La intimidad, los preparativos y los recuerdos de las dos veces que Diego Maradona jugó en Comodoro
En 1980 Diego Armando Maradona llegó por primera vez a Comodoro Rivadavia. Fue con la Selección Argentina que dirigía César Luis Menotti. 27 años después cuando para todos ya era “el Diego”, volvió a la ciudad, esta vez para jugar el showbol, un espectáculo al estilo del marketing maradoniano. En esta crónica recordamos con lujo de detalle aquellas dos visitas que marcaron a varias generaciones. Hasta siempre Diego.
COMODORO (ANDSUR) - A Francisca la noticia la llevó al pasado, a una tarde de diciembre en la cual vivió uno de sus días más lindos con el fútbol. Recuerda que había calor y que le llamó la atención fue cómo corría. “Me impresionaba verlo correr. Era increíble”, recuerda Francisca 40 años después en diálogo con ADNSUR.
Por entonces, ella tenía solo 11 años, y su papá, un hincha fanático de River y amante de la Selección la había llevado al viejo Estadio de YPF -hoy conocido como Estadio Municipal- a ver a la Selección Argentina que dos años antes se había consagrado campeona del Mundo y que traía a la futura estrella del fútbol mundial, quien que la rompía en el fútbol argentino: Diego Armando Maradona.
Cuenta Francisca que cuando se enteró de la muerte de Diego volvió a la infancia. Aquella tarde del 12 de diciembre de 1980 cuando la Selección enfrentó a un combinado local. “Me trajo muchos recuerdos cuando lo mostraban a él entrenando. Me trajo muchos recuerdos de verlo jugar en el estadio. Era un motor, una cosa asombrosa… afloraron muchos recuerdos, son momentos que no se olvidan”, confiesa.
Como ella miles de comodorenses el último miércoles recordaron la primera visita de Diego. Por ese entonces, Diego ya era una figura del fútbol argentino, pero estaba lejos de ser mundialmente conocido. Adelante de él estaban Alberto Passarela, Américo “el Tolo” Gallegos, Ubaldo “El Pato” Filiol, y otros grandes jugadores que se habían consagrado campeones del Mundo dos años antes; convocatoria en la que Maradona quedó afuera sobre el final del proceso.
Para la ocasión no se dejaron detalles al azar, y la administración de YPF junto a la Municipalidad y la Liga de Fútbol, que era presidida por José Raúl Pierangeli,armaron comisiones de trabajo para que todo saliera perfecto.
Las entradas para el partido se agotaron en la previa. Nadie se quería perder esa fiesta que siempre se vivía en Buenos Aires, Córdoba y Rosario, y se habilitaron diferentes bocas de expendio en el club Huracán, el Centro Catamarqueño, la Liga de Fútbol, el Auto Moto Club, Supermercado barrio 9 de Julio, Edificio Pagano, Proveeduría de YPF y Sindicato de Petroquímica.
En la antesala la prensa de la época destacaba la llegada de la Selección con nombres como Olguín, Tarantini, Juan Barbas, y por supuesto “el maravilloso accionar de Diego Maradona”.
Todos sabían que los jugadores locales no iban a poder vencer al fuerte combinado argentino. Hubo poco tiempo de preparación y José “Pepé” Lazaro preparó el equipo lo mejor que pudo.
EL DÍA DE LA ZURDA MÁGICA
El día del partido la Selección llegó cerca del mediodía al Aeropuerto General Mosconi en un vuelo chárter de la Fuerza Aérea, y previo al partido entrenó en el campo de juego. El match estaba pautado para las 19:00 horas.
En los alrededores del Estadio Municipal se montó un amplio operativo de tránsito para permitir la llegada de más de 9 mil personas. Se cortó el tránsito desde la Ruta Nacional 3 hasta el interior del recinto. Del trabajo participaron personal del Ejército, Policía provincial y de Tránsito Municipal.
El partido fue un trámite para la Selección que se impuso por 5 a 0 con goles de Ramón Díaz (2), Gallego, Luque y Maradona. Iban 10 minutos del segundo tiempo cuando el 10 anotó de zurda luego de dejar varios jugadores en el camino.
A pesar del resultado, ese día, el Diario Crónica tituló: “Sin llegar a brillar en toda su magnitud la Selección justificó su amplia victoria”, y un día después analizó el juego del equipo con una crónica titulada “La prestancia de la Selección”.
En el mismo indicó que “el aficionado tuvo oportunidad de visualizar a un equipo que tiene desde las grandes individualidades pasando por marcadores ‘a fuego’, hasta aquellos que indudablemente están de ‘vuelta’. De cualquier manera y ante fue quien estuvo con el balón a lo largo de los 90 minutos de juego. Frente a él estuvo el combinado de nuestro medio, que con la mejor predisposición trató de hacer de ‘partenaire’ a lo largo de la brega y apenas él en contados minutos ensayó algunas tibias cargas contra el arco de Filiol. Que en el segundo tiempo debió esmerarse al máximo cuando Juan Martínez le cabeceó un balón que proyectó Carrizo. Allí quedó demostrada, en la única oportunidad, las excepcionales condiciones que posee para defender el arco del seleccionado argentino por sus reflejos”.
Además, sobre “el Diego” dice: “Es importante mencionar el trabajo y la batuta de Diego Armando Maradona, que con una zurda realmente importante hace cosas admirables con la pelota”.
Tras el encuentro, la Selección volvió a Buenos Aires en un vuelo comercial.
27 AÑOS DESPUÉS
La segunda visita de Maradona a Comodoro fue cuando ya era “Diego”. Corría el año 2007 y el ex capitán de la Selección estaba alejado de la actividad. Sin embargo, recorría el país con un espectáculo deportivo: el showbol, una acción de marketing que lo llevó por diferentes puntos del país.
El 6 de diciembre Diego llegó a Comodoro, acompañado por un equipo de estrellas ya retiradas: Sergio Goycochea, Fernando Redondo, Matías Almeyda, Alejandro Mancuso, José “Turu” Flores, Fernando Gamboa, Juan José Borrelli, Luis Carranza y Diego Soñora.
El equipo enfrentó a un representativo de Uruguay integrado por Sergio “Manteca” Martínez, Gabriel Cedrés, Rubén ‘Polilla’ Da Silva, Rubén Paz Hugo De León, Jorge Seré, Nicolás Moliterno y Serafín García.
Ese día brindó una conferencia de prensa y un día después el Estadio Socios Fundadores fue sede de la segunda presencia de Diego. Previo al encuentro se enfrentaron jugadores que brillaron en Huracán en la década del 70 y la Selección Argentina de fútbol de salón, que ese año obtuvo el subcampeonato en el Mundial de Mendoza.
En el partido principal, arbitrado por Guerino Giacoponi, la Selección nacional se impuso por 17 a 13, y Diego fue el máximo goleador del partido con 7 goles que gritó con la pasión que lo caracterizó toda su vida. Tras el partido Diego agradeció a los presentes con un “Hasta siempre”, y así cerró su segunda y última visita a la ciudad petrolera.