CAPITAL FEDERAL (ADNSUR) - Se adoraron y luego se distanciaron. Diego Armando Maradona destacó siempre las virtudes de Juan Román Riquelme dentro del campo de juego. Incluso, casi como un legado, cuando uno dejaba el fútbol, el otro recién estaba comenzando su carrera. En Boca. Y en un mismo partido. Aquel 2 a 1 sobre River en el Monumental, el 25 de octubre de 1997, convertido casi en un partido símbolo en las carreras de uno y otro.

Tanto fue ese amor que, el día de su despedida, el 10 de noviembre de 2001, Diego se sacó la camiseta argentina y abajo tenía la 10 de Boca, de Riquelme. Volvieron a abrazarse una y otra vez. Una de las últimas fue en los Juegos de Beijing 2008. El oro olímpico lo tuvo a Román como una de las estrellas y a Diego como un motivador de lujo.

Sin embargo, cuando uno asumió como entrenador de la Selección Argentina, el otro se sintió maltratado en un comentario televisivo. Y entonces las distancias se hicieron cada vez más amplias. Irreconciliable, Riquelme, ya convertido en vicepresidente del club, no pisó el césped para el homenaje que Boca le hizo al ídolo el pasado 7 de marzo.

Sin embargo, cerca de las 20 de un día triste, Juan Román Riquelme le dedicó unas palabras a Diego Maradona: "Nadie jugó ni jugará a la pelota como él. Verlo jugar fue increíblemente hermoso. Gracias Diego. Que en paz descanse. Un abrazo muy sentido a toda la familia Maradona", se publicó en la cuenta oficial de Instagram @TodoSobreRomán, que el actual vicepresidente segundo de Boca utiliza como vía de comunicación. Fue una despedida lejana y distante. Como la relación entre ambos durante la última década.

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