El Gobierno nacional indicó que no habrá más subsidios para películas argentinas “sin espectadores”. La medida fue anunciada por el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado. 

Días atrás, la comunidad audiovisual repudió de forma unánime el decreto que fue promulgado por Milei, que quita la cuota de pantalla a las producciones nacionales. 

"El Gobierno decidió no financiar más películas que prácticamenteno lograron captar la atención de los espectadores", dicta el documento difundido en la mañana de este sábado. 

La cartera bajo la dirección de Federico Sturzenegger justifica su decisión señalando que "las cifras de 2023 reflejan que el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) subsidió más de 100 películas con menos de 1.000 espectadores".

Además del ministerio de Sturzenegger, la nueva reglamentación fue trabajada en conjunto por la Secretaría de Cultura, conducida por Leandro Cifelli, y el INCAA, liderado por Carlos Pirovano.

En este sentido, el Gobierno detalló que durante el año pasado se financió "con el dinero de los contribuyentes" unas "12 películas, que captaron a menos de 100 espectadores", al tiempo que remarcó que "hubo una que logró vender solo 4 entradas y otra apenas 5". Sin embargo, no indicó qué largometrajes ni dio cifras al respecto.

Golpe al cine argentino: el Gobierno anunció que no habrá subsidios para películas "sin espectadores"

Asimismo, la cartera de Desregulación indica que esas 100 películas representaron "casi el 50% de los 236 proyectos financiados en 2023", y que, por ese motivo, se avanzó en la modificación "del proceso de asignación de subsidios", con el objetivo de "maximizar el beneficio para contribuyentes y espectadores".

"A través del decreto 662/24, se dispusieron una serie demodificaciones en la distribución de subsidios para promover el cine argentino y, a la vez, cuidar y fiscalizar los gastos del Estado en esta industria", puntualizó el Gobierno.

LAS MODIFICACIONES

Uno de los cambios más significativos que establece el decreto es que las producciones que busquen obtener subsidios deberán financiar al menos el 50% de sus proyectos con recursos propios. Además, se introdujo un tope máximo al financiamiento de cada producción para evitar que unos pocos proyectos acaparen los recursos estatales año tras año. Otra de las disposiciones establece que las productoras que hayan recibido subsidios no podrán solicitar más recursos públicos durante el año siguiente a la finalización de su proyecto.

El INCAA también ajustará sus criterios presupuestarios. A partir de ahora, los fondos destinados a gastos corrientes, estructurales y de funcionamiento no podrán superar el 20% de los ingresos del organismo. Estas medidas buscan reordenar los gastos para utilizar los recursos de manera más eficiente y promover la escuela de cine, la búsqueda de nuevos talentos y una producción audiovisual competitiva.

Esta decisión llega en un momento en el que el gobierno de Javier Milei ha avanzado con la reestructuración del INCAA, reduciendo su planta de empleados de manera significativa. Según un informe del Poder Ejecutivo, en el año 2000, el INCAA contaba con aproximadamente 90 empleados, mientras que al asumir la actual administración, la cifra ascendía a más de 900, lo que representaba un 42% del presupuesto destinado a sueldos. Este desproporcionado aumento de personal, sumado a la asignación de tareas ajenas a sus funciones originales, llevó a que en el ejercicio anterior se requirieran aportes extraordinarios del Tesoro Nacional para cubrir gastos operativos.

El decreto también establece que el Fondo de Fomento Cinematográfico se aplicará a los gastos de personal, gastos generales e inversiones que demande el funcionamiento del INCAA, pero sin superar el 20% del total de los recursos anuales percibidos. Esto empezará a regir a partir del 1º de junio de 2025.

En un esfuerzo por garantizar una distribución más equitativa de los fondos y fomentar la calidad de las producciones, el INCAA también evaluará la aptitud de los proyectos a ser subsidiados, tomando en cuenta la presentación de un plan completo de producción y financiamiento acreditado. El monto del subsidio no podrá exceder el 20% del Fondo de Fomento Cinematográfico, ni significar más del 50% del costo total de producción del proyecto.

Con este nuevo marco normativo, el gobierno busca racionalizar recursos y priorizar la exhibición y recuperación de fondos otorgados, dejando de lado preferencias ideológicas en la asignación de subsidios. Se espera que estas modificaciones promuevan una producción audiovisual más competitiva y alineada con los intereses tanto de los contribuyentes como de los espectadores.

La nueva reglamentación también establece que los miembros de la Asamblea Federal y del Consejo Asesor desempeñarán sus cargos “ad honorem”. Además, para incrementar la transparencia y participación, se considerarán representativas las entidades con personería jurídica o gremial que nucleen al menos una quinta parte de los profesionales del sector y que hayan tenido actividad en los dos años anteriores.

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