Construir una habitación más para ampliar la casa, levantar un cerco o iniciar una reforma puede significar una tarea tan compleja como el inicio de una vivienda desde cero, al menos para sectores mayoritarios de la población. Si bien el ladrillo siempre fue un modo importante de ahorro, los problemas que plantea la inflación y la constante suba de precios parece haber puesto freno a una actividad que siempre tiene movimiento en Comodoro, pero que inevitablemente hoy refleja el impacto de una rueda económica con dificultades crecientes.

No podría hablarse de una paralización, pero sí de una desaceleración en el ritmo de construcción de obras privadas en la ciudad. Por fuera de la obra pública, que tiene sus propios grados de dificultad, lo que refiere a la dinámica de obras tiene algunos indicadores negativos, con un efecto que podría hacerse más notorio en algunos meses, siempre que no se revierta la tendencia actual.

Los permisos de inicio de obras disminuyeron en la primera mitad de este año, mientras que la nueva superficie construida tuvo una caída más notoria aún. Foto: Mario Molaroni.

Si el año pasado, en fechas similares a la actual, ADNSUR reseñaba en un informe exclusivo que los permisos de construcción reflejaban un aumento en la cantidad de permisos de construcción de en un 20%, al comparar el primer semestre de 2022 contra igual período de 2021, en 2023 la tendencia se ha revertido.

De acuerdo con datos oficiales de la Dirección de Obras Particulares de la Municiipalidad comodorense, entre enero y junio de 2023 la cantidad de permisos de inicio de obras fue de 289, lo que significa una caída del 17,1% frente a los 347 inicios de la primera mitad de 2022. En la superficie relevada por el organismo oficial, la merma es más notoria aún, ya que se redujo en un 63%.

El dato significa una merma en relación al año pasado, pero se mantiene por encima de 2021, cuando los permisos en el primer semestre habían totalizado 210. Ese número, a su vez, representaba una mejora luego de la paralización causada por la pandemia, en la primera mitad de 2020. 

Varios factores pueden explicar la estadística negativa. Además del más obvio, vinculada un menor ritmo constructivo, también puede ocurrir que quienes inician obras opten por hacerlo de modo informal, dejando para más adelante la oficialización del trámite ante el municipio, aunque esa conducta entraña riesgos de multas y otro tipo de sanciones.

La baja puede originarse, también, en la evolución de los precios y la dificultad creciente de la economía, que a su vez tiene en la construcción un indicador general sobre expectativas y ritmo de actividad. Quienes conocen de este tipo de indicadores suelen comentar que, aún en períodos críticos, si la construcción crece es porque hay expectativas de mejora, mientras que el signo contrario refleja una posible profundización de los problemas.

La superficie de obra nueva relevada en el primer semestre de este año tuvo una fuerte caída del 63%. Fuente: Dirección de Obras Particulares MCR.

En la ciudad, por lo pronto, la superficie de obra relevada entre enero y junio se redujo drásticamente, de 30.255,8 metros cuadrados a 11.152,7 m.2. Con un precio de construcción oscilando entre 1.500 y 2.000 dólares por metro y una inflación que no cede, tal vez el indicador no resulte tan difícil de comprender.

Aunque se trata de magnitudes diferentes, tal vez un ejemplo vinculado a una gran obra de infraestructura en la ciudad sirva de ejemplo para entender la evolución de los precios en la construcción.

El costo de la pavimentación del llamado “Camino de Circunvalación”, entre la ruta 26 y la avenida Polonia, se había establecido en un costo inicial de 845 millones de pesos, según el convenio firmado entre el Municipio y Vialidad Nacional, el 22 de diciembre del año pasado. El jueves último, menos de 8 meses  después, el Concejo dio ingreso a un proyecto de adenda de aquel convenio, por el que se autoriza a elevar el costo, de la misma obra, hasta los 1.755 millones de pesos. Es decir un incremento del doble, en poco más de medio año.

“LO VAMOS A NOTAR MÁS ADELANTE”

Para Raúl Silva, el titular de la UOCRA en Comodoro, el freno de las obras privadas en la ciudad no es todavía tan notorio como lo reflejan las estadísticas oficiales.

