Por Emmanuel Hueicha. Cada vez que inicia un Torneo Regional Amateur, en los clubes de Comodoro Rivadavia siempre surge la misma pregunta. “¿Qué jugador vamos a traer?". A partir de esta incógnita surgen rumores, acercamientos y ofertas, el futbolista elegido, en teoría, le debería brindar un salto de calidad al equipo.

Posteriormente, comienzan a jugar un factor determinante a tener en cuenta por un foráneo: el clima, más precisamente el frío y el viento. Algunos se adaptan de forma más rápida y otros, no. Por eso, cada vez que termina una competencia, el jugador que no logró “encontrarse” en Comodoro decide marcharse rápidamente. Pero siempre hay excepciones.

Fútbol, petróleo, familia. En estos tres puntos claves se podría resumir las historias de tres futbolistas que arribaron como “refuerzos” a una competencia regional y terminaron quedándose en la ciudad.  Esteban “Piojo” López, histórico artillero de Huracán, y Nigel Andretta junto a Bruno Elorrieta en Jorge Newbery, reflejan este concepto.

Un amor de principio a fin

La historia de Esteban López con la ciudad petrolera y el “Globo” inició en 2004. En aquellos años, Huracán de Parque Patricio y su homónimo de Comodoro tenían un vínculo donde se intercambiaban jugadores. Uno de ellos fue “el Piojo”.

 “Me preguntaron si quería venir, yo había quedado libre y me rompí los meniscos. Justo se había cerrado el libro de pases en AFA y tuve que decidir entre quedarme parado un año o jugar el Torneo Argentino B. Me recuperé y vine”, comentó en diálogo con ADNSUR/Pasta de Campeón.

Delantero agíl, “vivo”, con un olfato único dentro del área, López se ganó al público “globero” en pocos partidos. “Costó porque era la primera vez que me iba tan lejos de mi casa, comenzar de cero en una provincia donde había muchísimo viento y decía con un compañero, ‘acá tenemos que poner el pecho’”, comentó entre risas.  

Después de la adaptación física y climática, la mente del exfutbolista de enfocó en jugar, sumar y darle al club lo mejor de él, a tal punto que generó una dupla letal junto a Daniel Alberto Néculman. Entre el “Piojo” y el “Condor”, Huracán cristalizó 31 goles para concretar el último ascenso grande de la institución y desembarcar en el Torneo Argentino A 2005. Posteriormente, se marchó a Racing de Trelew y se mantuvo por dos temporadas, aunque fue un paso especial porque nació Tobías, su primer hijo.

El momento donde la pelota se detuvo

Analizar, mirar, ejecutar. En este sentido, Esteban dejó de lado el fútbol y con 29 años de edad, abrió su mente para darle lo mejor a su familia. Volver a Buenos Aires donde reinaba la inseguridad y escaseaban las oportunidades de trabajo, o quedarse a pelearla en Chubut donde comenzó a generar importantes contactos.

El talento y el fuego sagrado por el fútbol seguía intacto, aunque no iba a ser suficiente para “hacer la diferencia”. “Habían ofertas de varios clubes pero eran de la misma categoría o una superior. Entonces pensaba, acá tenía llegada al Sindicato de Petroleros, La Municipalidad, la SCPL, si conseguía un trabajo iba a poder concretar la estabilidad que estaba buscando. Racing de Trelew era lo más lejos que iba a estar, siempre pensé en quedarme a vivir en Comodoro”, afirmó.

El más determinante del “Globo” en el Siglo XXI

Momentos de alegrías y tristezas, clásicos donde fue figura y otros donde no tuvo su tarde. Torneos Argentinos B siendo el máximo goleador, campeonatos locales ganados, la cara visible del equipo cuando los “refuerzos” se marchaban y había que volver a empezar. Quizás por eso y mucho más Esteban López es considerado el jugador más determinante y querido por los hinchas de Huracán en este siglo. 

Del 2004 al 2011, el fútbol fue su principal sosten. Después ingresó al rubro petrolero y la pelota pasó a un segundo plano. Acompañó cómo pudo y hasta donde las piernas aguantaron. Se consolidó como el máximo goleador de Huracán en Torneos Federales y tuvo un breve paso por USMA, donde inclusive llegó a marcarle un gol al club de sus amores.

Con una familia más extensa, López recordó a quienes le dieron una mano cuando llegó sin nada y no conocía a nadie. “Gracias a Huracán he sido una conocida en la ciudad, siempre voy a estar agradecido por el trato y cómo nos abrieron las puertas. No me quiero olvidar de Raúl Gallegos y Noemí Llamas, así como también Raúl Barría y Mary. Esas dos familias nos cobijaron cuando recien llegamos a Comodoro y hasta el día de hoy tenemos una linda amistad. También en Trelew agradecido con Nancy y Rocha, que hoy está en el cielo y son personas muy importantes en mi vida”, remarcó.

