Se inició como malabarista, fue clown y creó su propia compañía de títeres: un joven comodorense que construye cultura donde va
Esteban Sierra es un joven artista, oriundo de Comodoro, que mantiene vivo el bichito de "ir por más". A sus 25 años, estudió en Buenos Aires, volvió en el segundo año de pandemia a la tierra que lo vió nacer y día a día apuesta al crecimiento de la escena teatral local y regional. "Todo esto que viene sucediendo, no lo estoy haciendo solo", reflexiona el entusiasta titiritero.
Esteban Sierra es oriundo de Comodoro Rivadavia, a sus 13 años descubrió el mundo de los malabares, del arte callejero, y rápidamente indagó el universo del clown, su “primer acercamiento a lo artístico”.
El joven de 25 años, recordó sus inicios en compañía de un amigo, con quien visitaba La Casa del Niño, y la guardería Goretti. “Nos pintábamos la cara de payasos, íbamos y llevábamos caramelos. Todo empezó así”, rememoró.
"Arranqué a acercarme al circo en un taller de clown en el Centro Cultural de un formador que vino de Bahía Blanca, Alexis Mondelo, y ahí conformamos un grupo que se llamaba "Clownmodoro clown" y hacíamos la marcha del Orgullo Clown. La hicimos un par de años y ese fue el motivo para poder conocerme con gente de acá de la ciudad que estaba empezando como yo o que venía hace un tiempo".
El clown lo cruzó con Cristian Stevenot, director y actor de mucha trayectoria, cuyo intercambio “fue bisagra” para vivir la primera experiencia teatral formal que fue "Sueño de una noche de verano". “La hicimos junto a un elenco municipal, donde él dirigía y llevaba a cabo la apuesta y ahí conocí a varias personas que -años después- continúo trabajando. Me encontré con luces, vestuario, otro formato dentro de este lenguaje escénico”, destacó el joven artista.
En plena adolescencia, su camino artístico se topó con los títeres. “Fue bastante sorpresivo para mí porque no lo tenía en mi radar, y me encontré con nuevas formas de contar. Eso me pareció buenisimo. Porque uno por ahí, con las leyes de la física, no puede volar, hay artilugios escénicos para que aparezca la magia”, valoró. Y recordó que encontrarse con muchos artistas viajeros, “que estaban viviendo de los títeres” lo ayudó a definir qué quería estudiar.
Su paso por la ciudad de la furia
“Me fui a Capital Federal y ahí me formé tres años en la Escuela de Ariel Bufano, que funciona en el Teatro San Martín. Un lugar que tiene mucho prestigio y más de 40 años de trayectoria. Cuenta con un elenco estable, y si bien no es una formación que me brinda un título como para ejercer la docencia, es muy reconocida en Latinoamérica. Ha sido la cuna de muchos hacedores y hacedoras. Haber podido transitar un lugar con esas características estuvo bueno”, sostuvo Sierra.
Allá en Buenos Aires, si bien Esteban no logró insertarse mucho “en el circuito”, dio algunos pasos por el rubro de la publicidad. “Estuve muy poquito en una producción de Disney que no surgió, porque nos comieron otros dibujitos que la rompieron. Pero logré trabajar con espectáculos de títeres”, señaló.
Luego de cinco años, Esteban volvió a la ciudad que lo vió nacer, en el segundo año de pandemia (2021), “porque veía que lo teatral estaba cobrando un sentido que por ahí en otro momento no lo había visto”, y hoy por hoy, se encuentra formando parte de seis diferentes proyectos teatrales y artísticos.
"Es una locura que hay aprovechar porque no sabemos la ola cuánto va a durar"
En el caso de uno de los proyectos en los que está trabajando, "La Bendición", Sierra recalcó que “cada vez que comparten el flyer” a los tres días se agotan las entradas. Una obra que le permitió participar del Provincial de Teatro, al igual que con el espectáculo “Amarte”. En el caso de la primera, viajaron al Festival Nacional de Teatro,"que estuvo increíble", recalcó.
"Llegué el año pasado y me encontré con la gente de Actitud Pandora, que viene trabajando arduamente. Los dueños de Pandora, Gonzalo y Alfaro, los había conocido en "Sueño de una noche de verano", mi primera experiencia teatral", recordó, y actualmente, continúan trabajando juntos en varios proyectos.
"Me encontré con la posibilidad, si bien no fue sencillo, de encontrar una continuidad en todos estos trabajos y poder vivir de esto. Estoy como técnico en ‘10 minutos antes del beso’, ‘Black Famingo’, ‘La Bendición’, ‘Amarte’ junto con la dirección y actúo en ‘Descartes’”, enumeró.
