"Beto" Martínez, el comodorense que deja su legado en el básquet de Sudamérica
Hace ocho años dejó Comodoro Rivadavia para embarcarse en un trabajo provisorio en Ecuador para dar el salto a Europa. Lo que no sabía este apasionado del básquet es que la tierra "Tricolor" lo iba a cobijar para desarrollar el deporte de base y que FIBA lo designaría como referente mundial a nivel entrenadores.
(Pasta de Campeón / ADNSUR) - El 15 de enero de 2014 un comodorense llegaría a la ciudad ecuatoriana de Guayaquil, con la idea de brindar sus experiencias como entrenador de básquet a otros pares y el destino le tendría una sorpresa: una estadía de 8 años. Luciano Roberto Martínez, el “Profesor Luciano” o “Beto” para los conocidos en el mundo del básquet de Comodoro y Chubut ubican a este entrenador formador de jóvenes como un referente de la "ciudad del viento".
ECUADOR, LA TIERRA IMPREVISTA
Una gran temporada en Huracán de Trelew en el viejo Torneo Nacional de Ascenso, TNA, que lo llevó al "Globo" a las semifinales para intentar ascender a la Liga Nacional de Básquet que se vio trunca y luego de esa experiencia vio como los salarios se vieron estrepitosamente vapuleados por la economía y el encuadre de salarios para los jugadores.
"Entre las ofertas que tuve opté la de Ecuador, donde necesitaba una oxigenación y mi idea primaria era la de irme a Europa, porque tenías la oportunidad, pero no tuve la suerte con la ciudadanía con el pasaporte", reconoció.
Su primera parada fue Honorato Haro, una institución en donde fue gerente deportivo y comenzó a poner cimientos de la escuela de básquet donde había que armar una administración y al final con gran éxito la puso en funcionamiento.
En ocho años al "Profesor Luciano", como lo llaman en Ecuador, se le pasa la idea que era por 4 o 5 meses que se iría y en todo este tiempo el básquet de ese país tuvo un gran cambio, en parte por su gestión al comando de diferentes áreas puntuales y de estamentos, como la Federación Española, por el cargo de Jefe de Selecciones Nacionales.
"Me gustó ser uno de los que aportó muchas cosas al básquet ecuatoriano. Antes llegaron técnicos y especialistas de muy buena calidad, pero no lograron entender la idiosincrasia del ecuatoriano. Trabajé en seis temporadas con la Federación Ecuatoriana con el abogado Dr. José Arévalo. Al principio era muy nuevo y él tenía ganas, con mucho conocimiento en lo legal, pero yo le pude brindar el conocimiento de cómo estructurar y funcionar siendo operativo, esa era la pata de la mesa en la pude dar mi granito de arena", admitió.
La cultura y la idiosincrasia del ecuatoriano con el argentino son diferentes y Martínez supo aprender cómo viven. Los cambios cíclicos, el vivir al ciento por ciento y no tener pausas, fueron cuestiones que el comodorense supo implementar en un país acostumbrado a otros modos.
"Adapté el conocimiento a la forma de ser de acá y tuve más apertura en el tema de toma de decisiones. A ellos les gusta que se les asesore con distintos puntos de vistas y que no se lo saque de su zona de confort, porque no son muy desafiantes ante los cambios. Nosotros en Argentina constantemente vivimos cambios y desafíos, porque cada 5 o 6 años pasamos de bonanza a un estado caótico económico y seguimos luchando", aseveró.
La experiencia como formador desde el básquet de base en Gimnasia y Esgrima de Comodoro, siendo titular de la Escuela de Mini básquet en el "Verde", allá por los años ´90, le permitieron nutrirse de conocimiento y valía, sumada a su rol de asistente de Liga Nacional de Básquet con Oscar "Huevo" Sánchez en Conarpesa Madryn y Quilmes de Mar del Plata, como entrenador principal en este último en LNB y luego en TNA con Huracán de Trelew.
"Lo trabajado y aprendido en formativas lo trasferí en selecciones. siguieron mis lineamientos que inculqué en Comodoro, que se mejoró muchísimo y que tiene su propia impronta. ellos en el sur aprendieron de mí y hoy yo aprendo de ellos, con cuestiones evolucionadas que pude transmitir en Ecuador", reconoció con franqueza.
Martínez, dirigiendo en la ciudad de Manta dialoga con PDC y explica mientras se siente que descansa, sabe de lo logrado y de estar a la vanguardia en sus capacitaciones y en la que pudo tomar experiencias de entrenadores como Sergio Scariolo, entrenador campeón del mundo con España y asistente de Toronto Raptors campeón de la NBA, que luego las volcó para armar estructuras.