Comodoro, su segunda casa

“Para mí y mi familia esta ciudad es todo. Yo le recomiendo como jugador que venga a Comodoro le digo que vine a un club donde es muy lindo estar, se vive a full todos los partidos y entrenamiento por lo que se exige la gente de Huracán”, comentó.

“A mi me pasó y no me arrepiento para nada, el jugador que venga tiene que aprovechar el pasaje por el club siempre tratando de hacer las cosas bien y ser profesional”, cerró López que actualmente disfruta de la capital petrolera junto a su mujer Silvana, hijos Tobías, Jonás y Benicio, estos dos últimos, nacidos en Comodoro Rivadavia.

Un “Yankee” en el sur

Nigel Jermaine Andretta Bertoneri tiene una historia digna de contar. Nacido en Nueva York, Estados Unidos, llegó al país y comenzó su carrera desde pequeño en las divisiones inferiores de Vélez Sarsfield, Luego hizo su primer contrato en Cerro Porteño de Paraguay, estuvo en La Plata FC, Ituzaingó, Deportivo Español, Garre y llegó a Estrella del Sur de Caleta Olivia.

Sin pensarlo, su paso por la ciudad del Gorosito terminó siendo decisivo para el actual futbolista de 41 años. En el 2011, Andretta tuvo su primer contacto con Comodoro cuando enfrentó a Jorge Newbery tanto en primera fase como octavos de final del viejo Torneo del Interior. En aquellos encuentros muy disputados y tensos, el talentoso volante dejó su impronta: gambetas, pases filtrados, pausas, un juego muy vistoso que llamó la atención en aquellos años. 

Tras la eliminación de Estrella y la invitación del Consejo Federal a Newbery para disputar el Torneo Argentino B, se concretó su arribo. Una grave lesión de Cristhian Nieto le abrió una ventana al Lobo para incorporar un jugador, enseguida los dirigentes levantaron el teléfono y se pusieron en contacto con Nigel, quien decidió aceptar la oferta y jugar con el “Aeronauta”.

“Me acuerdo que me trajo Daniel Lanezan, una persona que quiero mucho. Me acuerdo mucho de Luisa Cedrón y Norma, del club me encantó como la gente acompañaba de local y sobre todo de visitante. Ese torneo fue muy duro y se jugaba con distancias largas”, recordó.

Tras mantener la categoría, el principal objetivo de la institución en aquella competencia, el “Yankee" jugó el Torneo Zonal 2012, marcó un penal que le permitió a Newbery levantar el título ante Florentino Ameghino y se marchó. Pero algo en él quedó y analizó continuar en la ciudad. 

Precisamente el “CAFA” le dio una chance importante ya que pudo consiguir trabajo en el rubro petrolero y definitivamente, se asentó con toda su familia. “Vine con mi mujer Carla Mascioli, mi hijo Andrés vivía en Bs As con su mamá, y Annita Nennhuber, que tenía 7 años, y es como mi hija. Después nacieron mis 2 Comodorenses AlFie (8) y Milo (7)”, detalló.

Un antes y un después

Tras su paso por el CAFA y Ferro, Andretta analizó la posibilidad de dejar Comodoro Rivadavia y buscar un nuevo destino. Sin embargo, su incursión por la escuela de fútbol de Jorge Newbery lo marcó y decidió ir más allá: fundó su propio club.

“Comodoro Fútbol Club nació porque quiero mucho a esta ciudad, al club lo amo y lo que motivó a su fundación fue el dolor que tuve durante mi carrera deportiva, buscar un club donde se trate bien a los pibes y se les enseñe a jugar, armar grupos sin defraudarlos ni mentirles”, aseguró.

La institución está ubicada en el Barrio Industrial, cuenta con cancha propia y alberga a los chicos y chicas de los barrios Bella Vista Oeste, Bella Vista Sur y Atardecer, respectivamente.

CFC le dio la energía suficiente para encarar nuevos proyectos y afirmar los conceptos del fútbol que aprendió, representados por los colores azulgranas son por su fanatismo por San Lorenzo.

Una lucha constante

En diciembre de 2022, Comodoro FC buscó por segunda vez sumarse a la Liga de Fútbol, porque ya en la finalización del 2021 había realizado un intento que no pudo prosperar a partir de un punto del reglamento interno.

En esta ocasión se realizó la votación prevista de los clubes afiliados para determinar la incorporación a la competencia Oficial, pero Andretta y su club recibió un duro revés. El escrutinio arrojó 14 a 10 por la negativa. 

