Chubut: producir calidad cuidando la naturaleza
La planta embotelladora de Orizon, ubicada en Río Mayo, prueba que es posible producir bajo los más altos estándares de calidad internacional respetando y protegiendo la naturaleza. "Cuidamos lo que amamos, porque es Bien de la Patagonia", valoran.
La naturaleza en la Patagonia es única en el planeta. Debido a su clima, ubicación geográfica y geología tan particular, podemos encontrar una variedad de especies animales y vegetales que difícilmente se podrán ver en otra parte del mundo.
Millones de años de evolución tras impresionantes cambios geológicos y electromagnéticos han dado origen a lo que es esta región ahora. Y aunque se encuentre en un equilibrio perfecto, su fragilidad es tangible cada vez que el hombre se involucra de manera inconsciente.
Y es gracias a este proceso perfecto que tenemos no solo un paisaje sumamente variado y hermoso, sino además los recursos naturales más valiosos para la humanidad.
Una Tierra que Emana Vida
Entre las aguas más puras encontradas en el mundo, la de la Patagonia figura en el tope junto a unas pocas más. La composición química perfecta, combinada con la temperatura y condiciones de terreno ideales así lo confirman.
Orizon, como bien lo saben, proviene de un manantial encontrado en una de las zonas más agrestes e indómitas de Río Mayo. A través de los milenios, se ha formado un sistema natural por donde no solo fluye el agua, sino que se mineraliza y purifica gracias a la acción de los suelos perfectamente balanceados.
Y para hacer honor a su pureza se ha cuidado al máximo la extracción, logrando que el agua fluya directamente sobre la planta de embotellamiento. Esto no solo reduce el contacto del agua con superficies no naturales, sino que además minimiza al máximo cualquier rastro de impacto ambiental.
Cuidamos lo que Amamos
El agua que trae la vida a esta región merece la importancia debida. Es por ello que tras extensos estudios geológicos, topográficos y biológicos se llegó al diseño de la planta actual. No existe ninguna alteración al ecosistema milenario, ni tampoco alteración alguna a la flora y faunas de esta hermosa área.
Estamos rodeados de la misma cantidad de plantas que se encontraban antes de construir nuestra planta. Florecen en verano los ricos calafates, con su delicioso fruto. Y el molle crece y se esparce junto a los grandes arbustos y pequeños árboles que dan cobijo a las aves y mamíferos de la zona.
Vemos tranquilamente pasar un zorro colorado al igual que los flamantes choiques quienes junto a la veloz liebre patagónica y el elegante guanaco conforman este paisaje tan espectacular.
Gracias a la planificación ecológica y consciente, pudimos alcanzar lo que pocas plantas en el mundo han logrado. Nuestros estándares están siempre más arriba, a la altura del compromiso que tenemos con nuestros consumidores – y sobre todo con la región que nos vio nacer.
Es por ello que con gran orgullo en el corazón siempre decimos: “Orizon, bien de la Patagonia.”