Herramientas adquiridas en una carrera llena de pasión, kilómetros recorridos en colectivo, en auto por los cuatro puntos cardinales de la Argentina en una acción de siempre creer en el trabajo a largo plazo y en el proyecto de las formativas que en Ecuador cristalizó.
PDC- A nivel formativas ¿muchas de las cosas que tenías en Comodoro las pusiste en práctica en Ecuador?
Luciano Martínez- Lo que hice en Comodoro fue muy positivo y lo transferí en selecciones. Los que me siguieron a mi con los lineamientos que les volqué de joven los mejoraron mucho y vi que les pusieron su propia impronta. Aprendieron de mí, pero después yo aprendí de ellos muchas en cosas que evolucionaron y lo pude transmitir acá. Siempre me gustó armar estructuras y sé que en instituciones las personas tienen una fecha de inicio y una de vencimiento, donde los que se quedan mucho tiempo, tienen que estar cambiando constantemente de acuerdo a las actualidades piensan en irse a otros lados. Los entrenadores somos muy nómades, yo pienso, que es útil estar durante tres temporadas de acuerdo al nivel que tenga, pero no es así en la primera línea donde uno o dos años y la gente pide resultados y estos son crueles con las personas.
PDC -¿Qué es lo que más satisfacción te da a nivel basquetbolístico, siendo argentino, en Ecuador pudiste “hacer patria” y lograr cosas que por ahí van más allá de los resultados?
LM- Todo lo que aprendí en la Escuela de entrenadores Nacionales de Básquet, donde fui director de ENEBA Chubut, me dio mucha cobertura en Ecuador y la pertenencia la tuve y siempre fui un luchador. Ser entrenador es una profesión que tiene que tener obra social, trabajo con contrato seguro, garantía que tiene que haber una constante capacitación por un deporte que cuando terminan los Mundiales y los Juegos Olímpicos cambian reglas en la dinámica para hacerlo más popular. Le propuse al titular de la Federación Ecuatoriana de Básquet, Dr Arevalo que iba primero a dirigir las selecciones y así armar un diagnóstico de lo bueno que existía y desplazar lo negativo para armar un proceso. Ellos se engancharon en la idea y logramos buenos resultados con el país a nivel sudamericano, con dos laderos como Lhon Escalante y Miguel Salvitteli.
Martínez no sólo dirigió a las selecciones nacionales de Ecuador, en mujeres y hombres, sino que además fue asistente técnico para Liga Sudamericana con UTE de Guayaquil, y entrenador principal en el mismo torneo con Piratas de los Lagos, donde accedió a la segunda ronda del torneo continental con grandes resultados.
"Como argentino logré el respeto de los entrenadores del país, que la labor con la Federación sea de excelencia, pero siempre de perfil bajo que ayuda cuando estas expuesto en los conjuntos nacionales. llevamos adelante la implementación de la Escuela Nacional de Entrenadores, diagramar las Reválidas anuales para técnicos que ayudaron en el tema de las formas de competencia para que mejoren jugadores. Hoy muchos chicos y chicas estudian gracias a su voluntad de estudiar por el deporte con becas en el exterior como Estados Unidos, Canadá, México y otros llegaron a la Argentina para disputar Liga de Desarrollo, Liga Argentina o la mismísima Liga Nacional de Básquet. Todas esas acciones hicieron que el nivel en formativas haya mejorado, algo que en el futuro tendrá repercusión con grandes selecciones de mayores".
EL RECONOCIMIENTO MUNDIAL DE FIBA AL TRABAJO CON PASIÓN
Desde 2017 y de manera experimental "Beto" Martínez fue parte del programa "FIBA Wabc" que selecciona a los mejores entrenadores del mundo para el desarrollo de selecciones a través del básquet formativo y el comodorense fue llamado desde Estados Unidos, a donde luego tuvo que rendir exámenes y es el único argentino y uno de los 10 técnicos del planeta que trabaja por los lineamientos de vanguardia de la casa del básquet mundial. Este nombramiento, ganado desde el estudio, le dio al comodorense un status que volcó en el desarrollo del básquet de Ecuador.
