Mónica Manquemilla, pionera de La Súper Económica: el origen del club de futsal formador de cracks en Comodoro
El club infantil comenzó a escribir su historia el 12 de abril de 1992 con un equipo formado por primos, y la dirigente histórica fue quien impulsó un proyecto deportivo que aún prevalece en el fútbol de salón de la ciudad petrolera.
Por Agustín Nickels. El club La Súper Económica es uno de los clubes de futsal infantil más antiguos de Comodoro Rivadavia con 31 años de existencia.
Su fundadora, Mónica Manquemilla, inició el club con la intención de formar un equipo para su familia, pero desde aquel 14 de abril de 1992, ha dejado una huella importante en el deporte comodorense.
Mónica, es una mujer que le apasiona el fútbol y lo ha expresado todos estos años a través de su club formado en el patio de su casa. “El comienzo fue porque mis hijos y sus primos no tenían clubes para poder jugar y no eran tenidos en cuenta todos juntos. Es por esto que decidimos armar un equipo que los integraban mis hijos Diego y Denis, junto a Miguel, Bruno, Eduardo y Ezequiel mis sobrinos, más dos chicos del barrio”, inició.
"El equipo familiar, era solo el inicio de lo que se estaba por construir. Había una regla para todos los que se acercaban: presentarse con ganas de jugar. “A medida que se iban acoplando más nenes, . Mi casa tiene un patio grande en la parte de atrás y armaron una canchita donde practicaban con algunos pibes del barrio, eran tanto chicos que empezamos armar varios equipos”, detalló sobre su origen.
“El primer nombre que utilizamos fue el de una panadería que se llamaba ‘Gramiblu’, se llamó así por el negocio que manejaba un abuelo de mis sobrinos, más adelante llevamos el nombre de ‘Agencia 6015’ ya que nos auspiciaba”, añadió Mónica en diálogo con ADNSUR / Pasta de Campeón sobre cómo el equipo fue encontrando identidad.
En plena búsqueda, apareció seguramente uno de las personas más importantes en la historia de ‘La Súper’. “Un día se presentó un hombre que se llamaba Ángel que quería sponsorear al equipo. Él tenia la tienda La Súper Económica, y nos ayudaba dándonos ropa y otras cosas. Hasta que en un momento le empezó a ir mal en su negocio, pero decidimos seguir conservando el nombre de su tienda por el agradecimiento hacia Don Ángel. La ropa estaba tan cara que tuvimos que empezar hacer ferias donde vendimos empanadas o pollo para no tener que sacarle plata a los nenes, y a los que no podían acceder a un par de zapatillas nosotros nos encargábamos de cómprale”.
“Con mucho esfuerzo y dedicación junto a varios padres, pudimos comprarles a todos los botines del mismo color, no teníamos ayuda de nadie, todo era a puro pulmón”, explicó la dueña de la institución.
En relación al inicio de los primeros torneos, Mónica contó lo importante de recordar el desafío que implicaba estar a cargo de tantos niños y la confianza que logró ganarse de los demás padres. “Arrancábamos bien temprano, desde las 8.45hs en la Comisión de Actividades Infantiles y finalizábamos en el ‘Petrolito’, ‘Ferrito’ o en Km5. Andábamos con ellos todo el día y en los ratos libres aprovechábamos para darles sanguchitos o juguitos para que pudieran estar acorde todo el día. Fue muy lindo el comienzo de mi querida Súper Económica", explicó.
Ante el futuro que siempre es incierto, destacó que “estoy segura y vamos a seguir adelante hasta que lo pueda seguir el que quede. Yo siempre digo que espero que no desaparezca, muchos de los equipos viejos no han quedado entre ellos estaban Almirante o Juventud Unida, hoy nosotros junto a Sport Boys que debe llevar 20 años, seguimos estando”.
El club actualmente es reconocido en la comunidad y sobresalió por su trayectoria, aunque también se habló sobre los desafíos que tuvo que superar para llegar a donde está actualmente y la relevancia de la ropa en el día a día. “A nuestros chicos se les pudo comprar conjunto de entrenamiento y otro para jugar, nos hemos encargado siempre de juntar las prendas una vez terminada la jornada. Tanto yo como mi hijo Denis, que ahora me acompaña como entrenador, siempre nos encargamos de lavarlas y tenerlas listas para la semana siguiente", comentó.
“Las camisetas es un tema que aprendimos y tenemos que manejarlo de esta manera, hemos perdido muchas ropa en el camino, han pasado tantos nenes que sin querer se las llevan y nunca más han regresado. Ya sea por algún enojo, es entendible, a veces tenemos un equipo con 10 o 12 nenes y no todos pueden jugar los 12 minutos que dura un encuentro. Tratamos de que jueguen todos porque es lo que pregonamos. Por estas cosas se decidió no dar más ropa, hoy está todo muy caro. Solamente las medias son parte de cada jugador por un tema higiénico”, detalló.
La Súper no solo es un club de los más prestigioso de Comodoro que perdura en el tiempo, sino que su nivel de juego es tan destacado que participa en torneos provinciales.“ A fines de agosto viajan dos categorías a Chapadmalal, nosotros nos encargamos de hacer bingos y recaudar el dinero para llevar a cabo el viaje para que puedan disfrutar nuestros chicos, esta vez no podré acompañarlos por problemas personales de salud, pero en el futuro vendrán más viajes y seguramente estaré presente".
