Claudio Soviers, el petrolero "silencioso" de Newbery de Comodoro que sueña con ascender al fútbol profesional
El exfutbolista se alejó del campo de juego sin pensarlo ni proyectarlo y fiel a su estilo, trató de privilegiar la unión del grupo ante la falta de oportunidades. Sin embargo, una charla con Pitu Barrientos lo hizo reflexionar y encontró un rol clave que comenzó a dar sus frutos en el Lobo.
La historia de Comodoro Rivadavia está marcada fuertemente por la industria del petróleo. Desde los inicios de su fundación, la Liga Oficial se vio estrechamente vinculada a la actividad del oro negro que comenzó a definir el ritmo de vida de los primeros habitantes que formaron los primeros clubes sociales y deportivos.
Jugadores, dirigentes e hinchas, todos ellos llevan en su ADN la experiencia de ser parte de una comunidad que encuentra en el fútbol un espacio de identidad y pertenencia con el club de sus amores.
El esfuerzo, la perseverancia y principalmente la pasión son los valores que se mantienen en la actualidad, y que representan perfectamente a Claudio Daniel Soviers, un exarquero que se retiró en plena pandemia y se convirtió en el petrolero “silencioso” de Jorge Newbery que sueña con ascender por primera vez a una categoría del fútbol profesional.
INFANCIA, ADOLESCENCIA E INICIO DE LA ADULTEZ SIN FÚTBOL
Claudio Soviers tiene 37 años y recién casi a los 19, encontró su lugar en fútbol. En sus inicios, jugó Voléy en el Club Domingo Savio y alcanzó a representar a la Selección de Chubut en los Juegos de la Araucanía. Sin embargo y gracias a un compañero de la escuela, llegó al futbol de salón, donde llamó la atención de la Selección de Comodoro, más precisamente de Javier Carro y su padre.
“Me llevan y encontré jugadores destacados como Matías Coñocar, el Cabezón Rivero, Edgar Soto, Ariel Saralegui. De ahí me detectó Ángel Samienta, quien me dijo que dejara el fútbol de salón porque me iba a romper las rodillas y yo fui sincero, le dije que nunca había atajado en una cancha grande, desconozco las dimensiones y él me propuso entrenar fuera de su casa, en un descampado que hoy es parte del Club Argentinos Diadema”, comentó Soviers en diálogo con ADNSUR.
Luego de hacer sus primeras armas en la institución de Kilómetro 27, el arquero se trasladó a Petroquímica bajo el ala de Samienta, realizó una prueba y quedó como una tercera opción para el “Verdolaga” que se preparaba para jugar el viejo Torneo Argentino C 2011.
EL LLAMADO QUE LE CAMBIÓ LA FORMA DE VER EL FÚTBOL
Un fin de semana, Soviers se encontraba en un recreativo con amigos y recibió un llamado de Fernando Calculeff, quien estaba jugando en Petroquímica y le hizo llegar un mensaje a través del entrenador Horacio Bellido. “El arquero titular había tenido un inconveniente y tenía que ir al banco de suplentes. Atajó Lalo (Eduardo) Monticelli, pero al segundo partido sufrió una lesión en la rodilla en el partido con Racing en Trelew y debuté yo", indicó.
Con el temor y la responsabilidad lógica de defender el arco del conjunto comodorense en un certamen federal, el guardameta ingresó de forma sorpresiva en un partido que terminó 6 a 4 en favor de la Academia, donde recibió tres goles.
“Estaba asustado, obviamente, pero hubo revancha porque al siguiente partido y en la misma cancha, enfrentamos a Independiente de Trelew que tenía a Kevin Flores en el otro arco y como técnico a Jaime Giordanella. Fui la figura según los medios y ganamos 2 a 1. El torneo lo terminé atajando por decantación, ya que no estaban disponibles los otros arqueros, y así arrancó lo que sería mi carrera futbolística", detalló.
Luego de su participación en Petroquímica, regresó a Diadema y un contacto de Jorge Aynol lo depositó por primera vez en un club que lo marcaría para siempre: Jorge Newbery. “En 2013 llego con Carlos Amado de técnico y el equipo sale campeón y subcampeón. Martín Tula y Coky se fueron a la CAI para jugar el Torneo Argentino A y quedó una base importante como Rodrigo Cárcamo, Gabriel Zarzosa, Darío Yañez, Raúl Sedán. Estaban Ariel Rubio y Gastón Barrientos que eran chiquitos, teníamos un buen grupo pero éramos pibes", señaló.
Posteriormente, volvió a su equipo del barrio para ascender a la Primera “A” de Comodoro y tuvo otros dos pasos cortos por Petroquímica y uno en Deportivo Portugués, para dar el salto a USMA, donde sumó partidos y minutos en la primera edición del Torneo Regional Federal Amateur 2019.
