Santino Tula, el héroe de la Octava de la CAI que sigue los pasos del padre y el abuelo
Tiene 16 años, a los 13 debutó en Primera en Nueva Generación y desde hace un año y medio defiende los colores de la CAI, soñando llegar a un club de Buenos Aires. Santino Tula es el heredero de una pasión. Su abuelo Armando, es un reconocido entrenador y ahora dirigente del club que la familia creó, y su papá fue goleador de ese mismo equipo. Ahora, el joven quiere ir por más y sueña con pegar el salto. “Ojalá se me pueda dar”.
(Pasta de Campeón / ADNSUR) - “Es una alegría enorme”, dice Santino Tula. “Poder haber hecho un gol en la final fue muy lindo para mi, porque todo el esfuerzo que hicimos se reflejó en eso”, agrega, quien fue la figura de la tarde en la final de Octava División, donde la CAI venció a Huracán por 3 a 0, con dos goles del delantero.
Santino tiene un apellido con peso propio. El juvenil de 16 años es nieto de Armando Tula, el entrenador que le dio el último ascenso a la CAI y que hace unos años creó junto a sus hijos Nueva Generación. Precisamente, en esa institución que crece a pasos agigantados, Santino hizo sus primeras armas.
A los 10 años debutó en Novena, y a los 13 hizo su presentación en Primera. Jugó entre 6 y 7 años, con La Nueva y luego pasó a la Comisión de Actividades Infantiles, el club donde su papá es entrenador, y a donde fue convocado por “Mumo” Peralta.
Cuando llegó al Azurro, Santino jugaba como enganche. Sin embargo, ahora lo hace como mediapunta, a las órdenes de Mario Amado y Alexis Cabrera.
Hace poco Santino también tuvo la chance de debutar en Primera con la CAI, frente a Deportivo Sarmiento. El partido fue ideal para él y terminó convirtiendo dos goles que fueron fundamentales en la victoria del Azurro. Este domingo otra vez le tocó ser la figura en la victoria de su equipo. Esta vez ante Huracán. El delantero convirtió dos goles y mostró su categoría.
Al otro lado del teléfono al joven se lo escucha contento. Admite que es una alegría enorme haber convertido y la muestra de que puede jugar de mediapunta, una posición que le sienta bien, ya que le permite “correr bastante” y tener más contacto con el balón en la última línea de juego.
Amante de Lewandowski, De Bruyne y Sterling, Santino se encuentra en quinto año de la Secundaria y sueña con tener en algún momento su chance en Buenos Aires, tal como sucedió el año pasado cuando se probó en Gimnasia de La Plata.
“Ojalá que se me pueda dar. Ahora hay que seguir trabajando estos meses que quedan, pero es lo que me gustaría”, dice el juvenil que sueña con llegar a Primera y seguir está pasión que heredó de su abuelo y su padre, y que comenzó en el club que alguna vez fue un sueño y hoy es una realidad: La Nueva.