Se conoció el desagradable secreto que esconden los nadadores en los Juegos Olímpicos de París
Los atletas olímpicos admitieron una práctica poco conocida pero extendida en esta competencia.
La natación es un deporte de disciplina y rigor, donde los atletas deben seguir estrictas normas de conducta. Desde la forma de nadar hasta la vestimenta, todo está reglamentado al milímetro en este exigente deporte olímpico.
Sin embargo, parece que hay una práctica que, aunque poco conocida por el público, es ampliamente aceptada entre los propios nadadores: hacer pis dentro de la piscina.
Lilly King, estrella estadounidense de la natación y medallista olímpica, lo admitió sin tapujos en una reciente entrevista con The Wall Street Journal: "Probablemente me he hecho pis en todas las piscinas donde he nadado". Y no es la única. Otros grandes nombres del deporte, como Jake Mitchell y Zach Harting, también han reconocido esta curiosa costumbre entre los competidores.
La razón detrás de este hábito tiene que ver con la propia naturaleza del deporte. Los nadadores se hidratan mucho antes de las competencias, lo que les genera la necesidad de orinar con frecuencia. Sumado a ello, el uso de trajes especiales que cubren gran parte del cuerpo dificulta poder salir de la piscina a tiempo para ir al baño. "Siempre tengo que hacer pis porque estoy muy hidratado", explicó Mitchell.
Aunque pueda sonar sorprendente, parece que ninguna piscina se salva de ser orinada por los atletas. Eso sí, existe una suerte de código no escrito que determina cuándo y cómo hacerlo: siempre que no haya otros nadadores cerca y evitando hacerlo en el calentamiento previo a las pruebas de dopaje. "Nunca vas a querer nadar a través de una corriente cálida", expresó el cuatro veces medallista olímpico Cullen Jones.
Incluso hubo casos de nadadores que optaron por orinar directamente en el suelo de la piscina, como ocurrió en un Campeonato Mundial. Según explican, esto se debe a que deben ingresar a la sala 15 minutos antes de la carrera, sin posibilidad de ir al baño. "Para los que estamos acostumbrados no es tan chocante gracias a la cantidad de cloro", comentó Katie Hoff.