Todo comenzó por Mauro. Cuando terminó su contrato con Gimnasia y Tiro de Salta firmó con Estudiantil de La Pampa para jugar un par de partidos. Sin embargo, se terminó quedando y al finalizar el torneo el club le ofreció extender su vínculo. Así, todo cambió para la familia Leguiza que decidió volverse a juntar en esas tierras.
Sebastián justo había terminado el Torneo Regional con la CAI y estaba evaluando que hacer. Federico en cambio había quedado libre y buscaba nuevos rumbos. En La Pampa surgió la posibilidad de un trabajo para el padre, y así los Leguiza decidieron volver a estar juntos como lo hicieron en Comodoro Rivadavia, cuando los chicos fueron tentados para sumarse a la Comisión de Actividades Infantiles, club que los formó.
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