Referentes de la actividad pesquera de Chubut trabajan en el análisis de la nueva ley que impulsa el gobierno provincial para el sector, en lo que se espera deje sentadas las condiciones para potenciar una actividad que hoy genera alrededor de 10.000 puestos de trabajo en la provincia, desde el costas se exportan alrededor de 700 millones de dólares, equivalente al 30 por ciento de las ventas externas que genera el país por esa actividad productiva. 

“Recibimos la iniciativa con beneplácito, porque la ley vigente es de mucho tiempo atrás y la situación ha cambiado respecto al momento en que se promulgó esa norma”, comentó Luis Pérez, gerente de la CAPIP (Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras), consultado para este informe.

La Cámara está conformada por 16 empresas integradas, es decir que participan de las distintas etapas de la actividad, tanto en lo que hace a las capturas pesqueras de distintas especies, como en lo que refiere al procesamiento de productos en tierra, en distintas etapas, con 13 plantas en Chubut y otras 2 en Puerto Deseado, con una flota que engloba a 60 embarcaciones.

Tal como informó ADNSUR, el gobierno provincial presentó a la Legislatura de Chubut un proyecto de ley de pesca, que según había precisado el titular del área, Gabriel Aguilar, busca adaptar la norma a la nueva configuración de la industria pesquera. 

La actividad pesquera ofrece perspectivas de crecimiento para la economía de Chubut.
La actividad pesquera ofrece perspectivas de crecimiento para la economía de Chubut.

En ese objetivo coincidió también Luis Pérez, al reseñar que “el caladero, el mercado y las especies están en una situación diferente, por lo que hoy tenemos la oportunidad de lograr una ley moderna, que se ajuste a la actualidad, que brinde seguridad jurídica y sustentabilidad al recurso para los próximos 10 ó 15 años ”, indicó.

Proa hacia el langostino

Uno de los cambios principales en la pesca en general es que la actividad ha virado mucho más hacia la especie langostino, por sobre la preeminencia que años atrás tenía la merluza, además del aprovechamiento que puede hacerse en la temporada del calamar.

“Años atrás, cuando pescábamos 40 mil o 60 mil toneladas de langostino pensábamos que era un buen año, pero hoy estamos en el orden de las 200 mil toneladas anuales, lo que refleja que el recurso ha crecido”, valoró Pérez.

“En los últimos tres años tuvimos un promedio de alrededor de 1.800 ó 1.900 millones de dólares de exportación de todo el sector, por lo que tras el recupero de la demanda que se está verificando en la post pandemia, todo indicaría que podemos seguir creciendo”, proyectó.

El langostino se transformó en el principal recurso en los últimos años.
El langostino se transformó en el principal recurso en los últimos años.

De esos valores, según informes de otros referentes del sector, alrededor del 40 por ciento se origina en Chubut, mientras que la actividad genera en la provincia unos 10.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos. 

En ese marco, el empresario expresó la expectativa del sector para que “una ley provincial que dé proyección hacia futuro podría asegurar mayor inversión, logrando un derrame en la economía provincial y nacional, en cuanto a mejores establecimientos, condiciones de trabajo y recambio de barcos. Hoy vemos que no se consigue turno para poder reparar o construir nuevas embarcaciones, la industria naval está creciendo mucho y hay algunos problemas con el tema de las restricciones en la importación de motores y piezas; pero la perspectiva es buena y es un buen momento para sentarnos a discutir esto, que dé un marco legal apuntando a futuro. Tenemos mucho para trabajar”.

En cuanto a la situación actual, describió que tras los efectos de la crisis sanitaria y la caída de la actividad turística en todo el mundo, el precio del langostino al menos logró sostenerse, mientras que hoy paulatinamente la demanda comienza a recuperarse. 

"Es difícil prever hacia dónde va la demanda y cuáles serán las características, porque en la actualidad el mercado requiere producto de góndola, pero en otros momentos puede demandar producto entero, con menos procesamiento -evaluó-, por eso es necesario tener la capacidad de adaptarse a esos cambios".

Con foco en la incorporación de valor agregado en tierra

El artículo primero del proyecto presentado por el Ejecutivo establece que la política pesquera “tenderá a la obtención de la máxima renta social derivada del aprovechamiento integral de los recursos vivos del mar, procurando la radicación efectiva y permanente en el territorio provincial de personas físicas o jurídicas armadoras y/o propietarias de barcos y/o de plantas procesadoras de recursos pesqueros, que promuevan la creación de fuentes de trabajo genuinas y duraderas, como así también, la innovación tecnológica y la incorporación de mayor valor agregado a los recursos pesqueros en territorio provincial a través de los procesos de elaboración industrial”.

 Más allá de esa declaración de principio inicial, una de las observaciones que se hicieron desde la CAPIP y otros sectores empresarios apunta a profundizar en el objetivo de incorporar valor agregado a los productos pesqueros. 

“Una de las sugerencias que hicimos es que el proyecto tiene algunas consideraciones más vinculadas a lo extractivo  que hacia las plantas –indicó Pérez-, por lo que nos parece que es un aspecto que hay que corregir”.

De todos modos, el referente empresario advirtió que los matices en las distintas visiones podrán seguir discutiéndose a partir del debate abierto en el ámbito legislativo, donde ya hubo una primera reunión y se espera la continuidad de esos encuentros para poder amalgamar una posición común que permita aprovechar el gran potencial productivo que ofrece el sector.

