Modelaje inclusivo, una escuela de Comodoro organizó un desfile para adultos no videntes
Iona Segura fue reina de la Primavera, primera princesa de Comodoro y promotora de TC y TC2000. Hace 7 años, creó su propia escuela de modelaje inclusiva y diversa, y ahora organizó, en forma solidaria, un desfile para los integrantes del Centro Luis Braille. “Para mí es importante que la mirada del modelaje cambie, que no solamente busquen chicas 90-60-90, rubias, de ojos celestes, sino que veamos otra cosa más allá de eso”, dijo a ADNSUR.
“Estoy tratando de hacer algo distinto”, dice Edith. “La verdad es que es hermoso lo que vamos a hacer y es gracias a nuestra profesora”, suma Berni. “Me encanta el desfile”, agrega Maximiliano. Y “para poder mover el cuerpo hay que tener la mente llena de música”, sentencia Pepe. Ellos son algunos de los adultos que cada día asisten al Centro Luis Braille de Comodoro Rivadavia, la institución que contiene a personas no videntes y con discapacidad visual.
En julio, el centro realizó un mate bingo para recaudar fondos y tuvo una ayuda muy especial. Iona Segura, de “Imperio Model”, los acompañó en forma solidaria para organizar el desfile y, junto a sus alumnos, participó de esa hermosa experiencia que fue completamente distinta a todas, asegura.
“Fue una experiencia completamente distinta, muy fuerte. Nunca había trabajado con personas no videntes y fue algo nuevo, pero me encantó la alegría que ellos tienen. A veces uno no tiene tanta energía como ellos, entonces qué lindo sería que por ahí la gente empiece a ver el mundo de otra manera y empiece a ser un poquito más agradecida, más empática”, dice a ADNSUR.
Iona asegura que Edith, Pepe y compañía “quedaron re contentos”. Cuenta que incluso quieren que vuelvan y admite: “ahí estamos viendo cómo podemos hacer para trabajar en la escuela, porque todo tiene un proceso”.
Durante dos semanas, la ex modelo asistió al colegio para ayudarlos con el desfile. Les enseñó cómo desfilar y principalmente los impulsó a que no tuvieran miedo. “Me preguntaban profe ¿cómo nos vamos a maquillar?, ¿cómo nos vamos a peinar?, ¿cuántas pasadas son?. Pero fue re lindo, porque es un grupo más de gente grande y se lo toma de otra manera. Me encantó porque le pusieron una actitud tremenda: querían que la gente vea que todo se puede en la vida, porque ellos tienen la actitud y es lo que se necesita sinceramente”.
Lo cierto es que esta no es una actividad aislada de “Imperio Model”. Iona, que hace 7 años creó su escuela, busca que haya otra mirada del modelaje. “Para mí es importante que la mirada del modelaje cambie, que no solamente busquen chicas 90-60-90, rubias, de ojos celestes, sino que veamos otra cosa más allá de eso”.
“Mi escuela no se basa únicamente en una escuela de modelaje, sino que trata de hacer crecer la actitud de cada persona, que los temores de las personas se vayan, porque vivimos en un mundo donde lo inclusivo está al día. Entonces está bien porque el modelaje ha sido adaptado en todos los ámbitos y para todas las personas”.
En los últimos años, la escuela ha formado a personas que conviven con diferentes condiciones, porque se "busca que gente que nunca pudo desfilar en una pasarela y tiene ganas de formar parte, lo haga".
DE MODELAR A ENSEÑAR
En su caso, Iona comenzó a modelar de chiquita. A los 3 años, ya desfilaba con los tacos de su mamá y miraba cuando se maquillaba. Pasó por Mujer Austral y fue reina de la Primavera, en aquellos certámenes que culminaban con la celebración por el Día del Estudiante. Y alguna vez también participó en la elección de la Reina de Comodoro, siendo elegida primera princesa.
Cuando se terminó el modelaje, Iona continuó con su vida. Fue administrativa contable en diferentes empresas, pero cuando nació su hijo, decidió emprender y creó una escuela de danzas para darle continuidad a su carrera como profesora, luego de haberse graduado en El Camaruco.
“Empecé desde abajo”, dice con orgullo. “Mi lugar no estaba pintado, ni tenía tantos espejos, pero hoy tengo todas las cosas para que los chicos estén bien. Empecé con poquitos alumnos, con folclore y tango, pero fuimos creciendo y hoy hay más gente que trabaja conmigo, como Mariela, la profe de zumba que está desde siempre”.
Hace siete años, Iona decidió sumar modelaje con una mirada distinta y comenzó con su escuela inclusiva y diversa. Hoy participa en diferentes escenarios de la ciudad, fomentando con grupos infantiles, teens y de adolescentes y adultos.
“Trabajo mucho la parte emocional de las personas, no solamente busco un estereotipo físico”, dice la exmodelo, quien llegó a la Revista Caras y Para Ti. Ahora se prepara para viajar a Buenos Aires, con un grupo de sus alumnos y por qué no soñar con representar a la ciudad en algún certamen internacional.