y autorización para tomar Letras del Tesoro. Pero siempre con la condición de “hacer los deberes”; es decir, sin más ingresos al estado ni aumentos de sueldo.
“No es de hacer concesiones fáciles”, admiten desde el gobierno a ADNSUR sobre el carácter de Batakis, y recuerdan que “estuvo siguiendo de cerca la restructuración de la deuda”, aquel proceso por el que Chubut renegoció los vencimientos del Bocade en dólares hasta 2023.
Batakis, quien es patagónica de nacimiento, vino varias veces a la provincia en los últimos meses, especialmente en la campaña electoral. La más importante fue un encuentro con empresarios del valle en un hotel de Trelew, acompañando a Wado De Pedro y sentada al lado del intendente Adrián Maderna, el ultimo 9 de noviembre.
Una fuente consultada asegura que incluso Batakis pensaba (antes de aceptar el ofrecimiento del Presidente Alberto Fernández) venir de vacaciones a Chubut en el próximo mes de octubre.
En resumen, una ministra con una mirada crítica y exigente, que conoce muy de cerca la situación de la provincia del Chubut, y que tiene teléfono abierto con el ministro local, Oscar Antonena. Empieza una nueva etapa, que seguramente, traerá más diálogo del que había con Martín Guzmán.