Diversión, pase y recepción
Con la sorpresiva eliminación de España a manos de Marruecos y con el pase a los cuartos de final de una Portugal sin CR7, vapuleada a Suiza de por medio, concluyeron los octavos de final de Qatar 2022. A continuación, un breve análisis de lo que nos dejó una nueva semana de mundial.
De las 32 selecciones clasificadas a la cita máxima de este deporte, tan solo 8 son las que se mantienen en pie y jugarán, desde el viernes, su quinto partido en Qatar. Brasil y Francia confirmaron en la cancha lo hecho en fase de grupos y junto a Portugal, casi que sin el Bicho y un escalón más abajo de los equipos ya mencionados, son los principales candidatos a quedarse con el trofeo el 18 de diciembre en el Estadio Lusail. Pero ya hablaremos de ellos.
Las mil y una pesadillas de Luis Enrique
La noticia del día estuvo en Estadio de Education City, donde en el clásico entre marroquíes y españoles, los africanos eliminaron a La Furia, una de las selecciones más respetadas de la competición que terminó decepcionando. Los europeos fueron de mayor a menor: debutaron con una tremenda goleada por 7-0 ante Costa Rica, se llevaron los ojos del mundo en el vibrante empate contra Alemania y cerraron la fase de grupos perdiendo el liderazgo y cayendo ante Japón con la sensación de haber podido dar más.
¿Exceso de confianza o elección de rival en octavos? Lo cierto es que hoy se encontraron ante una selección implacable. Marruecos no permitió un solo hueco entre sus juntísimas filas y terminó sus cuatro partidos ganándole a Canadá y a Bélgica, empatando con Croacia, la subcampeona del mundo, y eliminando a España. Todo esto concediendo un solo gol en su valla. Y fue en contra.
La Roja superó hoy los mil pases, pero acertó al arco en una sola oportunidad. En este fútbol moderno, en el que en general triunfa el estilo de pase y recepción, es personalmente celebrable cuando la disciplina pide gambeta para abrir una defensa férrea como la marroquí.
Los españoles no arriesgaron jamás. Ni en tres cuartos, con todo el conjunto árabe delante de la línea de la pelota. No siempre la daga entra con un pase al espacio. A veces hay que arriesgar y el conjunto de Luis Enrique no lo hizo. Las basculaciones de lado a lado no abrieron la defensa y la daga entre líneas nunca entró. Partidos como este dan la cuenta de que no hay que perder la desfachatez sudamericana en las escuelas de fútbol. A veces, cuando la asociación no genera espacios, hay que generarlos en el uno contra uno. España no tuvo un Correa, un Messi, ni un Di María que le diese lo que necesitó, se fue a los penales y ahora espera el avión para volver a casa.
El entrenador español había comentado en la conferencia previa al partido que, hace un año, les pidió a sus seleccionados que practicasen mil penales en sus clubes antes de llegar a Qatar. La única verdad es que hoy los ibéricos patearon desde los 12 pasos en tres oportunidades, sin concretar en ninguna de ellas. Ante esto, la eterna duda: ¿son practicables los penales? Si bien es real que hay una cuestión técnica necesaria y pulible, también es evidente que la presión de un estadio repleto y un mundo mirando por televisión no es replicable en un entrenamiento. Cuando hoy le preguntaron qué cambio haría, con el diario del lunes, sobre los penales; el español respondió: “el arquero de ellos”.
Sobre los candidatos
La victoria de Brasil fue aplastante: si bien la diferencia en el marcador fue de tres goles, la diferencia en el campo pudo haber sido de muchos más. La vuelta de Neymar fue una inyección anímica, pero hasta podría decirse que fue el que menos brilló en la canarinha. Vinícius Jr. es la incorporación que la verdeamarela necesitaba en estos últimos años. Su ingreso por izquierda permitió a Neymar correrse al medio y liberarse como Messi en la albiceleste, desligándose de responsabilidades defensivas. Raphinha, si bien no pudo llegar al gol, está cada vez mejor, al igual que los alegres y cada vez más confiados Richarlison, el temible nueve, y Paquetá, creativo con llegada y quite.
Los sudamericanos son un equipo feliz, cada jugada parece sacada de una publicidad de ropa deportiva musicalizada con samba. Así fue el tercer gol ante Corea, en el que Richarlison arrancó el baile haciendo jueguitos con su cabeza en la puerta del área y lo terminó danzando en un festejo con Tite que pinta al equipo de cuerpo entero. Trazando un paralelismo con la mencionada España de Luis Enrique, el Brasil de Tite es un equipo que juega a divertirse (más todavía si abre rápido el marcador y le conceden espacios) y es, con diferencia, el máximo candidato a quedarse con la Copa del Mundo en Qatar.
Un escalón más abajo está la defensora del título, Francia, que con un Mbappe afiladísimo; un Griezmann cada día más cerebral y comprometido colectivamente (ha jugado de doble cinco y hasta rechazado en su propia área cuando fue necesario); y un Giroud récord -superó como máximo goleador galo a Thierry Henry- que no perdona, se pone sin miramientos entre los candidatos al título.
Más abajo están la sorprendente Portugal, que superó -hoy casi sin Cristiano- a Suiza vapuleándola 6-1; Argentina, de la que ya hablaremos en la previa ante Países Bajos; e Inglaterra, que dejó en el camino a Senegal con una goleada y se enfrentará a Francia el sábado.
En cuanto a Marruecos, Países Bajos y Croacia, son equipos con oficio. Estar entre los ocho mejores de un mundial es cosa seria y en esta disciplina no se juega sino once contra once. Todo lo hecho en otros estadios puede reducirse a la nada en minutos y Qatar ya ha dado cuenta de ello. La Copa del mundo está cada día más apasionante y nos recuerda porqué amamos este deporte. Que siga siendo fútbol.