Respecto a sus referentes y mentores, Claudio Soviers se mostró agradecido con los entrenadores y técnicos que le dieron una oportunidad sabiendo que él no había atravesado ninguna categoría formativa. “Ángel Samienta fue quien me enseñó gran parte de lo que aprendí como arquero, siempre fue un buen director técnico de la vieja escuela. El que me terminó de corregir fue Claudio Quiroga en Jorge Newbery, un excelente entrenador", manifestó.
En cuanto a sus mentores, destacó a Bellido y Javier Guerreiro, este último muy importante para su regreso al Lobo pero “no me quiero olvidar de Edgardo Gordillo, Pato Macías, Hugo Cárdenas con Guido Gava que recién estaba empezando, de todos aprendí cosas buenas".
Sobre sus colegas, destacó a “Claudio Sandoval, Carlos Romero, Eduardo Monticelli, Martín Tula, Kevin Flores, Isaías Guzmán y Lucas Pierresteguy. Con todos los que competí fueron y son referentes en el puesto, me llevé bien con ellos y tengo una buena relación hasta la actualidad, gracias a Dios en todos los lugares donde estuve puedo volver a compartir y no he tenido problemas".
EL RETIRO Y LA CHARLA CON PITU BARRIENTOS PARA SER EL MANAGER DE NEWBERY
A mediados de 2019 y con el desembarco de Javier Guerreiro, Claudio Soviers inició su segunda etapa en Jorge Newbery y la última como futbolista. En el “Aeronauta” transitó un camino de altibajos y oportunidades, con un esfuerzo laboral que nunca lo tomó como un impedimento para poder entrenar, pero sí consideró otros factores que lo llevaron al retiro.
“Trabajaba de corrido para poder ir a los entrenamientos, no faltaba nunca. Eso fui bien inculcado por Rodrigo Cárcamo, él fue uno de los que me apañó, acompañó y le gustaba que yo esté en el club. Pero después la edad, la competencia, yo tenía a Kevin (Flores), Fede (Cardozo), Gonza (Cottis), era el cuarto arquero. Hacía un esfuerzo enorme y no atajaba, pero viví la mejor etapa del club con Sergio Busciglio. En la primera fecha yo vengo de una lesión y me acuerdo que les estaba cocinando pollo a los chicos en la concentración, y ya en la cuarta fecha me empiezo a sumar con ellos”, remarcó.
Sin embargo, Soviers también reconoció que la exigencia y demanda lo llevó a plantearse un cambio para ponerle fin a la etapa de arquero. “Familiarmente, si bien tenía hijos, había nacido mi hijo más chico, y ya no le podía dedicar lo que Newbery te demanda como el tiempo, gastos físicos y mentales”, subrayó. Pero por cuestiones de la vida, una conversación con Pablo Barrientos, actual presidente de la institución del barrio 9 de Julio, lo hizo reflexionar.
"Él me dice así, como riéndose, que quería que yo sea el manager del club. Y para mí, en su momento le dije que gracias por lo que me decía, pero que me parecía algo muy masivo la palabra manager, y que no sabía si estaba preparado para cumplir ese rol", recordó sobre el momento donde analizaba colgar los guantes o volver a despuntar el vicio en un nuevo club.
Finalmente, Soviers aceptó el desafío que le propuso Pitu Barrientos y asumió el cargo de coordinador, un rol que significó un gran aprendizaje para él. "No sé si me siento un manager todavía, aprendí mucho en estos dos años largos y creo que logramos hacer un buen trabajo a nivel local, a mi parecer tenemos los mejores jugadores de Comodoro en el club. Y tener esa libertad y esa potestad de poder levantar el teléfono y llamar a un jugador en nombre de Jorge Newbery, para mí es un montón. Siempre voy a estar agradecido con las oportunidades que me dio y me sigue dando la institución y que se vea un poquito más figura dentro de Newbery", expresó con orgullo.
Tras casi dos años de su retiro, Soviers recordó con satisfacción algunas de sus mejores etapas. “Haber salido campeón patagónico estando dentro del plantel de Jorge Newbery, presenciar esa final por el ascenso con Liniers me marcó futbolísticamente. Mi paso por USMA en un Regional no es mucho menos, atajar con Petroquímica en el Argentino C, el ascenso con Diadema, tuve una corta trayectoria porque arranqué tarde pero me fui satisfecho en ese sentido”, afirmó.
Posteriormente, hizo una reflexión y reveló una intimidad sobre el rol que ocupó en cada club donde jugó. "No sé si era bueno o malo como arquero, no sé si era más del momento pero según me han dicho tres o cuatro técnicos, lo hacen saber mis propios compañeros, siempre traté de ser un buen líder en el vestuario, transmitir alegría, no sé si como jugador pero sí como persona", acentuó.