Más allá el golpe y dolor, el presidente y fundador aseguró que tiene “mucho acompañamiento de las familias, nuestra Comision directiva, los chicos sangre de Comodoro FC, amamos al club. Actualmente somos más de 200. Escuela de futbol, divisiones inferiores, y Femenino en inferiores y primera división”, detalló.

“Soñamos con que se pueda dar a fin de año el ingreso a la liga. Seguimos trabajando cada vez más, a pesar de no haber ingresado”, añadió con firmeza.

Un consejo 

Para finalizar, Andretta incursionó en Comodoro por Newbery, Ameghino, Ferrocarril del Estado y Ciudadela, club donde aún tira sus gambetas. En la ciudad trabajó en una empresa petrolera pero debió salir por una lesión en la rodilla.

Actualmente, pasa día y noche en Comodoro Fútbol Club, una entidad que representa mucho para sus hijos ya que son todos “azulgranas e hinchas de CFC”. A pesar de su traspié en el trabajo fuera del fútbol, Nigel Andretta cerró: “Comodoro es un lugar que ha crecido mucho en estos últimos años y hay oportunidades para trabajar. En mi caso soy feliz con lo que hago”.

Llegó con una misión y se quedó

Un caso muy especial es el de Bruno Elorrieta. Nacido en Monte Casero, Corrientes, el futbolista llegó a Comodoro en 2012 y no fue tan sencillo que digamos. Su misión era mantener a Jorge Newbery en el Torneo Argentino B. 

En aquella ocasión, solo un partido bastó para ver sus condiciones. Agilidad, esfuerzo, sacrificio y buena pegada, una carta de presentación muy digna de un “refuerzo” que dejó su huella en el Lobo.

De la mano de Jorge Izquierdo, el defensor-volante continuó una temporada más en Jorge Newbery y volvió a brillar. Se consagró campeón del Torneo Zonal 2013 y se marchó por primera vez de la institución del barrio 9 de julio.

Sobre su llegada, mencionó que fue “raro” porque “arribé cerca de las 20.30 horas y me fueron a buscar directo para cenar pero todavía era de día. En cambio, en Corrientes a las 19 ya comenzaba a oscurecer”. No obstante, se acostumbró a la rutina y logró identificarse con el Aeronauta.

Un sacrificio constante

Posteriormente, pasó a Florentino Ameghino y consiguió estabilididad financiera. “Hace más de 10 años que estoy trabajando en una empresa que le brinda servicio a una petrolera, todos sabemos y lamentamos que en esta ciudad un jugador no pueda vivir solo del fútbol”, comentó.

En este sentido, Elorrieta aseguró que complementar fútbol-trabajo “fue difícil siendo que me levanto a las 4 de la mañana. El trabajo me demanda 13 horas diarias".

Para el futbolista de 34 años, existen tres claves para mantener un físico “privilegiado” por el desgaste que realiza en cada partido. ganas, sacrificio y dedicación "son fundamentales para poder seguir haciendo ambas cosas”, declaró el actual jugador de Newbery.

Más que un club

En Jorge Newbery, Elorrieta cosechó varios títulos locales, un torneo patagónico y jugó varias finales, algunas por el ascenso al Federal A.

"Desde las primeras horas en el club ya sentía ese sentido de pertenencia que se respira. la gente me hizo sentir que esto es una familia y que yo soy parte de ellos. Despues del primer partido me demostraron el cariño hacia mi y eso fue creciendo con el tiempo. En la ciudad pude hacer amistades de esas que las tenés toda la vida y estoy agradecido de eso”, detalló con orgullo el futbolista que se transformó en un referente histórico con la camiseta azul y blanca.

Tras su primera etapa "pude regresar con mi esposa, compartir todo lo hermoso que fue ese tiempo con ella no tiene precio. Con respecto al clima costó, pero sabíamos que este era nuestro lugar, nos sentíamos cómodos, lo único que no nos gustaba era estar tan lejos de nuestras familias", mencionó en relación a su lugar de origen.

Sin embargo, en Comodoro tuvo la oportunidad de ser padre y por triplicado. Mateo (8), Joaquin (6) y Benicio de tres 3 meses, son los terosos más preciados para él y su esposa Paula Biglieri.

Dejar todo

Para finalizar, Elorrieta hizo hincapié en el sacrificio y las oportunidades que te puede brindar una ciudad tan importante como lo es Comodoro Rivadavia.

“Este lugar paso de ser una oportunidad en mi carrera futbolística a ser una de las ciudades más importantes de mi vida. La que me dio mis tres hijos, como no amarla”, remarcó.

Y en caso de que un futbolista arribe a Jorge Newbery, su consejo es “dar todo, no especular y brindarse 100%. Entrenar y entrenar cuando varios trabajan, Comodoro te puede dar mucho incluso más de lo que uno espera”, cerró.

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