Todo comenzó promediando el segundo tiempo, cuando Huracán (LH), ya sin chances de clasificarse al reducido para pelear por el segundo ascenso, le ganaba 3-1 a Ferro (GP), que si se jugaba la posibilidad de jugar por un lugar en Primera Nacional.
A los 33 minutos del complemento, después del tercer gol del equipo local, el árbitro Pablo Núñez detuvo el partido porque se empezaron a ver corridas y disturbios en la popular de Huracán. Segundos después, se escucharon disparos que salieron desde ese sector hacia el campo de juego: uno de los tiros impactó a Mauricio Romero, el entrenador de Ferro en el hombro. TERMINA DE LEER ESTA NOTA HACIENDO CLICK ACA