“Sigo entrenado y con ganas. Enfocado en el futuro de mi hijo. Tengo la posibilidad de dedicarle más tiempo a él y a mi familia. Yo entreno para no perder el ritmo deportivo; por ahora tengo ganas de seguir”. Omar destila boxeo. No para, no se detiene. Habla y proyecta con la sabiduría de quien lo ha ganado todo.
“Es imposible vivir fuera del boxeo. Yo ya me estoy retirando prácticamente, pensando más en el futuro del boxeo argentino. El boxeo es lo que la vida me dio y me enseñó, lo que amo y hago con pasión”, reconoce que le gusta enseñar y estar “del otro lado” para explotar el ojo clínico. “Tengo buena visión para enseñar, transmitir mi experiencia; me encanta seguir aprendiendo y siempre escuchar a todos porque siempre se rescata algo positivo”, dice con la sabiduría en el punto exacto. TERMINA DE LEER ESTA NOTA HACIENDO CLICK ACA