Duchas y mármol en la Avenida Rivadavia: cuando los comodorenses se bañaban en los Baños Públicos
El edificio de los Baños Públicos, inaugurado en 1950, fue clave para resolver el problema de falta de agua que aquejaba a los habitantes de Comodoro Rivadavia. Su historia refleja las dificultades y soluciones que enfrentó esta ciudad patagónica en su crecimiento. Duchas y mármol en la Rivadavia: la época dorada de los Baños Públicos de Comodoro
Los Baños Públicos de Comodoro Rivadavia fueron durante décadas un oasis en medio de la escasez de agua que afectaba a gran parte de la población. Inaugurado en 1950, este emblemático edificio ubicado sobre la Avenida Rivadavia se convirtió en un espacio vital para que las familias pudieran asearse y resolver sus necesidades básicas.
"Con mi hermano y algunos amigos íbamos a los baños públicos, era por el año 1962. Yo tenía 8 años, vivía en el Barrio Pietrobelli, nos cobraban $ 0.50 centavos por ducharnos. Tenías que llevar toallón y jabón. La señora que cuidaba era bastante estricta", recuerda Pablo Cabezas, uno de los vecinos que utilizaba este servicio en su infancia.
La falta de agua siempre fue un problema en Comodoro Rivadavia desde sus inicios. Si bien las primeras manzanas del centro tenían una situación más resuelta, a medida que la población fue creciendo y expandiéndose hacia la zona conocida como "La Loma", las dificultades se agudizaron.
"En principio, las primeras 10 o 15 manzanas ubicadas en la zona baja del centro tenían todo medianamente resuelto, pero a medida que comenzaron a llegar los inmigrantes en búsqueda de trabajo, el pueblo crece y comienza a 'trepar' hacia la zona denominada la Loma", explica la historiadora y antropóloga Graciela Ciselli.
Fue en este contexto que la construcción de los Baños Públicos cobró una importancia vital. "Los Baños Públicos tienen que ver con una problemática eterna de Comodoro desde sus inicios, que fue la falta de agua", señala Ciselli.
El edificio, que formó parte de la política de obra pública implementada por la Gobernación Militar entre 1944 y 1955, logró resolver en parte el conflicto de las familias que se asentaban en la zona de La Loma, donde "las casas eran de madera y chapa, y los baños eran solo letrinas".
Cristina Cejas, quien llegó a Comodoro en 1983, recuerda cómo acudía a los Baños Públicos para poder asearse: "Necesitaba asearme, así que me acerqué a los baños, le expliqué mi situación a la señora que cuidaba y comencé a ir todas las tardes con mi canasta".
Cejas describe con detalle cómo eran estos baños públicos: "Entrabas y las duchas estaban del lado izquierdo, eran 6, con sus respectivas cortinas. El piso era negro, brillaba. Azulejos blancos, con paredes de mármol que dividían las duchas, las bachas estaban a un costado, también de mármol. No podías creer que ese era un lugar público, la señora que cuidaba lo tenía brillante".
Más allá de resolver el problema del agua, los Baños Públicos también tuvieron un componente social importante. Según Ciselli, YPF había sido el precursor de este tipo de instalaciones, pero con otros fines relacionados con brindar trabajo a las mujeres que quedaban viudas en el yacimiento debido a accidentes laborales de sus cónyuges.
Los Baños Públicos cerraron sus puertas en la década de 1980. El 23 de febrero de 1987, el edificio fue reconvertido para albergar al Museo Regional Patagónico "Profesor Antonio Garcés".
No obstante, el inmueble fue declarado Patrimonio Histórico de Comodoro Rivadavia, rescatando así la importancia que tuvo para la ciudad en un momento clave de su desarrollo.