Cuando el viento y la tierra se colaban: los retos del primer hospital de Comodoro Rivadavia
El primer hospital con el que contó Comodoro Rivadavia y la zona de los campamentos petroleros fue el "Hospital de Km 5". Lo construyó la empresa Ferrocarriles del Estado en 1912, a raíz de una epidemia de fiebre tifoidea que afectó al personal de la misma.
Si pudieran hacer un viaje en el tiempo y volver a los inicios de Comodoro Rivadavia, allá por 1901, es factible que los intrépidos viajeros del siglo XXI apretaran el botón de regreso a los pocos segundos de ver la precariedad casi heroica con la que vivían aquellos primeros pobladores.
En principio, las viviendas eran carpas y construcciones de chapa y madera. No había servicios y el agua escaseaba, estado que se encaprichó en sostenerse en el tiempo. Las condiciones de vida eran muy básicas y ni pensar en hablar de prevención y salud.
La licenciada en Historia, Viviana Bórquez, realizó un trabajo de investigación sobre la historia del barrio de Kilómetro 5 y, en una entrevista con ADNSUR, compartió información respecto a la creación de este primer hospital, que cumplió un rol fundamental para el sistema de salud de la región que comenzaba a formarse.
“Entre 1910 y 1914, la empresa estatal Ferrocarriles del Estado construía el ramal desde Comodoro hasta Lago Buenos Aires, pero solo llegó a Sarmiento. En ese lapso, sus empleados fueron azotados por una epidemia de fiebre tifoidea”, explicó la historiadora.
Fue en 1912 que la empresa estatal decidió construir este hospital para poder atender la salud de su personal, servicio que también benefició a los obreros de otros campamentos petroleros y a los habitantes del pueblo, conforme a los convenios que se estipularan para cada atención.
¿DÓNDE ESTABA ESTE EDIFICIO?
Es poca la información que existe respecto del lugar exacto donde estaba ubicado; lo que sí es un dato certero es que estaba frente al mar y que en la actualidad esa zona ha sido “comida” por la fuerza del agua.
¿Qué útil sería en este caso una máquina del tiempo, ¿verdad? Dado que esta posibilidad no existe, la historiadora recurrió al relato oral de antiguos vecinos, a fotos de la zona, así como a libros de actas y planos. Entre todas estas piezas, fue posible esbozar su ubicación.
“Los relatos orales indican que el hospital estaba cerca de donde está la toma de agua de la Usina eléctrica de YPF y del barrio Mitre, que desapareció por el socavamiento que hizo el mar”, indicó Bórquez. En un plano y una foto de la década de 1920, es posible ver la imagen de un edificio alargado que coincide con los datos recabados por la historiadora.
¿QUÉ SERVICIOS PRESTABA?
Según los registros encontrados, había dos médicos, una enfermera con función de partera, dos enfermeros, un cocinero, una lavandera, un peón y un ecónomo que era el encargado de la farmacia.
Allí se realizaban cirugías de poca complejidad y también se extraían muelas. En caso de que llegara algún paciente con problemas psicológicos, que en aquellos tiempos llamaban “locura”, se lo instalaba en la comisaría hasta que llegara el barco que lo trasladara a Buenos Aires. Estos datos fueron corroborados en un artículo del diario “El Chubut” de la época, que anoticiaba sobre estos casos.
“En este hospital y por la época se atendía más accidentados que enfermos. Los accidentes en las empresas petroleras, el ferrocarril y los buques eran moneda corriente”, comentó la historiadora.
Quemaduras, heridas por armas blancas y fracturas eran algunas de las emergencias que atendía aquel hospital.
¿CÓMO ERA SU ESTRUCTURA?
Por los datos obtenidos, en principio, era de chapa y zinc, materiales que no cumplían con las condiciones óptimas requeridas para un servicio de salud, aunque con el tiempo se hicieron algunas mejoras. La sala de internación estaba preparada solo para 16 pacientes.
“El viento y la tierra se colaban entre las grietas de las maderas, por lo que los días de mal clima no se operaba. La calefacción no era muy buena y no había baños accesibles para los enfermos”, señaló Viviana Bórquez.
Imagínense a estos trabajadores y a sus familias ante la urgencia de una atención médica. ¿Qué pesaría más? ¿El dolor de la afección o la incertidumbre de poder ser curados? Es difícil ponerse en la piel de ellos, aunque se puede deducir que eran personas aguerridas. Si no hubieran gozado de un espíritu aventurero, no habrían llegado a estas zonas inhóspitas.
QUIENES ACCEDÍAN A LA ATENCIÓN
Aquel hospital estaba destinado a los trabajadores de la empresa Ferrocarriles del Estado, pero como eran los únicos que brindaban el servicio en la zona, existían varios tipos de pacientes.
“Había pacientes particulares y la atención dependía de lo que podían pagar, los de las empresas de petróleo que hacían convenio de atención con el ferrocarril y de las agrupaciones”, detalló la historiadora.
Quien deseara atenderse en el pueblo de Comodoro Rivadavia tenía la opción de hacerlo con un médico que pagaba el Concejo Municipal, o de manera privada; pero vale aclarar que la condición de atención era muy básica. A medida que los campamentos petroleros crecieron, construyeron sus propios hospitales: Astra, Diadema, YPF, y fue así que el hospital de Kilómetro 5 dejó de recibir pacientes.
No hay registro formal sobre la fecha del cierre del hospital de Kilómetro 5, pero es muy factible que durante la década de 1930 ya no funcionara más.
Sería interesante caminar por la costa del barrio Kilómetro 5 con el objetivo de imaginar cómo eran y cómo vivían aquellas personas que a principios del siglo XX expusieron sus vidas en búsqueda de un futuro mejor.
La investigación realizada por la licenciada Viviana Bórquez, en sus inicios, se hizo en conjunto con un grupo de vecinos del barrio Kilómetro 5: Raquel Pérez, María Rosa Bertossa y Radka “Duye” Stefanoff, pertenecientes a la Asociación Detrás del Puente. También participó el licenciado Daniel Gómez, de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. Este grupo fue llamado Grupo de Investigaciones de Historia Kilómetro 5 (GIH5).