Tarifas: de cuánto serían los aumentos ante la pérdida y la disminución del subsidio para luz y gas
Los hogares con ingresos mensuales que superen los $444.000 perderán el derecho al subsidio que aporta el Estado, mientras que los de ingresos medios lo sostendrán, pero se recortará una parte del beneficio. Sin el aporte público, el costo del cargo variable se triplica y el del gas se multiplica por 4.
Mientras se inicia el plazo de los últimos días para inscribirse en el Registro de Acceso a los Subsidios Energéticos, quienes completaron la declaración jurada en los días anteriores ya conocen si quedaron totalmente fuera del beneficio, o si tienen posibilidad de quedar incluidos en los segmentos medios o bajos, para mantener parte de la ayuda del Estado a la hora de pagar la electricidad y el gas.
En este informe, un repaso de las posibles modificaciones en la factura, en caso de que tengas que absorber el costo pleno de esas prestaciones.
Para el servicio eléctrico, el secretario de Energía de la Nación dijo días atrás que el aumento se reflejará “en unos 3.000 pesos adicionales”, remarcando que esto sólo correspondería al 10 por ciento de la población de mayores ingresos.
Según explicó el funcionario, ese monto no se verá reflejado de un mes al otro, sino que habrá un primer incremento de 1.200 pesos en septiembre y luego en los meses sucesivos, hasta llegar a diciembre con la tarifa plena para quienes pierdan el beneficio.
Vale recordar que, a partir de la reciente actualización de la canasta básica total, se modificaría el límite para seguir recibiendo o perder el subsidio. De ese modo, sobre los 350.000 pesos iniciales que representaban 3,5 canastas básicas, la última medición del INDEC llevó esa cifra a 364.000 pesos, mientras que para la Patagonia, con el 22% adicional por zona desfavorable, a 444.000 pesos, contando los ingresos de bolsillo de todo el grupo familiar.
Cómo calcular el impacto en tu factura
Para verificar si esto se cumple para usuarios de Comodoro y Rada Tilly que superen los ingresos mensuales establecidos hasta ahora en el decreto, es decir 444.000 pesos en la región, hay que observar dos componentes de la factura de la SCPL.
Uno de los ítems es el que dice ‘Total de consumo activo”, en la columna superior derecha, donde se refleja un número que corresponde a la cantidad de kilowatts hora consumidos en el mes. Por ejemplo, un consumo medio se ubica en los 290 kw/h.
Luego hay que observar la columna inferior izquierda, debajo de “Servicios”, en el ítem “Cargo variable de energía”. En ese caso hay un valor en pesos, que para el caso del ejemplo mencionado podría estar en el orden de los 1.500 pesos.
Cuando se divide el precio total del cargo variable, es decir los 1.500 pesos, sobre el consumo del período, que son los 290 Kw/h, surge el valor de la energía actual, en torno a los 5,20 pesos.
Sin embargo, según pudo establecer ADNSUR en informes anteriores, a partir de la consulta en ámbitos técnicos, el precio actual de la unidad de energía sin subsidios, es cercano a los 16 pesos, que es el monto que pagan actualmente los usuarios no residenciales de la región.
De ese modo, siguiendo con el ejemplo, el usuario pasaría a pagar, en lugar de los 1.500 pesos actuales por el cargo variable, unos 4.600 pesos, que resulta de multiplicar el consumo de 290 kw/h por los 16 pesos del nuevo valor, sin subsidio.
En este caso, el incremento sería de 3.100 pesos, además de una suba adicional de 651 pesos en concepto de incremento de IVA, aplicado sobre el monto diferencial.
Hay que considerar además para mayores rangos de consumo, el costo de la energía es mayor. Para un hogar que demanda actualmente 400 kw/h, el costo actual se ubica en algo más de 8 pesos. De ese modo, una factura con ese consumo paga actualmente unos 3.200 pesos en concepto de cargo variable. ¿Qué pasa si pierde el subsidio?
Como en el ejemplo anterior, hay que multiplicar el consumo actual por el valor la tarifa sin subsidio, que hoy es de 16 pesos, por lo que el nuevo valor a pagar sería de 6.400 pesos. El incremento, nuevamente, se verifica en alrededor de 3.200 pesos mensuales, más otros 670 pesos en concepto de IVA adicional.
