Era un jueves tranquilo cuando sonó el teléfono y al otro lado del celular escuchó quizás la propuesta más importante que hasta ahora tuvo su carrera musical. Confiesa que dudó, no había tiempo y pensó en rechazar el ofrecimiento. Sin embargo, el instinto le dijo que confíe, que vaya por todo y apostó. Ariel Sánchez, el percusionista de Rada Tilly que tocó con Ricky Martin en el Movistar Arena asegura a ADNSUR que nunca se lo hubiese perdonado, era una gran oportunidad para dejarla pasar, algo que no todos los días llega y que puede incluso cambiar el camino. 

“Fue algo impresionante, pero al principio me dio mucho vértigo agarrar este compromiso, es la verdad y no me lo hubiese perdonado. Me llamaron un jueves y al otro día tenía que estar ensayando. Eran muchas partes, muchos cambios de instrumento, había que leer un montón, cosa que no estoy tan acostumbrado a tocar leyendo, y la verdad que al principio me dio ganas de decir que no, porque no sabía si podía llegar, porque uno sabe hasta dónde puede. Pero confié, dije ‘voy a darle con todo’, porque no quiero perder semejante oportunidad. Yo me crie escuchando sus canciones, en casa estaban sus discos, es un cantante impresionante, y a pesar que no escucho su música fue una alegría inmensa”, dice con orgullo.

Pasaron varios días desde el último concierto en el Movistar Arena. Al otro del teléfono, a 1800 kilómetros de distancia, a Ariel se lo escucha contento. Como siempre no escatima tiempo ni espacio para hablar con su ciudad, el lugar en el mundo al que va todas las navidades, sin importar que pase. 

Es que como dice, es el momento de encontrarse con su familia, aquellos que le inculcaron la pasión por la música y de alguna forma lo llevaron a este presente.

Ariel Sánchez en estudio, uno de los lugares donde la magia fluye.

UNA VIDA JUNTO A LA MÚSICA

Ariel es nacido y criado en Rada Tilly. La playa, las lagartijas y los cerros fueron sus juguetes de chico, aquellos que lo acompañaron en una “infancia feliz y con una familia muy unida”. 

Cuenta que la música fue la otra compañera, gracias a sus padres, sus tíos y sus primos, y aquellas juntadas donde se cantaba y bailaba. Con orgullo recuerda que su papá alguna vez tocó con Rubén Patagonia, y que su prima Nene lleva adelante el taller de folclore de la Municipalidad de Rada Tilly, mientras que su primo tuvo su propia formación y su tío Óscar fue el director del coro de la Escuela 12 y de Repsol YPF. Sin duda, los Sánchez respiran música.

“De chiquito empecé a mamar todo eso y me encantaba. Desde los cuatro o cinco años que la música estuvo. De entrada me llamó mucho la atención la persecución, y mi viejo como veía que tenía condiciones, me impulsaba. Yo de chico, con 5 años ya podía acompañar una zamba en una guitarreada, y bueno empezó a pasar el tiempo, me gustó la batería y mi viejo me apoyó y empecé a tomar clases”, cuenta sobre sus inicios.

Eddie Burón fue su primer profesor, quien le enseñó los primeros secretos de la percusión. En paralelo tocaba en el Coro Municipal de la Escuela N° 12, -donde hizo la Primaria- que lo dirigía su tío, Óscar Sánchez.

“Eso me ayudó mucho porque de a poquito empecé a foguearme, de saber que había horarios de ensayos, sobre cómo subir a un escenario y sacarme el miedo. Con Eddie estudié como cuatro años, después con mi primo, Oscar, también, era como mi hermano mayor, me mostraba música, y así empezó todo”.

Ariel siempre tocó la batería, instrumento que lo llevó al mundo de la percusión en sus diferentes variantes.

Cuando cumplió 18 años, como muchos estudiantes, Ariel tuvo que definir qué hacer con su futuro, pero a diferencia de otros, tenía solo una respuesta. “La única respuesta que pensaba era la música, pero fue muy loco porque para mi era un disfrute y un hobby, pero no lo tomaba como un trabajo. Pensé en estudiar arquitectura o mecánica, pero por suerte me terminé haciendo cargo de que la música era mi pasión y me vine a Buenos Aires a estudiar a un conservatorio con 18 años”.

Ariel finalmente terminó encontrando su camino pero nunca dejó de estudiar. Luego de pasar por el conservatorio continuó estudiando con profesores particulares, mientras hacía sus primeras paradas en escenarios acompañando a músicos como Julia Zenco, la Bruja Salguero, Angela Irene, o diferentes agrupaciones estables como Después de aquel suceso, Sin viola, Los Totora y Dos más uno, el trío que integra hace 10 años y con el cual cada dos años viaja a Europa para presentar su repertorio, como sucedió en mayo pasado.

Precisamente con esa agrupación, en 2018, llegó a Morfi, el popular programa de Telefé, creado por Gerardo Rozín. “La Peña es sin duda un antes y un después, por la visibilidad que nos dio el programa, donde nos ven miles de personas todos los domingo tocando con el grupo. Yo creo que a partir de ahí se unieron un par de cuestiones que hicieron lo que me pasa hoy, porque lo vi en mis redes sociales o en las calles, cuando me paraba gente y me felicitaba por lo que hacía. Ese año terminamos llenando un Ateneo con 600 personas, algo difícil con un grupo que toca música latinoamericana, folclórica, sin duda fue un antes y un después”.

Ariel hace 10 años integra el dúo Dos más uno, con el cual llegó a la Peña de Morfi, el programa de Gerardo Rozín que lo llevó a otro nivel de exposición.

Como dice Ariel, con la peña su nivel de exposición subió, no solo por la pantalla sino por con quienes compartía escenario. Así llegó la chance de tocar con Ismael Serrano, con Diego Torres y ahora Ricky Martin, una experiencia sin igual, admite.

“Fueron tres show impresionantes, con una producción de alto nivel. La verdad que fue una experiencia impresionante, yo estaba feliz de estar acompañando a Ricky Martin. Imaginate escuchar Fuego de noche, nieve de día. Por más que yo no soy un fanático de su música, valoro un montón lo que significa, porque es Ricky Martin, un artista mundial que llena estadios. Muchas veces se me erizaba la piel de estar ahí tocando, porque para mi la música tiene esa expresión, una conexión que trasciende cualquier cosa. Por más que este tocando un triangulito voy a estar ahí gozando, porque me parece algo impresionante”, dice con emoción.  

Por estos días, Ariel ya prepara las valijas para volver al sur y pasar navidad con su familia. Luego llegará la temporada de verano, Cosquín incluido con Huilén Currá, participante de la Voz Argentina que estará en el máximo festival de folclore.

Sabe que se viene un año "bien cargado, con muchas cosas”, pero reconoce que eso es lo mejor que le puede pasar. Pero ahora será tiempo de descansar, reencontrarse con su infancia, aquellos días de playa, cerros y música, y compartir con los suyos está gran experiencia con el cantante boricua, aquel que alguna vez escuchó su hermana, y con quien hoy tiene su propia foto en Instagram, algo que quizás nunca soñó, pero alcanzó.

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