Hoy se cumplen dos décadas de la desaparición física de "El Loco de Arrecifes", y la figura del otrora crack se agiganta cada vez más, a punto tal que sostiene un record que sólo algunos pocos privilegiados pueden ostentar: ganar con las cuatro marcas una carrera de TC, la más popular de las divisiones del automovilismo local.
Ese sábado 30 de septiembre de 2000, el creador de la dinastía Di Palma (luego corrieron sus hijos José Luis, Marcos y Patricio, además de sus nietos Luis José y Stéfano) se mató a los 55 en un accidente aéreo, haciendo verdad esa premonitoria sentencia de que "me voy a morir mucho antes de volverme viejo".
En la fatídica jornada de su muerte, el 'Loco' amaneció trabajando en su taller para acondicionar un Torino que debía volver a las pistas. Desde La Pampa, su hijo Marcos, quien debía clasificar para una carrera del Top Race, le pidió a través del teléfono: "Papá, dame una mano para carburar el motor". Sin demorar nada, Luis se subió casi como acto reflejo al helicóptero Bell 402 y partió en ayuda de uno de sus descendientes. TERMINA DE LEER ESTA NOTA HACIENDO CLICK ACA