Vaca Muerta impulsó una marca histórica para Argentina en 2024
Las exportaciones de energía en diciembre quintuplicaron las importaciones. En el año, el saldo positivo alcanzó los 5.600 millones de dólares, revirtiendo el déficit de años anteriores.
Argentina registró en diciembre de 2024 un superávit energético de 800 millones de dólares, impulsado por exportaciones que quintuplicaron las importaciones. A lo largo del año, el saldo positivo en el sector alcanzó los 5.600 millones de dólares, en contraste con los déficits registrados en períodos anteriores.
Según datos oficiales, en diciembre las exportaciones de energía totalizaron 1.032 millones de dólares, mientras que las importaciones fueron de 180 millones. Este resultado marca un cambio significativo respecto a 2022, cuando en julio las compras de energía alcanzaron los 2.281 millones de dólares y las ventas apenas 414 millones.
El incremento de la producción hidrocarburífera, particularmente en Vaca Muerta, fue un factor determinante en esta transformación. En 2024, la producción de petróleo en Argentina alcanzó niveles que no se registraban desde hace dos décadas, permitiendo aumentar la oferta para la exportación.
Comparación con períodos de déficit
El saldo positivo contrasta con lo sucedido en 2014 y 2021, años en los que el país importaba el triple de lo que exportaba. En 2015, la relación era inversa a la actual: por cada dólar ingresado por exportaciones energéticas, se gastaban cinco en importaciones.
La mejora en la balanza energética responde a diversos factores, entre ellos la mayor disponibilidad de gas natural gracias a la puesta en marcha del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, que permitió reducir la dependencia de importaciones de GNL, y la ampliación de la infraestructura para exportación de crudo y gas a mercados regionales.
El desempeño del sector energético es una de las claves para la balanza comercial Argentina y la economía del país en general. Con nuevos proyectos en marcha y un contexto de mayor disponibilidad de producción, las exportaciones podrían seguir en alza. Sin embargo, el nivel de inversiones en infraestructura y la evolución de la demanda interna serán factores determinantes en la consolidación del superávit energético en el mediano plazo.