Novak Djokovic barrió a Roger Federer en tres sets
El serbio dominó al suizo desde que perdía 5-2 el primer set y lo derrotó por 7-6 (7-1), 6-4 y 6-3.
AUSTRALIA - El Rod Laver Arena fue escenario este jueves de una semifinal de lujo. Un duelo de titanes entre el serbio Novak Djokovic, número dos del mundo, y el suizo Roger Federer, tercero del ranking, que se vieron las caras dentro de una cancha por 50ª vez.
Y el primer finalista de la edición 2020 del Abierto de Australia es el serbio, que dominó al suizo desde que perdía 5-2 el primer set y lo derrotó por 7-6 (7-1), 6-4 y 6-3. Llegó a su octava final en Melbourne y si la gana volverá a ser el número uno del mundo.
Federer comenzó com una tromba en el partido, con un 5-2 contundente a su favor. Era lo que necesitaba. Una rápida ventaja para intentar no extender demasiado el juego por el desgaste de sus encuentros anteriores.
Pero Djokovic inició una remontada extraordinaria, quebró al suizo, llevó el set al tie break y allí fue terminante con un 7-1 que lo dice todo.
El segundo set fue bastante rápido, con pelotas jugadas al límite. Llegaron al 5-4 a favor de Djokovic, pero con Federer al saque. Y entonces hubo dos puntos decisivos. El serbio primero forzó una volea del suizo a la red y con el set point a su favor, llegó rápido a un drop de Federer y lo remató con un toque cruzado de calidad para el 6-4.
En el set decisivo, Djokovic quebró pronto a Federer y mantuvo su servicio hasta el cierre, para festejar el 6-3 final cuando un golpe del suizo quedó en la red.
"Mis respetos para Roger, porque evidentemente estaba golpeado y estuvo lejos de poder mostrar su mejor versión por el desgaste físico", comentó Djokovic al terminar.
Djokovic -que venció en cuartos de final por 6-4, 6-3 y 7-6 (7-1) al canadiense Milos Raonic- y Federer -que tras salvar siete match points le ganó 6-3, 2-6 2-6, 7-6 (10-8) y 6-3 al estadounidense Tennys Sandgren- llevan casi 14 temporadas cruzándose dentro de las canchas de todo el mundo.
El serbio lidera ahora el historial por 27 a 23. Y saca también ventaja si se tienen en cuenta solo los duelos en Grand Slams: ganó 11 de los 17 que jugaron en el pasado.
En Australia se cruzaron cinco veces. La primera fue en 2007, justamente en el primer match que jugaron en esta categoría de torneos. Federer, ya como número uno, venció en tres sets a un Djokovic que se ubicaba 67° en el ranking. Los otros cuatro choques fueron para el serbio: en las semifinales de 2008, 2011, 2016 y 2020.
El suizo se había quedado con el último duelo que disputaron, en el round robin del Masters de Londres en noviembre pasado, y cortó en la capital inglesa una racha de cuatro derrotas consecutivas ante el serbio.
Nole, que el año pasado sumó su séptimo título en Melbourne, tiene un incentivo extra de cara a lo que resta del primer Grand Slam del año. Es que tras la caída de Rafael Nadal en cuartos, volverá a ser el número uno si sale campeón.
En tanto, Roger, que en 2019 se había despedido en octavos de final, salió a la cancha con la tranquilidad de saber que ya no corre peligro su record como máximo ganador de Grand Slams por la derrota de Rafa, que no podrá igualar esta semana su marca de 20 títulos.
Aunque el suizo, dueño de seis títulos en Australia, también tenía una motivación especial. Porque necesitaba llevarse el trofeo para que su posición en el tercer escalón del ranking no corra peligro.
Al perder, Dominic Thiem, que viene de superar al mallorquín y este viernes chocará con Alexander Zverev en la semifinal, podría desplazarlo si grita campeón.