“Justo hablábamos con Othar (Macharashvili, el intendente electo) de estos temas, pero nosotros no lo vemos reflejado todavía. Te pongo un ejemplo: si alguien saca un permiso de construcción, empieza a construir dentro de un tiempo. Si la cantidad de permisos era de 10 y este año pasó a 5, esa caída yo la voy a ver reflejada dentro de 3 ó 4 meses, o más cerca de fin de año”.

Raúl Silva, secretario general de la UOCRA Comodoro, durante un encuentro con el intendente electo, Othar Macharashvili.

El dirigente gremial sostuvo que en su sector todavía se nota un buen ritmo de actividad, ya que la bolsa de trabajo que funciona en el gremio no ha tenido una suba de demanda, lo que significa que no aumentó el número gente desocupada en el sector.

“Por ahora se mantiene el ritmo, pero puede ser que se note un freno más adelante. El precio del cemento tuvo un impacto del 6% hace unos días y esas subas de precios, que son permanentes, repercute, lo mismo que el precio del hierro. Esto afecta más que nada al privado, que empieza construir juntando pesito por pesito y si usted plantea hacer un paredón de 10 metros y le costaba ‘un palo’ (un millón de pesos), con el aumento de precios ya en lugar de 10 va a construir 8 metros y el costo se eleva a un palo trescientos”.

Para diferenciar aún más la situación, Silva añadió que la obra pública, sea de fondos nacionales, provinciales o municipales, tiene establecido su propio sistema de actualización de precios, previsto de antemano, pero la dificultad puede tornarse inmanejable para quien empieza a construir por su propia cuenta.

LOS PRECIOS SUBEN AL 8% MENSUAL

Guillermo Motessi comentó, al ser consultado para este informe exclusivo de ADNSUR, que si bien puede haberse notado una baja de ventas de materiales, particularmente en el último mes, la misma no es muy notoria aún.

“La realidad de Comodoro siempre se mantiene muy diferente a la de otras lugares, como pueden ser Bahía Blanca, Buenos Aires o Córdoba. Esto lo vemos en el contacto con colegas de otras ciudades y están mucho peor. Yo percibo que bajó un poco el trabajo, pero dentro de todo se mantiene en números razonables, no veo una caída muy marcada”.

Desde el punto de vista de uno de los principales comercios del rubro construcción en la ciudad, Motessi aportó otro dato para entender la desaceleración de la actividad, aún con los atenuantes mencionados por los protagonistas. El ritmo de actualización de precios, que hasta el año pasado tenía un ritmo del 5% mensual, en lo que va de 2023 se ha elevado a alrededor del 8%.

Guillermo Mottessi no nota una caída importante de la demanda de materiales, aunque sí reconoció una leve baja en el último mes, según comentó.

“Ahora el ritmo de precios es mayor y estas últimas medidas del gobierno, que encarecieron el dólar para los productos importados, desencadenó un aumento que algunos proveedores fijaron entre un 10 y 15%, que se suma a lo que ya tenemos todos los meses por inflación”.

La suba de precios en esos niveles no afecta sólo a los productos importados, según precisó el comerciante.

“Es para los materiales en general, porque muchos productos que se fabrican en Argentina tienen insumos, como puede ser un químico o algún otro producto, que es importado y entonces ya tenés una incidencia del dólar”.

Para Motessi, la suba de precios constante explica que haya una baja de demanda importante en distintos lugares del país, pero al mismo tiempo no se cumplen leyes básicas del mercado. “Hace algunos meses casi no había mercadería, hoy ‘te lo tiran’ por la cabeza, pero los precios siguen subiendo y la demanda bajó en ciudades grandes, a veces no se entiende”, graficó.

Sin embargo, insistió en remarcar que la realidad de Comodoro Rivadavia es diferente, más allá de que se haya notado una desaceleración, particularmente en el mes de julio, que Motessi atribuyó también a efectos del clima y la parte más complicada del invierno, con lluvias, heladas y temporales de vientos incluidos.

“En la primera parte del año, el ritmo era más que bueno”, reseñó, para recordar que quienes aún tienen capacidad de ahorro, la compra de materiales para la construcción futura sigue resultando una alternativa de ahorro más que interesante.

“HOY TODO ESTÁ ATADO AL DÓLAR BLUE”

Guillermo Ceriani, presidente de la Cámara de Comercio de la ciudad, aportó también su visión sobre lo que pasa en la construcción, ya que es el rubro particular al que él se dedica con su propio comercio.