La vida como titiritero
Actualmente, Sierra encabeza dos espectáculos de su autoría: "Cartún de cartón" y "Padi en el viaje de las diferencias". Ambos fueron pensados para poder llevarlos “en un valija con dos bolsos”, destacó. “Los pude llevar a Perú, en Buenos Aires los estuve moviendo y ahora en el Festival Nacional los pude llevar también. Próximamente estoy por presentarlos en Puerto Deseado”, anticipó.
“Están pensados para que sucedan en una sala de teatro o en una plaza, en un jardín, un galpón, en la calle, y poder ir resolviendo sobre la marcha”.
Podría decirse que, dichas presentaciones se realizan “en familia”. Su hermanito menor lo asiste en las funciones infantiles, "él es mi asistente, me pasa los cables, invita a los alumnos minutos previos a la obra. Somos grandes amigos, me acompaña y colabora, sino pasa aula por aula y dice 'ya está lista la sorpresa, pueden pasar'".
Este año, con estos espectáculos infantiles conformó su compañía, llamada "Nadiral teatro", donde trabaja junto a su socio y familia, Luis Naya. "Él me acompaña con la producción y es quien opera los espectáculos que hago. Él es profesor de tango aquí en la ciudad, y también estudió teatro mucho tiempo en Buenos Aires. Somos buenos compañeros y tuvimos nuestra primera gira este año por Esquel, Trevelin y el Hoyo".
🎭 Su experiencia como director y operador técnico en espectáculos teatrales
“Me encontré con el aspecto de la técnica, que era algo en lo que yo no había incursionado y tiene que ver con estar en el detrás y no sólo hacer la puesta, el diseño de luces sino también operar la iluminación y el sonido. Es algo que me gusta, tomé un taller el año pasado y con esta posibilidad que he tenido de viajar tanto me encuentro con técnicos y técnicas, aprendo un montón”, expresó Sierra.
En relación a las condiciones en las que se llevan adelante los espectáculos teatrales en la región, Esteban sostuvo que “hacer teatro en Patagonia tiene que ver con laburar en espacios no convencionales, en no tener los recursos necesarios”.
Uno resuelve con los recursos que tiene. “Con espacios que acomodamos para que sean salas y muy a pulmón. El hecho de lograr generar una constancia, un sueldo y demás lleva su tiempo, y no sabemos hasta cuándo”, mencionó.
"Yo no soy director y acompañar un proyecto como el de ‘Amarte’, por ejemplo, que me han confiado Mariela Garolini y Lisandro Barroso que son los intérpretes, también fue una linda etapa para conocer el rol".
“Hay mucha gente en la ciudad que está queriendo hacer cosas y yo me siento parte de ella y está buenísimo. Se ha generado un circuito, una red”, valoró el joven hacedor y anticipó que “está surgiendo una especie de organización con la gente hacedora de teatro, docentes, para organizarnos y ver que problemáticas tenemos en común, que necesidades tenemos, desde los espacios que por ahí nos brindan diferentes organismos de la ciudad”, resaltó.
Su primera vez como curador en la 4º Edición de Teatro "en el medio de la nada"
"La Biblioteca Popular de Astra hace un trabajo increíble para poder gestionar cultura, durante todo el año, eso me parece súper valioso. Por eso, desde principios de este año, empecé a trabajar con Cristina Nieva, que es la directora de la biblioteca y hablando de estos diferentes caminos que me encuentro dentro del 'hacer' está el de la producción y la curaduría, que incursiono con ella en esta 4º Edición del Festival de ‘Teatro en medio de la nada’”, comentó y agregó que, una de las definiciones que figura en internet y le agrada dice que es "el responsable de cuidar algo".
Dentro de las tareas que tiene como “curador” se encuentra la de hacer una convocatoria, una pre-selección en diferentes festivales que hay en el país, seleccionar trabajos, buscando en mayor o menos medida “que trabajen con la misma prolijidad y profesionalismo que tratamos de trabajar nosotros acá en la ciudad”, indicó Sierra, a fines de brindarles “puestas de calidad” al público y que sean diversas unas a otras en estéticas, relatos.
Próximamente, el mes que viene, la Secretaría de Turismo facilitará una combi para poder trasladar gente hasta el barrio de Astra, bajo el programa "Turismo por un día". La entrada de la obra tendrá un valor de $300.