En Comodoro cada vez más gente intenta producir en tierra lo que el mercado y verdulerías ya no pueden dar: verdura y fruta de buena calidad a un precio razonable. Por supuesto, el trabajo no es sencillo, menos con un clima complejo que ofrece buena temperatura, frío y viento, quizás todo en un solo día, pero el desafío es posible, tanto al aire libre como bajo techo.

Mariela Aguilar e Iván son dos productores de Kilómetro 17 y producen lechuga a través de la técnica de hidroponía, un procedimiento que no necesita tierra, utiliza menos agua y es más eficiente en términos de tiempo de producción.

“Nosotros estamos acá desde 2012”, dice Mariela a ADNSUR al contar cómo fueron los inicios. “Comenzamos con un emprendimiento avícola, hacíamos doble pechuga en criadero de forma natural, pero hubo un derrame de petróleo en 2017 de la empresa CAPSA y nos afectó la tierra. La verdad eso nos desgastó mucho, no queríamos saber nada pero después empezamos a practicar muy personalmente lo que era hidroponía, nos empezó a fascinar y empezamos a crecer de forma escalonada”.

Mariela e Iván tienen 4000 plantas en producción. Foto: Fredi Carrera.

Como cuenta Mariela, el criadero de doble pechuga se convirtió en un invernadero. En ese mismo espacio hicieron las primeras pruebas de hidroponía, creando un pequeño circuito cerrado para alimentar su producción. El resultado fue tan bueno que el año pasado armaron otro módulo y también un espacio para la producción de plantines, un trabajo en familia que hicieron con ayuda de sus hijos, quienes colaboran con el emprendimiento familiar.

En la actualidad, Mariela e Iván abastecen a distribuidoras, llegando a distintos puntos de Comodoro. “Vamos creciendo, tenemos que seguir creciendo, sabemos que muchas veces no llegamos con las cantidades pero estamos en constante crecimiento”.

¿Pero de qué se trata esta técnica? “La hidroponía consiste en vez de utilizar tierra, usar agua y nutrientes a través de sales. Es un circuito que reduce un 80% el uso de agua y tiene una ventaja que los tiempos de producción son más chicos que los tradicionales en tierra. Por ejemplo, en tierra la lechuga demora 70 días en cosecharse, en hidroponía son 35 o 45 días”.

El proceso comienza en plantines y luego en un circuito cerrado.

Mariela cuenta que “las sales son el alimento que la planta necesita”. Se trata de una fórmula, que ellos mismos mezclan en base al pH del agua que reciben. “En el sur tenemos un pH de 9, y en base a ese pH, tenemos que ir generando nuestras propias sales para las plantas, porque no todas las fórmulas son iguales. Le ponemos calcio, potasio, nitrógeno, fósforo, todo lo que la lechuga necesita. Después se ingresa a un circuito cerrado y se hace circular con una bomba”. 

La buena noticia es que el sistema utiliza poca cantidad de agua para la cosecha. El resultado es una lechuga “mucho más liviana, mucho más digerible, más blanda”, dice Iván.

El secreto es un circuito cerrado por donde circula agua y alimento para las plantas. Con la hidroponía no se necesita tierra.

La hidroponía está creciendo lentamente en Comodoro, también con otro tipo de verduras. En el caso de Iván y Mariela, cuentan con una producción de 4000 plantas que venden a distribuidoras a un precio accesible, aseguran. “Siempre se apuntó a que no sea un consumo de lujo, sino un producto masivo, porque a veces te encontrás con plantas de hidroponía y te las cobran como si la hubieran traído de otro lado, pero acá queremos que sea diferente”.

“Cada vez más gente se suma, la inversión al principio es mucha, tenés que saber que es un año de inversión completa, pero después empezás a recuperar, a largo plazo, lo que pasa es que un caño de estos no se echa a perder tan fácil, pero tenés que saber que en Comodoro sea verano o invierno necesitás una producción bajo techo, porque te llega caer una helada o un viento y te afecta, y con un poquito de sol que entre se pone caluroso enseguida. La inversión y tiempo es grande, pero si tenés paciencia y tiempo, está bueno”, agrega Mariela.

El último fin de semana, Mariela estuvo en el Festín de Sabores y este participó de la Feria de Producción de Km17, un espacio que se inauguró el último verano. 

Su objetivo es seguir creciendo con su granja y aumentar la producción. “Queremos crecer en cantidad, tener otro galpón más y generar mano de obra. También tenemos algo de albahaca, rúcula, espinaca, pero necesitamos crecer en espacio porque la demanda más grande es en lechuga”, sentencia, demostrando que en Comodoro hay alternativas productivas, y no todo es en base a la tierra.

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