Ante su situación actual, destaca la ayuda que recibe de su familia y de los padres de los nenes. “Hoy en día mi hijo Denis y Cinthia entrenan a los equipos, la entrenadora esta a cargo del equipo femenino donde tengo a mis dos nietas Mia y Oriana, junto a muchas otras nenas que cada vez son más". Y afirma una vez más el futuro prometedor de su equipo:
Mónica es hincapié en la ayuda que merecen los niños que menos recursos tienen y remarcó que "todavía tenemos muchas cosas para hacer y , muchos piensan que al estar solos, no saben comportarse pero créeme que muchos de ellos se portan muy bien. Sin embargo, hay muchos nenes que quedan afuera, ya sea por tiempo, falta de personal o espacio. Siempre estamos buscando profesores que quieran dedicarse a esta linda profesión pero muchos aún siguen formándose con sus estudios”.
Son muchos los años que tiene encima, en estos han habido muchos campeonatos obtenidos, pero también otros perdidos, Manquemilla, habló sobre la importancia de enseñar a los más chicos diferencias ambas situaciones. “En los torneos nos ha tocado llorar, reír y festejar,
“Desde mi parte, siempre les enseñe eso a mis hijos y a todos mis nietos que juegan a la pelota. Tengo otros nietos que les gusta el básquet que también les digo lo mismo. Los chicos ya saben que lo primero pase lo que pase siempre es ir a saludar al rival y después en todo caso se festeja. Los nenes de ahora son un poco más distintos a los de antes y ya vienen con otra mentalidad en la cabeza, ellos saben que hay que ganar pero si empatan o pierden no es el fin del mundo y esta perfecto que lo entiendan así”, explicó.
Ante la situación de los nenes que sobran al rival, explicó: “Luego algunos piensan que uno los reta, pero no es un reto, hay que explicarles que nunca hay que burlarse del que esta enfrente, algunos te dicen 'estos son fáciles' y desde atrás vos tenés que responderles que no, acá los más fáciles te pueden ganar igual porque son un equipo como nosotros". En cuanto al tema de las nenas, el asunto es "más sencillo, son distintas a los muchachos en relación a la competencia. Es un orgullo para mí tener a niñas entrenando junto a Cinthia que es muy buena en su trabajo, hoy veo a mis nietas y es algo muy lindo".
La comunidad la conoce y saben cómo es su trabajo, la importancia que ha logrado con muchos jóvenes fue reconocido en una fiesta sorpresa, donde reinó lo emotividad. “Una vuelta, me hicieron una sorpresa, yo iba al cumpleaños de mi hermano y de pronto teníamos que ir al gimnasio y que había que ir si o si por tal motivo, con este engaño fuimos y me esperaron con un homenaje con el que me emocione mucho, mi familia me decía que no se valía llorar, pero entendeme que .
Con voz emotiva, expresó el amor que tiene por este deporte y recalca la familia: “El fútbol para mi lo es todo, yo no soy de mirar novelas, en este último tiempo por ahí alguna que otra serie a la noche, pero lo mío es el fútbol y la música. Mis nietos se han acostumbrado a mí por como soy. Sebastián que es el más grande, veo que apunta al mismo rumbo familiar, es alguien que le apasiona el fútbol y siempre trata de llevarse bien con todos los chicos, capaz en el futuro le pueda seguir el ritmo a su papá”.
La Súper Económica y la cuna de cracks en Comodoro
La vida de Mónica Manquemilla, se puede comparar con la de ‘Tita’ Mattiusi de Racing Club,
Para ella, son sus máximos orgullos, verlos triunfar de grande y como esos sueños de nenes ilusionados fueron cumpliéndose. “A los que se han podido dedicar a la pelota, es un orgullo enorme ‘Quique’ Ruiz inicio conmigo, seguimos teniendo contacto, él me ha mandado la camiseta de su equipo estadounidense. Otro que recuerdo mucho es Brian Orozco, que ahora volvió a Deportivo Morón y le está yendo de maravilla, luego de su paso por Estudiantes de La Plata. Siempre trato de seguirlos a todos, pero como no soy de usar el teléfono, no me informo, mi vida ahora son mis nietos y trato de desfrutar de ellos”, aseguró..
Finalizando la charla, dejó su opinión sobre la actualidad del futsal comodorense y señaló que “, hay excelente material y los profesores son muy comprometidos con la causa. De hecho hay varios equipos de Comodoro campeones en los nacionales C17 o C20 y esto seguramente que en el futuro seguirán habiendo más”.
"Hay chicos de acá que han jugado para la Selección Argentina y hay que estar orgullosos porque son nuestros. Por ahí lo único que puede pasar que equipos de futbol 11, no dejan que sus jugadores vuelvan a participar en torneos de futsal, al tener comprometidas las rodillas o otras lesiones, y ese puede ser el único error al mezclarse ambos deportes”.
La historia de Mónica es realmente inspiradora, ya que demuestra que cuando se le pone amor y dedicación a lo que más se valora, los resultados positivos no tardan en llegar. Aunque el camino no fue sencillo, el proceso y los logros obtenidos sin duda dejarán una huella duradera en más de 100 niños que han pasado por el club. Es importante destacar que aquí no existe rivalidad entre los equipos, sino el objetivo de formar a los niños como personas íntegras, a pesar de las dificultades con las que la sociedad quisieron que crecieran.