La represión de la policía en el estadio de Gimnasia provocó una barbarie que dejó como saldo un muerto, decenas de heridas, una avalancha de hinchas que ante la nube de gas lacrimógeno que los asfixiaba intentó salir del lugar pero se encontró con los portones cerrados.
El caos tomó dimensiones brutales entre el ataque de los agentes, la desesperación de las personas que querían escapar mientras otros reaccionaban contra la acción indiscriminada de los policías. TERMINA DE LEER ESTA NOTA HACIENDO CLICK ACA