En el último partido del torneo Inicial B, el DT de Palazzo Héctor Villafañez hizo debutar en Primera a cuatro juveniles, entre ellos a Lautaro Tomas Robledo de 16 años. Ingresó en el complemento, y lo hizo – al igual que sus compañeros juveniles – con cortes de pelo que les hicieron sus propios compañeros para seguir con un ritual futbolero.
A ellos, eso poco les importó. En el caso del Lautaro fue cumplir un sueño, algo que cuando estaba en el jardín lo veía muy lejano y hasta casi imposible. «Yo empecé en la escuelita de Palazzo a los 3 años, cuando tenía 4 me detectaron coartación de aorta, así que me tuvieron que llevar a Buenos Aires a que me operen. Cuando me dieron el alta el doctor me dijo que no podía jugar al fútbol hasta que me den el alta definitivo. No me acuerdo bien como lo tomé, pero me dieron ganas de entrenar el doble, y exigirme más«, le confesó el defensor a Pasta de Campeón.
Esta noche presentan el libro de Próspero Palazzo
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