“Algo raro pasó” dijo Fantino sobre la experiencia sobrenatural en su casa
Mientras el periodista leía un libro de historia medieval, los dispositivos comenzaron a prenderse solos, escuchaba voces y los perros ladraban con furia como nunca antes los había visto.
Fantino abrió su programa en América TV diciendo “Si vos sos impresionable con estas cosas, bancala”. Previo al arranque de la agenda del día, el conductor le dedicó unos minutos a relatar una experiencia escalofriante que vivió por la madrugada en su casa.
Su pareja estaba en la Ciudad de Buenos Aires y él se había quedado solo en su casa en Tigre. Mejor dicho, acompañado por sus mascotas, el conductor se retiró a su oficina para leer "Tratado sobre la caída del demonio", un texto escrito por Anselmo de Canterbury. Se alumbraba únicamente por la luz de un velador y junto a sus perros, abrió el antiguo libro y comenzó su lectura.
Pero mientras pasaban los minutos, las cosas empezaban a salirse de control.
“2:15 de la mañana escucho que hablan en la habitación donde duermo. Voy... televisor prendido”, relató. “Dije: ‘Bueno, me lo habré olvidado’”, agregó. Alejandro Fantino apagó la TV y volvió a su oficina. “Cuando estoy saliendo del pasillo... televisor prendido abajo. Bajo la escalera... TV prendido en el living y en la cocina, literal”, indicó.
Los dispositivos apagados y cierto misterio por lo que pasaba, el periodista volvió a su sala de lectura, se sentó en su sillón y siguió leyendo. Un par de líneas alcanzaron para que se desatara el segundo hecho escalofriante de la noche. “Empezaron a ladrar los perros como si hubiese entrado alguien a casa, nunca habían ladrado así”, recordó.
Pero las cosas no terminaron ahí. Con todo aparentemente controlado, el conductor insistió una vez más: “Doy vuelta la página y cuando aparece la imagen del propio demonio, la lora gira la cabeza, se le abren las alas y vuela por toda la oficina”, contó al aire.
Ese fue el evento que determinó el fin de la lectura nocturna. Con un poco de miedo y cansancio, fue a su habitación para dormir. “El velador estaba titilando. Me dormí y soñé cosas horribles. Me levanté con el estómago revuelto. Como decían los medievales, cuando el demonio quería entrar a tu cuerpo y lo rechazabas, quedabas con mal estómago. Algo raro pasó...”, finalizó.
Con información de La Nación