Cómo calcular el aumento en la factura del gas
Del mismo modo es posible estimar cómo sería impacto en la factura del gas, para quienes pierdan la cobertura y comiencen a pagar la tarifa plena del servicio, aun cuando se mantiene el 50% de descuento que rige por ley para la región patagónica.
Si se observa la factura de gas, en la columna “Detalle de los conceptos facturados”, hay un ítem, luego del “Cargo Fijo”, que se inscribe como “Consumo de Gas”. Allí se consigna una primera cantidad, que es la de metros cúbicos consumos, con un signo de multiplicación por 6,065891. Dicha cifra es el precio actual, es decir 6 pesos con algunos centavos.
En tercer lugar aparece el ítem “Subsidio Zona”, en referencia al descuento que recibe la región patagónica a través de una ley nacional, que se financia con el aporte de todos los usuarios del país, incluidos los de esta región. Por eso se aplica una resta, equivalente a la mitad de lo que suman hasta ese punto el cargo fijo y el consumo del mes.
¿Qué pasará con quienes superen el límite de ingresos y pierdan el subsidio? Comenzarán a pagar, en lugar de los 6 pesos por metro cúbico, un valor que actualmente es del orden de los 27 pesos por metro cúbico, que es el precio del gas si no tuviera el subsidio del Estado nacional.
Así, un usuario R1 (de consumo más bajo), que demandó en el mes 50 metros cúbicos de gas y pagó un cargo fijo de 123 pesos, si perdiera el subsidio dejaría de pagar 6 pesos por metro cúbico, para comenzar a pagar 27. De ese modo, el cargo por consumo pasaría desde 300 hasta 1.350 pesos, pero luego igualmente recibiría el 50% de descuento sobre ese monto, por el que pagaría 675 pesos. La diferencia con lo que paga hoy es de 375 pesos, más el proporcional de IVA.
En un usuario R3, de rango de consumo medio, el impacto sería mayor. Por algo más de 700 metros cúbicos que consumió el mes pasado había pagado 4.300 pesos, más un cargo fijo de 257 pesos. En total, 4.600 pesos, que al recibir el descuento patagónico, quedaba en 2.300 pesos.
Si ese usuario perdiera el subsidio que aporta el Estado nacional (que no hay que confundir con el descuento por zona patagónica), entonces el precio de cada metro cúbico de gas pasaría dese los 6 pesos actuales a los mismos 27 pesos que se mencionó en el ejemplo anterior.
Así, el nuevo valor del consumo variable ascendería a 18.900 pesos, sobre lo que el usuario patagónico pagaría la mitad, es decir 9.450 pesos, más el cargo fijo y el proporcional aumento del IVA. Como se ve, el salto es importante, ya que prácticamente se cuadruplica, aún cuando se mantiene el descuento de la zona patagónica.
Quienes tengan ingresos medios y bajos, conservan el subsidio, pero igual tendrán aumentos
Hay que tener en cuenta también que quienes logren quedar por debajo del umbral de ingresos altos, conservarán el subsidio, pero esto no significa que pagarán menos que lo que cuestan hoy los servicios, ni tampoco que dejarán de recibir adecuaciones en las tarifas.
Mientras la inflación siga disparada, CAMMESA seguirá ajustando los precios de la energía. De hecho, hubo aumentos en el mes de junio en el mercado mayorista, que todavía debe discutirse cómo se trasladarán y en qué magnitud a los usuarios finales. Paralelamente, también las autoridades regulatorias nacionales del mercado gasífero seguirán posibilitando el ajuste del precio del gas, que depende de variaciones internacionales y está directamente vinculado al dólar.
No obstante, en esos casos habrá un tope para nuevos aumentos, que el gobierno apunta a que se produzcan por debajo del ritmo de crecimiento de los salarios: para el segmento de más bajos ingresos, ese tope no podría exceder el 40% de la evolución salarial; y el de ingresos medios, tendrán un tope del 80% sobre el promedio de los salarios, que se medirá en un índice que da a conocer el gobierno todos los años.