"Instructor FIBA WABC me dio un aliciente más y lo que hacíamos era intentar estar a la vanguardia, pero el ecuatoriano quiere resultados inmediatos y no procesos largos, por eso considero que fue un gran cambio. Muy bueno en lo poco que pude lograr y en la venida de Nelson Isley desde FIBA, sumado a la experiencia de Argentina me dio la chance de estar dentro del staff de FIBA WABC y en 2018 en Miami rendí los exámenes, donde aprobé el curso, junto a gente de gran talento, experiencia y me tocó a mi trabajar con ellos", reconoció.
Allá por los años 90, Martínez le dijo al recordado presidente de Gimnasia, Eduardo Rodrigo que él tenía un sueño que era que la mitad del plantel de Liga Nacional sea de las formativas. En dicho encuentro estaba toda la comisión directiva que se le rieron como si fuera un chiste.
"Vieron que siempre sobresalía de lo clásico y estaba haciendo viajar equipos. Cambié letras y números, armé un equipo por edades sin súper grupos ni tampoco flojos, porque aprendí con un profesor de Cultura Física, el "profe" "Quique" Pilch, en el profesorado de Educación Física", rememora con nostalgia.
"Aprendí que los chicos debían jugar por edades. Empezamos a armar equipos que se transformaron en camadas donde después fueron grandes jugadores, dirigentes y algunos que dirigieron a los chicos fueron árbitros. Eso fue un detonador de muy buenos recursos humanos y esa es la realidad de Gimnasia y Esgrima con Pablo Ivanoff, actual presidente del club, que empezó a los 7 años como jugador de mini básquet. Martín Villagrán, que estuvo en Domingo Savio donde yo me formé ´para luego llegar al club y luego hubo que ir a buscar a los altos como Diego Romero que empezó de cero y durante un año y medio entrenaba y no jugaba nunca, pero con esfuerzo se convirtió en un jugador superlativo en Lon Morris (Junior College en Estados Unidos) y luego de ser el mejor ala pivot del país y jugar en la Universidad de Florida State", reconoció.
Ese sueño que le clarificó a Rodrigo, el único que no se río, "seguramente porque pensaba igual que yo en ese entonces" llegó al club.
"Lo más importante que pude lograr es marcar que el entrenamiento es la parte esencial de todo logro, que había que respetarlo, como el horario a cumplir, el trabajo en equipo, el objetivo de la práctica fuera del resultado. Nosotros sabíamos que en algún momento iba a llegar la felicidad de algún torneo por los resultados, pero hoy lo veo cristalizado a ese sueño, pero hubo que esperar demasiado, pero valió la pena", remarcó.
- El caso de Pablo Ivanoff, hoy presidente de Gimnasia, es un hombre del club. teníamos un equipo de mini básquet en el que hasta el día de hoy nunca lo vi jugar dentro de América y Europa por el modo de jugar al básquet.
- Martín Villagrán es excelencia y la humildad que le pone al trabajo es impresionante. Fue uno de los técnicos que menos se percibía que llegaría y que tiene más éxito con la estructura y la idea del club Gimnasia y Esgrima.
- Diego Romero realmente no sé de dóndes saca fuerza, pero es una persona que admiro porque el en los momentos difíciles te va a ayudar, va a aparecer y hay que tenerle paciencia. Mucho más que es ahora ´un veterano por sus mañas, aunque y desde siempre que lo tuve es esa clase de jugadores que cuando sabía que los soldados se caían, este era de los leales.
LA PANDEMIA, LA PARTIDA DE SU PADRE Y EL REENCUENTRO EN COMODORO CON SU FAMILIA
El comodorense en plena pandemia cambió cinco veces su pasaje para llegar a Comodoro y pasar su cumpleaños junto a sus padres, hermanas e hijos, pero el destino no lo quiso. su padre murió y el coronavirus le jugó una mala pasada que hizo que cuatro años después pueda llegar a la ciudad que lo vio nacer y crecer.
La pérdida de mi papá fue dura, siempre estuvimos en contacto familiar y todavía no lo puedo asimilar. Siempre en mi cabeza aparece su recuerdo con constantes enseñanzas, que uno puede tener valores en la vida y que con esa forma se puede manejar , todo esto lo aprendí de mi padre. En la vuelta a la casa estuve prácticamente con mi familia y sólo en el hogar. Necesitábamos hablar, descargar las emociones y fue algo muy preciado, lo mismo con mis hijos que están grandes independientes y cada uno con valores formados que es lo más importante. Luego podes ser rico un día, pobre un día y problemas van a haber siempre porque sino sería muy aburrida y el tema a solucionar es ponerle la impronta de cada uno y valerse por sí mismo.