Cuáles son las estrategias del Gobierno para evitar la caída del dólar tarjeta tras el fin del Impuesto PAIS

El Gobierno se enfrenta a un dilema en torno al futuro del dólar tarjeta. En diciembre vence el Impuesto PAIS, lo que implicaría una baja de casi el 19% en el precio de esta cotización si no se implementan otros cambios. Esto generaría un mayor estímulo a la demanda de divisas para viajes al exterior en plena temporada alta, profundizando la sangría de reservas por el déficit turístico.

Para evitar este escenario, el equipo económico analiza alternativas a implementar a partir del próximo año. Una de las ideas en estudio es aplicar un nuevo recargo a la compra de dólares con tarjeta, posiblemente a través de la reimplantación de la retención a cuenta de Bienes Personales. De esta forma, se buscaría mantener el recargo total en el 60% sobre el dólar minorista, evitando así una caída en términos nominales.

"No está definido", asegura una alta fuente de la conducción económica consultada por Ámbito. "Aún falta tiempo", insiste, explicando que el Gobierno está analizando las alternativas disponibles.

El drenaje de divisas por la vía del dólar tarjeta le pone presión a la decisión. En agosto salieron del Banco Central por este concepto u$s571 millones netos, y en los últimos cuatro meses la sangría ascendió a u$s2.290 millones, un salto considerable respecto de los primeros cuatro meses del año (apenas u$s1.055 millones).

Esto se debe, en parte, a que buena parte de los consumos en el exterior no se canalizan a través del dólar tarjeta, sino que se pagan con dólares propios adquiridos previamente en el mercado de capitales, a través de la compraventa de bonos. Al provenir de estas operaciones entre privados, esos dólares no salen de las reservas netas del BCRA.

Sin embargo, el progresivo encarecimiento de Argentina respecto al resto del mundo, producto de la política de ancla cambiaria, ha reducido la cantidad de turistas extranjeros que visitan el país y aumentado los viajes de argentinos al exterior. Esto, sumado a la conveniencia de pagar con dólares propios, ha hecho que el uso del dólar tarjeta vaya en ascenso.

De continuar la política de atraso cambiario, las proyecciones del mercado indican que ya de por sí existirá una mayor salida de divisas por turismo y otros servicios adquiridos en el exterior. La consultora CP prevé un drenaje solo por la balanza turística de u$s6.100 millones en 2025, a lo que adiciona u$s500 millones por otros servicios.

Es por eso que, más allá de lo que ocurra con las restricciones cambiarias comerciales y financieras, el Gobierno deberá terminar de definir un mecanismo para evitar un abaratamiento del dólar tarjeta y contener el déficit turístico, que le pone presión a las reservas del Banco Central.

Con información de Ámbito Financiero, redactada y editada por un periodsta de ADNSUR.