Dólar planchado, inflación baja y salarios en lenta recuperación: ¿por qué la gente no lo siente en el bolsillo?
Según el INDEC, en lo que va del año, los salarios han subido más que la inflación, pero todavía están por debajo del cierre del año pasado. Medido en dólares, el dato es aún más negativo, ya que está un 36% por debajo de 2017. La sugerencia de un experto es: “No compren dólares.”
De acuerdo con el último informe del INDEC, los salarios en el país crecieron en septiembre un 4,7% con relación al mes anterior, lo que significa que superaron a la inflación de ese mismo mes, que arrojó un 3,5%. Todavía no superan a los precios en la carrera más larga, al compararse la evolución contra septiembre de 2023, pero crecen más que los precios en los primeros 9 meses de 2023.
Aunque los índices inflacionarios muestran una tendencia a la baja y la medición de salarios arroja también indicadores positivos en los últimos meses, la mejora en el poder adquisitivo todavía no es notoria, al menos para quienes dependen de ingresos fijos mensuales a través de un sueldo o de la prestación de servicios.
Una explicación se vincula a que, si bien el índice inflacionario del 2,7% en octubre (3,2% en la Patagonia) fue el más bajo en 3 años, hay productos que todavía crecen por encima de ese valor. Uno de ellos fue la carne, que en octubre subió un 7%, según el informe del Observatorio de Economía de la universidad local.
El dato auspicioso es que en septiembre el promedio salarial se elevó un 4,7%, según la medición del INDEC, por una combinación entre la mejora que obtuvo el sector privado no registrado (trabajadores informales), que obtuvo un 10,4%. A esto se suma el sector asalariado privado formal, con un 3,8%, y el sector público, con un 3,9%.
Según los datos oficiales, los salarios le ganaron a la inflación, que en ese mes fue del 3,5%. Sin embargo, en la medición interanual (i.a.) continúan perdiendo frente al Índice de Precios al Consumidor (IPC), ya que las remuneraciones aumentaron un 181,9%, mientras que la variación de precios fue del 209%, lo cual exhibe una pérdida real del 8,8% en el último año.
Dicho de otro modo, por más que haya una mejora en los ingresos, estos se encuentran todavía por debajo de los de hace un año, con un poder adquisitivo que está casi 9 puntos por debajo de aquel período.
El balance, sin embargo, resulta favorable si se evalúa solamente la serie iniciada en enero de 2024. En el lapso que va hasta septiembre, el promedio salarial creció un 119,2%, contra un 101,6% en el mismo período, por lo que es en ese trayecto donde los salarios empiezan a superar a los precios. La duda es cuánto de esa mejora frente a los precios se transformará en una recuperación real de lo perdido en los primeros meses del año.
MEDIDOS EN DÓLARES, LOS SALARIOS TODAVÍA ESTÁN MUY ATRASADOS
Un reciente informe del economista y periodista Maximiliano Montenegro en su canal de YouTube ayuda a comprender mejor la evolución de los salarios en los últimos años, en un contexto en el que resulta más notoria la pérdida de poder adquisitivo de esos ingresos.
SSegún ese trabajo, basado en la evolución del RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables), el promedio salarial en el país viene cayendo desde el año 2017, cuando alcanzó un valor equivalente a 1,500 dólares. En diciembre del año pasado, había caído a algo menos de 600 dólares. En lo que va de este año, tuvo una recuperación, alcanzando en agosto un promedio de 960 dólares.
Sin embargo, todavía queda por detrás de aquella referencia de hace 7 años, ya que el valor alcanzado en agosto es un 36% inferior.
“Esto significa que, si bien hay atraso cambiario, las empresas no están en un escenario similar a otros momentos de convertibilidad con salarios altos, como en los 90”, explicó Montenegro, para sostener que la queja de los exportadores para subir el dólar no tiene un argumento sólido por el lado de los costos laborales.
“Está destruido el poder de compra en pesos, porque todavía no se recuperó a los niveles de noviembre del año pasado - añadió el analista - y la suba del valor equivalente en dólares es porque el tipo de cambio está ‘planchado’, pero todavía es muy bajo respecto a otros momentos de atraso cambiario.”
Siguiendo ese razonamiento, evaluó que el gobierno “hoy les dice a los empresarios ‘bánquensela, porque se llevaron una alta rentabilidad en dólares entre 2022 y 2023, cuando compraban al dólar oficial y vendían en base al dólar blue (con una brecha superior al 100%), con salarios destruidos en dólares. Ahora se está achicando la renta en dólares, pero no trasladen a precios los aumentos salariales, porque aún están atrasados, tanto en pesos como en dólares”.
Por eso, evaluó Montenegro, la situación actual podría prolongarse durante el año próximo, manteniéndose el tipo de cambio estable y una recuperación paulatina de los ingresos, aunque ahora lo harán a un ritmo menor, en línea con una inflación más baja, lo que terminaría consolidando la pérdida de poder adquisitivo sin una real recuperación.
“Es un atraso cambiario con salarios bajos en dólares, por eso la gente no siente la reactivación en su bolsillo”, concluyó.
¿CONVIENE COMPRAR DÓLARES?
Frente a la baja constante del dólar blue y sus distintas versiones financieras en los últimos meses, el analista financiero Salvador Di Stéfano fue consultado días atrás en TN respecto a si conviene o no comprar dólares, aprovechando que está barato, pero su respuesta fue terminante:
“No es negocio comprar dólar, porque Argentina tiene superávit fiscal. El billete es como si fuera un bono, cuando a una empresa le va bien, estos bonos suben de precio, se revalúan. Si la Argentina tiene superávit fiscal, el peso se va a revaluar”, explicó el especialista, al que el mundo financiero llama ‘el gurú del blue’.
“En el país hay una cantidad de pesos que equivalen a 22.000 millones de dólares, pero la gente tiene guardados unos 200.000 millones, es decir, una proporción de 1 a 10. Si la gente empieza a vender los dólares, te tapan; se cae a pedazos la cotización. Esos pesos hay que invertirlos en cosas, porque el dólar no es negocio, considerando también que en los últimos 5 años la inflación en Estados Unidos ha crecido y acumulado el 25%.”
En ese marco, dijo que hay muchos sectores que están todo el tiempo esperando una devaluación y se quedan atados al dólar, sin darse cuenta de que están perdiendo. “El que la vio y vendió los dólares, se llenó de plata”, -aseguró-. En marzo, un departamento en Capital valía 1.600 dólares el metro cuadrado, pero hoy vale 3.000 el metro, porque es apto para crédito bancario. El que compró el departamento, ganó. Cuando tenés superávit fiscal, el dólar no es objeto de deseo.
Por eso, sugirió que, en lugar de tener los dólares en el colchón o en una caja de seguridad, es conveniente invertirlos, ya sea en un inmueble, un vehículo u otros bienes, como equipos tecnológicos, acciones de compañías petroleras, etc.
Con relación a los salarios, Di Stéfano consideró que la recuperación empezará a notarse en marzo, "porque hoy el salario real aumenta, pero también suben la luz y el gas; entonces, a la gente le falta poder de compra".
Además, aseguró que los indicadores de producción están en alza, aunque todavía no se han elevado los de consumo. “O los empresarios son pavos y producen lo que no venden, o el consumo está mal medido -advirtió-. Hoy se producen más alimentos y bebidas que en 2017, hay récord de venta de autos y motos. Y las segundas marcas han ganado lugar, desplazando a las primeras. Hoy la gente no siente vergüenza en poner en la mesa la gaseosa de segunda marca frente a sus amigos”, concluyó.