Soledad Aquino fue dada de alta tras recibir un trasplante de hígado: “Tengan fe, los milagros existen”
La ex mujer de Marcelo Tinelli estuvo dos meses internada, periodo en el que también contrajo coronavirus. Deberá seguir con su recuperación de manera domiciliaria.
Luego de dos meses internada en el marco de un trasplante de hígado, Soledad Aquino recibió este jueves el alta y continuará con su recuperación en su hogar.
“Tengan fe, los milagros existen”, escribió Cande Tinelli, una de las hijas que tuvo Aquino junto a Marcelo Tinelli, en sus redes sociales tras dar a conocer la noticia.
"Vamos Sole”, escribió por su parte el conductor televisivo en Twitter, en una tendencia a la que se sumó su otra hija, Micaela, quien compartió la foto de su hermana y le agradeció a una amiga suya por el apoyo recibido en el difícil momento.
Cabe destacar que la ex mujer del periodista y empresario había sido ingresada al Sanatorio de la Trinidad por una hemorragia intestinal, y se contagió de coronavirus mientras esperaba, en la lista de espera del INCUCAI, para recibir un hígado.
En reiteradas oportunidades Tinelli había hecho uso de su programa para enviarle fuerzas en el difícil momento que le tocaba atravesar.
“Voy a aprovechar este momento también para levantar las manos y dedicarle este programa a mi ex mujer, a Sole, que está pasando un momento difícil después del trasplante de hígado. Toda la familia levantamos las manos permanente”, dijo en su úlitmo mensaje.
Y sumó unas palabras para sus hijas: “Sé que la están luchando junto a su mamá. Y todos juntos, siempre. Más allá de separaciones en la vida amorosa, hay separación de padres que nunca existen, porque los padres van a estar unidos siempre. Y más de dos hermosas mujeres, como son Mica y Cande, y tan luchadoras también. Voy a levantar mis manos también, con esta canción y pedir por Sole, que es una guerrera, una luchadora. Sole compartió hermosos momentos conmigo y los seguimos compartiendo. Porque tenemos una hermosa relación hasta el día de hoy. Me emociona ir y agarrarle la mano y quedarnos un rato ahí, mirándonos”.