“Va todo acompañado de la situación económica que estamos viviendo y hay una pequeña merma en el sector, aunque no sea muy grande, pero ha bajado un poco, sobre todo en los emprendimientos privados, en quienes estaban haciendo una pequeña inversión o tratando de hacer su casa. Hoy no conviene invertir, porque se dio vuelta”.

La suba del dólar 'blue' y los impuestos sobre el dólar de importación también incidieron en los precios de los materiales, durante la última semana. Foto: M.Molaroni.

El mismo comerciante señalaba, exactamente un año atrás, que el movimiento de ventas en Comodoro reflejaba una tendencia al ‘ahorro en ladrillos’, como un mecanismo de reaseguro frente a la inflación. Hoy, sin embargo, esa tendencia ha cambiado, según reconoció el referente del sector comercial.

“Sí, ha cambiado todo –reconoció-, porque para todo el que tenía dinero en efectivo era un buena inversión pensar en construir, pero hoy con los resultados en cuanto a alquileres y la situación económica, (empezar a construir) es complicarse la vida. Para el que tiene una propiedad, ponerse a construir otra para hacerla rendir como una unidad económica en alquiler no le conviene, porque no le va a rendir. La plaza inmobiliaria ha bajado mucho”.

Con todo, Ceriani también puso atenuantes al ritmo del comercio de la construcción. “No es algo drástico, pero sí se nota una desaceleración –reconoció-. Puede ser porque también está todo el mundo haciendo la plancha, esperando a ver en qué termina esta transición política”.

“Pasa con todos los precios en general, no sólo con los materiales de construcción. La carne tuvo un gran aumento y dicen que es por la suba del grano, pero ese aumento fue hace 4 ó 5 días, la vaca todavía no lo llegó a comer a ese alimento y ya se trasladó al precio de la carne. Hay una alimentación de las expectativas de inflación. Lo mismo pasa con el combustible: sube la nafta y el gasoil y al otro día suben también todos los precios, porque los comerciantes buscan cubrirse. Nadie va a poner plata de su bolsillo, para vender algo por debajo del costo”.

"Todos los precios se mueven con el dólar 'blue'", cuestionó Guillermo Ceriani, de Solsur.

Además, coincidió en que la incidencia del dólar y la suba que tuvo el ‘blue’ en las últimas semanas se traslada inmediatamente a precios.

“Está todo regido por el precio del billete que tenés que sacar del bolsillo, que está en 560 pesos. Cuando el gobierno se quedó sin dólares oficiales, la gente que tenía algo debajo del colchón tuvo que salir a cubrirse y hubo un salto muy grande en toda la economía en general. Desde hace un mes que los precios se vienen adaptando a ese nuevo valor y hoy es una aceleración constante: si se mueve el ‘blue’, suben todos los precios que tengan insumos atados al dólar en sus cadenas comerciales”.

¿CUÁNTO CUESTA EL METRO DE CONSTRUCCIÓN?

Al mismo tiempo, la cuestión de los precios juega un rol principal. Una bolsa de cemento a más de 3.300 pesos, una malla para contrapiso en 26.000 y 1.000 ladrillos huecos en 220.000 pesos, a valores de la última semana, permiten una aproximación al tipo de costos que se debe afrontar a momento de iniciar una construcción. 

Para concluir este informe, le pedimos a un especialista que realizara una cálculo de materiales y costos, basado en una lista de precios publicada en la última semana, para una edificación básica. 

Por ejemplo, pensando en una familia que necesita ampliar su casa en una habitación adicional, de 3 x 4 metros. Con todos los materiales incluidos, sumando puerta y ventana, ese simple proyecto ascendería hasta los 700.000 pesos, pero todavía faltaría sumar la mano de obra y otros detalles para hacer habitable el nuevo ambiente.

Para completar la estimación, puede tomarse la referencia del mes de junio, cuando el costo por metro cuadrado ascendía a 387.000 pesos, lo que significaría que construir la habitación adicional, de 12 metros cuadrados, se elevaría hasta los 4,6 millones de pesos, lo que actualizado al mes de agosto debería sumar otro 10%, considerando que el índice de construcción se venía actualizando al 5% mensual.

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