EL PETROLERO SILENCIOSO DE NEWBERY QUE APUESTA A UN NUEVO SUEÑO
Claudio Soviers tiene una rutina programada y aceitada que inicia a las 6.30 de la madrugada desde hace casi 19 años. La actividad petrólera para él dura 8 horas de lunes a viernes y gracias a la proximidad de la base que se encuentra en Rada Tilly, emprende su camino por la Ruta Nacional 3 hasta la llegada al Club Jorge Newbery, donde todos los días encuentra algo qué hacer o resolver en función de la Primera División y Reserva.
Sobre el rol que desempeña dentro del Lobo, detalló que “siempre hay que coordinar canchas o predios de entrenamiento, eso generalmente siempre va surgiendo semana a semana. Todo lo que pase dentro del plantel de la primera división está a cargo mío. Los días de partido arranco 8 y media de la mañana y paso a buscar a Natalia, con quien trabajamos en conjunto ese día, porque se le prepara el almuerzo a los chicos. Y después, bueno, vos me has visto desde las vendas, botiquín, frutas y lo que comen los jugadores. Contactar kineciólogos, médicos, todo lo que pase con cada jugador pasa sobre mí”.
En cuanto a su trabajo en el armado del plantel, Soviers resaltó que "venimos haciendo un trabajo de más de dos años" y aseguró que “tratamos de armar el mejor plantel de Comodoro. Eso conlleva un montón de cosas pero no es un trabajo que se arma ahora en tres meses para competir en el federal y nada más, los equipos se refuerzan en este último momento porque necesitas jugadores de otra jerarquía y de otra categoría, pero creo que nosotros, el 70 u 80% del plantel que hoy tenemos va a jugar el Torneo Regional”.
Por otra parte, todo este esfuerzo de Soviers cuenta con el "sostén familiar" de su esposa Pamela, sus hijas Samira, Francesca y su hijo Octavio. "Sin el aguante que ellos me tienen no podría hacer lo que hago. Y de hecho, mi hijo ya es un fanático del club y él se siente un jugador más. Está conmigo los fines de semana, está dentro del vestuario y vive esas cosas como un jugador más. De hecho, en el 90% de las fotos de los equipos él está como un jugador", señaló con orgullo.
Con este compromiso familiar y su dedicación diaria, Soviers busca alcanzar un nuevo sueño con Jorge Newbery, club al que llegó primero como arquero y ahora acompaña desde la coordinación en su camino hacia un posible ascenso.
LA REALIDAD DEL FÚTBOL DE COMODORO Y QUÉ FALTA PARA VOLVER AL MAPA PROFESIONAL
Claudio Soviers analizó la situación actual del fútbol en Comodoro Rivadavia y las aspiraciones de su club por lograr el ansiado ascenso. "Creo que el fútbol local está creciendo, pero se ha visto un poco afectado por el poder económico de algunos clubes que pueden atraer más jugadores por sus recursos", señala Soviers.
En ese contexto, el Aeronauta se transformó en la última década en uno de los equipos protagonistas, con títulos domésticos y finales patagónicas en los últimos 5 años. "A Newbery no le falta nada para dar ese salto de calidad más que una cuota de suerte y que se alineen las cosas. Creo que este año tenemos una base consolidada y con los esfuerzos que estamos haciendo, tratamos de ser optimistas", ratificó.
El coordinador del Lobo considera que para que el fútbol de Comodoro pueda dar ese salto a categorías profesionales, sería importante que los clubes más competitivos de la ciudad, como CAI, Ameghino, Petroquímica y el propio Newbery, se apoyen mutuamente en lugar de mirarse con recelo.
"Me parece que tendríamos que ser más solidarios entre nosotros, apañarnos y no ser solo un escudo de fútbol o una institución en particular. Creo que Comodoro tiene una calidad de jugadores como para estar en otra categoría", sostuvo.
De cara a este nuevo Torneo Regional, Soviers confía en que Newbery tendrá un buen equipo y será competitivo, aunque reconoce que la zona que les tocó es "muy complicada". Sin embargo, valoró positivamente la incorporación de Ameghino a la zona, ya que ahora clasifican dos equipos, lo que aumenta las chances de clasificar y pelear por uno de los cuatro ascensos que otorgará el certamen.
"Esperamos hacer un buen regional dentro de una zona muy difícil, nadie quiere sumarse a este grupo, pero con la base que tenemos y los esfuerzos que estamos haciendo, no le podemos errar", concluyó Soviers con la esperanza de que este sea el año en que Newbery pueda depositarse por primera vez en el mapa del fútbol profesional argentino.