La incorporación de valor agregado en plantas en tierra es una de las metas a establecer en la nueva norma.
La incorporación de valor agregado en plantas en tierra es una de las metas a establecer en la nueva norma.

“Es parte de la adecuación que se tiene que trabajar, porque la ley vigente fue hecha cuando el principal recurso era la merluza y había muy poco procesamiento del langostino en tierra –describió-. La flota amarilla era otra respecto de la cantidad de los cajones en cada barco, a diferencia de lo que ocurre hoy y la flota artesanal prácticamente no existía. Todos estos cambios se tienen que plasmar en el proyecto”.

Otro de los aspectos que el sector empresario apunta a incorporar se vincula a los cuidados ambientales y el manejo de residuos pesqueros, además de otros ejes que se deberían reflejar “en una ley para los próximos 20 años, con el aporte de cada una de las cámaras y los distintos sectores. Es muy bienvenida esta apertura a la discusión y que tengamos la alternativa de hacerlo para que los legisladores cuenten con toda la información necesaria, para presentar un proyecto sustentable, con seguridad jurídica y previsibilidad”.

Procesar el langostino

Otro de los sectores que está participando en la discusión del proyecto es el de la Cámara Pesquera de Chubut (CAPECH), cuyo titular es Agustín de la Fuente expresó la posición de que no necesariamente se requiere una nueva ley, sino algunas adecuaciones a la norma vigente. En nota presentada a la Legislatura, las observaciones de este sector empresario plasmaron también inquietudes en torno a la incorporación de valor agregado en tierra. 

La CAPECH, otra de las cámaras empresarias, también plantea observaciones a la normativa pesquera vigente.
La CAPECH, otra de las cámaras empresarias, también plantea observaciones a la normativa pesquera vigente.

Entre otras sugerencias, la CAPECH señala que “corresponde fijar por ley (y no mediante decretos de dudosa constitucionalidad, como se hace actualmente) el proceso mínimo que deberá realizarse al langostino cuando éste sea capturado dentro de las 12 millas correspondientes a la jurisdicción provincial”.

Según esa propuesta de la CAPECH, debería prohibirse la salida del territorio provincial “sin procesar y fijando las características del proceso mínimo. Así mismo, sería de suma importancia consensuar con los sindicatos y el Estado, incentivos a la producción de valor agregado en el procesamiento”.

“La ley actual –añade aquella presentación- sólo menciona la captura del langostino en el artículo 39 y establece la obligatoriedad de destinar la especie acompañante (merluza) al abastecimiento de las plantas. Actualmente no se cumple. Entendiendo cómo funciona la pesca y las temporadas, se podría generar un esquema de compensación para que los buques tengan la obligatoriedad de abastecer a las plantas fuera de la temporada de langostino con merluza o anchoíta. Con este fin, lograríamos un mayor promedio de salidas a pescar durante todo el año ya que los permisionarios muchas veces superan los 180 días de inactividad”.

Otra de las propuestas de este sector apunta a que, ya sea en la nueva ley o modificando la actual, la adjudicación de los permisos de pesca provinciales esté condicionada a que los buques presenten contratos de abastecimiento con plantas en tierra, para garantizar el normal funcionamiento de éstas en cada temporada. 

Trabajadores de plantas no quieren perder terreno

También el sector gremial ha tenido un primer acercamiento a la discusión, según refirió Oscar Lapalma delegado del STIA (Sindicato de Trabajadores de la Alimentación, que representa a trabajadores de plantas pesqueras) en Comodoro Rivadavia. 

“Nosotros rechazamos una de las modificaciones que se hacen a la ley actual, porque vulnera algunos derechos que los gremios de la actividad hemos planteado, como por ejemplo la cantidad de personal exigida por cada metro cúbico de bodega como condición para los permisos”, detalló el dirigente.

También manifestó el cuestionamiento al cambio en la exigencia de contar con los aportes de seguridad social al día como exigencia para la renovación de permisos pesqueros. “El borrador que hizo el gobierno no contempla esas exigencias, porque dice que son normas nacionales, pero nosotros lo habíamos incorporado porque veíamos el incumplimiento de los aportes. No se exige que estén al día, pero sí al menos que estén en una moratoria, por ejemplo, con plan de pago para cumplir con esas obligaciones”.

Otro reclamo del ámbito gremial es el vínculo entre permisos y plantas de procesamiento, particularmente en los que refieren a buques con menos de 21 metros de eslora, que requieren una tripulación de 8 personas y demandan el trabajo de 100 personas en tierra para procesar las capturas acordes a esa capacidad.

“Hoy se está pescando merluza y langostino, porque se ha cerrado temporalmente el langostino, que se va a habilitar próximamente en aguas provinciales –indicó-. Nosotros creemos que las plantas pueden trabajar todo el año, procesando el langostino cuando está abierto y seguir con la merluza cuando se cierra. Pretendemos que la nueva ley contemple no sólo el langostino, como se ha convertido en estos años, sino que también pesquen merluza para garantizar el trabajo en tierra”.

El puerto de Comodoro también presenta actividad pesquera y este año se evidenció una buena temporada del calamar.
El puerto de Comodoro también presenta actividad pesquera y este año se evidenció una buena temporada del calamar.

Por ahora, la discusión está comenzando con las visiones de los distintos sectores plasmadas en reuniones con los legisladores provinciales. El tema es altamente sensible, ya que se trata de una de las actividades económicas que presenta un buen nivel de recuperación en la demanda mundial, con posibilidad de generar más puestos de trabajo en uno de los sectores con mayor potencial de crecimiento para los próximos años . 
 

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