El comodorense Gastón Salas y su cambio de vida después de ganar Bake Off
El pastelero aprendió a hornear tortas de forma autodidacta y se consagró ganador de la primera edición del reality más importante de Argentina. Luego, volvió a su ciudad natal tras vivir un tiempo en Buenos Aires, y asegura que vive de su pasión.
Gastón Salas se consagró como el primer ganador del reality Bake Off Argentina, en el año 2018. Luego de ese momento, su carrera como pastelero profesional se elevó. Aprendió de manera autodidacta y tenía 20 años cuando participó del show en Telefé. Ganar el concurso hizo que pueda perfeccionarse en sus estudios, vivir unos meses en Buenos Aires y actualmente vivir de lo que tanto lo apasiona: la pastelería profesional.
Gastón comenzó a enamorarse de la pastelería cuando era apenas un niño y horneaba tortas con sus abuelas en Comodoro Rivadavia. Estudió pastelería profesional, pero no decoración de tortas que es su pasión, ya que la carrera no está avalada en Argentina como profesión. “Aquí es solamente un hobby y estamos luchando para que se reconozca como una profesión, tal como sucede en otros lugares del mundo. Ojalá se dé, porque el trabajo que hacemos lleva muchísimas horas y le damos nuestra impronta”, dijo el joven en diálogo con La Nación. Gastón continúa aprendiendo a decorar tortas a medida que le realizan los pedidos, y también toma cursos con profesores del exterior.
El joven comodorense ganó 500 mil pesos como premio por ser el ganador de la primera edición de Bake Off. En un principio dijo que quería usarlos para estudiar en Europa. “Fue tanta la locura después del programa que dejé ese sueño para más adelante. Mi vida cambió de la noche a la mañana, con ese dinero pude estudiar, viajar, comprar materiales y usarlo en todo lo que fui necesitando”, dijo.
La vida de Gastón cambió rotundamente desde que ganó el show. “Soy una persona común y corriente, con una vida normal. Fue una locura, sobre todo en Comodoro Rivadavia, porque desde acá todo cuesta más. Por otra parte, yo sabía que llegaba a la final y veía la propaganda en la tele promocionando el inicio del programa”, señaló.
El joven recordó todo lo que sucedió después de consagrarse ganador, y los momentos que le regaló el programa: Aprendí muchas cosas de pastelería, pero también a hablar en cámara, a expresar una idea. Salir a la calle y que todos me conocieran fue lo más loco. Además, pude mantener mi imagen en todos estos años. Tenía miedo de que se olvidaran de mí, y sin embargo todos se acercan muy cálidos; puedo comprobarlo todo el tiempo. Es un orgullo que me pidan una foto, una receta, que me saluden”.
El joven pastelero escribió un libro durante la pandemia, que saldrá a la venta en septiembre. El ejemplar habla de su historia, sus inicios y anécdotas con las recetas. Gastón estuvo seis meses viviendo en Buenos Aires luego del programa, pero volvió a Comodoro ya que “le costó adaptarse”. De todas maneras, asegura que viaja constantemente ya que tiene muchos proyectos en la capital, y que a futuro se imagina abriendo una pastelería, pero no solamente por el ingreso monetario, sino “que sea un proyecto bueno, y estar atrás de cada detalle”.
“Vivir y trabajar de lo que me gusta es una bendición”
El joven asegura que actualmente está dentro de sus posibilidades vivir de lo que le gusta, realizando tortas por encargo. “Me piden muchas tortas con formas de autos y de personajes, y aprendo mucho porque cada proyecto se complica más y más. A veces me frustro porque en pastelería te corren los tiempos y me estreso y pienso en dejar todo. Pero sé que no lo dejaría jamás porque me encanta. Entré al reality para ganar la competencia y ser pastelero, y no para ser mediático. Logré mi objetivo”, finalizó Gastón.