Federico Túrrez, el piloto que lleva el automovilismo en la sangre y heredó mucho más que la pasión
Comenzó a correr en cuatriciclos y pasó por todas las categorías del kárting. Sobrino de Emilio Moratinos, el histórico 'Patagónico Volador', logró el bicampeonato en la monomarca Renault 12 y redobla la apuesta: el año que viene pasará al Turismo Pista Gol.
La familia Túrrez está ligada históricamente al automovilismo zonal. Es un apellido conocido en talleres, kartódromos y autódromos y el pasado fin de semana Federico Túrrez logró el bicampeonato en la monomarca Renault 12, con un sabor especial para todos ellos.
Los R-12 es una categoría que tiene representantes de Comodoro Rivadavia, y toda la provincia del Chubut pero también de la vecina Santa Cruz que ha llegado a tener cuarenta autos ranqueados por eso no es poca cosa ser el monarca, y mucho menos retener la corona.
“Fue un fin de semana dificil, el sábado perdimos el auto y pensamos que no ibamos a poder correr el domingo, pero gracias al equipo pudimos estar. Fue dificil pero conocemos de las díficiles. Nosotros como equipo hemos dormido en el auto en los autódromos ppr no tener dinero para alojarnos, pero también hemos tenido la posibilidad de estar en un buen hotel y no sufrir tanto”, expresó Federico en su visita a SetaTV donde llegó con la copa de campeón.
En una extensa nota, Fede recordó sus inicios con 7 años corriendo en karting. “Cuando yo empecé a correr el karting no existía en Comodoro, nos fuimos metiendo lentamente. Ibamos a correr a Trelew al principio, cuando se habilitó acá en Comodoro tenía creo que 6 ó 7 años. La primera vez que salí campeón fue a mediados de los 90, y la categoría se llamaba ‘libre por dentro, Standar por fuera’ y corríamos en cuatri porque no había karting”, recordó Túrrez quien corrió hasta el año pasado en karting donde quedó subcampeón y asegura que lo disfrutó como el primer día.
Turrez participó en campeonatos nacionales desde el 2000 hasta el 2003 hasta que su tío, el hermano de Emilio, armó un arenero para ir a cazar guanacos y corrió con ese arenero en Rada Tilly. "Con los R-12 arranque con un auto del Pecu Gilabert, pero en esa época no manejaba ni auto de calle, fuimos al autódromo y mi viejo me dio los primeros consejos. Hice las cosas lo mejor que pude y de ahí no paramos más", recordó.
También habló del auto con el que salió bicampeón. “Ese lo consiguió mi hermano, él lo seño porque fue una etapa donde estaba sin trabajo, y ahora quedará para la familia. Ya no voy a seguir, y le dije que lo corra él pero Nazareno (su hijo que corre actualmente en karting) lo pidió y quedará ahi para él”, recalcó.
Túrrez corrió con Matías Rossi y ‘Pechito’ López en el karting cuando viajaba a Buenos Aires, y recordó que el corrió cuando la Sudam era la verdadera categoría. “Era fantástica esa época, no teníamos nada, y hoy es totalmente diferente. Hoy con la tecnología es otra cosa. Hoy el karting está a otro nivel. Y lo veo con mi hijo Nazareno, por ahí él encuentra el auto en dos vueltas, y antes nos llevaba más tiempo”
DE QUERER BAJAR LOS BRAZOS A SER BICAMPEON
Hoy en la cima Fede recuerda con claridad el momento cuando estuvo a punto de bajarse del automovilismo por dos motivos: los resultados no se daban y su hijo Nazareno venía pidiendo pista.
“El primer título fue más duro, veníamos de salir dos veces subcampeones, y nos queríamos bajar de la competencia. Mi vieja, ella es la que empujó y me dijo: vamos a hacer un año más, pero ponete las pilas a entrenar. Iba al gimnasio, andaba en karting, y confió en mi para intentarlo una vez más. Esa temporada tuvimos un año espectacular y nos quedamos ahí de la gloria, entonces no quería saber nada, pero ella fue la que confió en mi. Y este año arrancamos con una carrera menos porque fui sancionado, y no corrimos la primera. El auto siempre nos dio estas alegrías, sumamos fuerte en todas las fechas, y usamos la cabeza como no lo hicimos nunca”, admitió.
Fede confiesa que este trofeo y del campeonato de su hijo Nazareno tienen un lugar muy especial, y recuerda que el primero se lo regaló al “Chueco”, su mecánico.
“Fue un año muy loco. Mi hijo tiene una psicóloga deportiva y a mitambién me ayudo a mí. Nos dio muchas herramientas, y aprendí a trabajar con las banderas. Este año no gané nunca una carrera, en pista no pase nunca adelante pero en una carrera acá en Comodoro salió la bandera y yo levanté. Me pasaron cinco autos, y yo tranquilo. Con 38 años sigo aprendiendo, antes era diferente”, acotó.
FESTEJO Y DESPUÉS
Federico Turrez habló además de lo que se viene. En su cabeza tenía pensado “hasta acá llegamos” hasta que su hermano Nicolás le tiró una nueva idea. “Vendamos el auto, y compremos un Gol. Yo pense en dejar, en decir ya está. Apareció un comprador del auto, nosotros tenemos dos, y vendimos uno. El que salió bicampeón quedará para Nazareno que no quiere saber nada con que lo toquemos o lo vendamos, pero vamos a ir por el Turismo Gol en el 2025”, confesó.
“La forma en la que vivimos el automovilismo no es normal. Nos cortaron la luz y el gas por ir a correr afuera. Una vez volvimos y teníamos cortado los servicios. De esa puedo contar muchísimas, pero nada va a opacar lo que nosotros compartimos y vivimos”, cerró Túrrez con la voz entrecortada.